Opiniones personales. Opiniones ajenas. Mafalda. Otros

sábado, 13 de junio de 2015

El cuento de Pinocho

El cuento de Pinocho es la historia del alma humana en su viaje de evolución espiritual. Pinocho es creado bajo la influencia de dos personajes, uno masculino y otro femenino (que simbolizan los dos aspectos de Dios.)

Es tallado por el carpintero Geppetto, y el Hada Azul le da vida.  Al mismo tiempo, el Hada elige a un grillo llamado Pepito y le encomienda una misión: permanecer junto a Pinocho y ser su conciencia ( Esto significa que Dios pone junto a cada alma la conciencia de la verdad, que la acompaña siempre dentro de si misma.)

El mayor deseo de Geppetto es que Pinocho llegue a ser un niño de verdad. Y sabe que su deseo sólo puede hacerse realidad si Pinocho aprende y crece, por lo que lo envía a la escuela, (nuestro desenvolvimiento es un proceso de aprendizaje permanente.)

 Pinocho sale por la puerta principal conducido por su padre, y lo hace cargado de propósitos, con el anhelo profundo de convertirse en algo superior: en un niño de verdad. Pero cuando sale al mundo surgen los problemas.  Haciendo uso de su libertad recién descubierta, Pinocho toma algunas decisiones equivocadas, y sucumbe ante la tentación del orgullo.  A pesar de las protestas de Pepito Grillo sigue a Juan el Honrado y se une a una compañía de circo.  (La característica fundamental del alma es el libre albedrío que podamos en cada momento elegir.)

 En su representación teatral Pinocho recibe grandes aplausos, y está muy contento, pero después de la actuación lo encierran en una jaula (El dejarnos llevar por el orgullo, por el "yo", puede darnos placer, pero a la larga siempre produce dolor, porque esclaviza el alma.)
El Hada Azul acude junto a él, preguntándole la causa de su encierro, y Pinocho intenta justificarse ante ella diciendo mentiras; pero con cada mentira que dice le crece la nariz.  Entonces Pinocho descubre que el mal no puede ocultarse, y reconoce sus errores con honestidad, arrepintiéndose de ellos (lo mismo ocurre con nosotros; mientras nos auto justificamos y no reconocemos nuestros errores ante Dios y ante nosotros mismos, no podemos aprender.)

 El Hada entonces le libera y recibe otra oportunidad. Pepito Grillo está decidido ayudar a Pinocho a no salirse del buen camino, pero tardan poco en presentarse nuevas tentaciones. Vuelve aparecer Juan el Honrado, que le invita a la Isla del Placer, un lugar donde los niños pueden divertirse todo el día y satisfacer todos sus deseos. Pinocho no puede resistir la atracción de viajar a la Isla y se une al grupo.  (Nuestra gran tentación es no tener que esforzarnos, recibirlo todo a cambio de nada.)

Y ocurre que cuando Pinocho y los demás niños llevan en la Isla demasiado tiempo, empiezan a convertirse en burros y a olvidarse incluso de hablar.  (Lo mismo pasa con el alma humana, cuando se embrutece por la indiferencia y la satisfacción permanente del deseo; se olvida de quién es y de cuál es su misión.)

Pero Pinocho se da cuenta a tiempo. Cuando descubre que les están saliendo orejas y rabo de burro, se dirige a Pepito Grillo para pedirle ayuda. Esto le salva, porque Pepito Grillo sabe cómo puede escaparse de la Isla. En cuanto están libres empiezan a buscar a Geppetto. Pero vuelven a su casa y descubren que ha desaparecido; ha ido a buscar a Pinocho.  (Esta imagen tiene una importancia fundamental, pues nos da a entender que no sólo buscamos nosotros a Dios, sino que Dios nos busca a nosotros también.)

Pinocho recibe indicaciones sobre el paradero de su padre. Podrá encontrarlo en el fondo del mar, en el vientre de una gran ballena que se tragó la barca de Geppetto.  (El animal marino es un antiguo símbolo de la reconciliación del espíritu y la materia. El mar es un símbolo del inconsciente. Así, el cuento nos dice que encontraremos nuestra inspiración espiritual, nuestra verdadera naturaleza, en nuestro propio yo inconsciente, en el fondo de nosotros mismos.)

Cuando Pinocho y Pepito Grillo buscan a Geppetto en el mar, los traga la misma ballena. En el vientre de ésta tiene lugar una alegre reunión de Pinocho con su padre, pero pronto se dan cuenta que deben escaparse para seguir juntos a la luz del día y en tierra firme.  (Dicho de otro modo, nuestro viaje espiritual no termina cuando empezamos a reencontrarnos con nuestras profundidades espirituales en nuestros sueños, en nuestras oraciones, o en nuestras meditaciones. El paso siguiente es llevar este estado superior de la conciencia a la vida diaria, y eso suele ser lo más difícil.)

En el cuento, Pinocho tiene un plan. Se le ocurre un modo de escapar que requiere mucha fuerza y valor, y lo consigue. Pero cuando están en medio del mar, Geppetto parece que se va ahogar y Pinocho se sacrifica para salvarle.  (Y esta es precisamente la clave, lo que le va hacer merecedor de ser un niño de verdad; el amor desinteresado. Cuando la necesidad del otro es más importante que la mía, cuando "yo" dejo de ser yo y el centro de mi vida, se abre la puerta que deja paso al milagro.)

Al volver Geppetto en sí en la playa, se encuentra a su lado el cuerpo sin vida de su hijo. Muy afectado se lo lleva a casa y lo deposita en la cama. Pero la acción de amor del niño, dando su vida por su padre, le ha hecho merecedor de ser un niño de verdad. Este resucita y se cumple así su destino; ser un niño verdadero.  (Este cuento es el símbolo de nuestro propio viaje de desenvolvimiento espiritual.)


viernes, 12 de junio de 2015

Acaba el tema... por ahora

C. CONSERVAR Y AUMENTAR EL AMOR
1. ¿El amor necesita algún cuidado? Sí. Como la mayoría de los asuntos humanos, el amor requiere de una serie de atenciones para conservarse en buen estado. Esto es necesario tanto para el amor-sentimiento como para el amor-caridad.
2. ¿Cómo cuidar el amor-sentimiento? Los sentimientos pueden fomentarse o frenarse considerando sus aspectos favorables o negativos. Por ejemplo, el odio se refuerza recordando facetas odiosas de esa persona. Igualmente, el amor-sentimiento crece cuando uno se fija en los puntos positivos que el otro posee. Ver sentimientos.
3. ¿Cómo cuidar el amor-caridad? Las decisiones de la voluntad humana se pueden diluir con el paso del tiempo, y lo mismo sucede con el amor-caridad. Para que esto no suceda, es necesario reiterar la decisión tomada, y ponerla en práctica con una conducta coherente con ella. Por ejemplo, si uno decide estudiar japonés, debe insistir de vez en cuando en su afirmación, y dedicar tiempo al idioma. Igualmente, el amor-caridad necesita ejercitarse, sobre todo con obras de servicio que busquen el bien del amado.
4. ¿Esto es importante en el matrimonio? Sin duda. La decisión de quererse para siempre necesita reafirmaciones, junto a un ejercicio práctico de servirse día a día. Durante el noviazgo, es habitual la actitud de buscar el bien del amado. En el matrimonio conviene mantener este comportamiento.
5. ¿Y el amor a Dios? El amor a Dios necesita igualmente de muchas atenciones. Por ejemplo, es preciso cuidar los actos de piedad, poner el corazón y el pensamiento en el Señor, buscarle, dirigirle frases amables, presentarle ofrendas sinceramente...


jueves, 11 de junio de 2015

Sigue el tema

B. EL AMOR Y EL SEXO
1. ¿El amor y el sexo van unidos? El amor casi nunca implica sexo. Unos hermanos se quieren; una madre ama a sus hijos; un hombre quiere a su empresa y a sus amigos. Incluso en un matrimonio que se aman mucho no piensan habitualmente en el sexo.
2. ¿El sexo contribuye al amor? La respuesta no es sencilla y requiere paciencia. En primer lugar, los placeres sexuales producen gusto y por tanto atracción y deseo de repetirse. Según esto, aumenta el amor-sentimiento hacia quien produce ese gusto. Sin embargo, esto no siempre es bueno moralmente, ni bueno para el amor verdadero. En general, hay dos situaciones:
  • La búsqueda individual de placeres sexuales fomenta el egoísmo y se opone al amor.
  • En los placeres sexuales compartidos, es posible utilizar a la otra persona como objeto que satisface el propio gusto. Aquí hay mucho de egoísmo y poco de buscar el bien del otro, con lo que el amor sale perjudicado. Pero también es posible usar el sexo buscando el bien del otro, y en este caso el amor mejora.
3. ¿Cuándo se usa el sexo buscando el bien del otro? Tampoco es sencillo distinguirlo. Veamos dos casos más claros:
  • El amor mejora cuando se desea el nacimiento de un hijo. Allí se busca un bien para toda la familia: el recién nacido recibe el don de la vida, sus hermanos reciben un hermano a quien amar, y los padres reciben el don de la paternidad -maternidad-. Un hijo siempre es un gran bien del que nadie se arrepiente, aunque haya problemas económicos o de otro tipo.
  • El amor empeora cuando se usa el sexo fuera del matrimonio. Allí se priva a la otra persona de su intimidad y su virginidad, sin otorgarle el don de la maternidad -paternidad-. Hay mucha parte de egoísmo y el amor sale perjudicado.
4. ¿El sexo en el noviazgo no busca el bien de ambos? Consigue placeres para ambos, pero esos placeres no son un bien para ellos (caprichos y gustos no siempre son un bien). Con esos actos pierden intimidad y dignidad, y a cambio no ganan paternidad y familia; sólo gustos. Por tanto es un amor equivocado que sólo consigue gustos a cambio de grandes pérdidas.
5. ¿Por qué se pierde dignidad? La dignidad del hombre en estos aspectos exige varias cosas:
  • El cuerpo humano no debe ser objeto de uso o intercambio (hoy con una persona, mañana con otra). Sólo debe entregarse a alguien cuando previamente hay un compromiso firme, ante testigos (boda) de quererse para siempre.
  • Las facultades generadoras de la persona humana tienen una misión de gran categoría: traer al mundo otros seres humanos. Usarlas únicamente para obtener placeres es impropio de su categoría.

Estas pérdidas de dignidad son bastante claras, y cualquier persona se siente maltratada cuando se da cuenta de que está siendo usada de modo provisional o como objeto que da gusto.

miércoles, 10 de junio de 2015

Ideas claras

EL AMOR
·       A. El mejor amor.
·       B. El amor y el sexo.
·       C. Conservar y aumentar el amor.
A. EL MEJOR AMOR
1. Tipos de amor. Puede hablarse de dos clases de amor:
  • Amor-sentimiento.- Se tiene hacia las personas que resultan agradables a uno y suele decirse que caen bien. Este afecto se debe a algo bueno que poseen, como su sonrisa, su belleza, su dinero, su club de fútbol, su pueblo de nacimiento, etc. Después del pecado original también el mal puede atraernos, pero sería un amor defectuoso.
  • Amor-caridad.- La clásica definición de amor es ésta: Ama a alguien quien desea su bien. Amar es buscar el bien del otro; por ejemplo, prestándole un servicio. Es un cariño más firme que el anterior pues no depende de un variable estado de ánimo. Por esto es posible querer a alguien aunque resulte antipático.
2. ¿El amor-sentimiento y el amor-caridad se oponen? Generalmente se complementan; por ejemplo, es más fácil desear el bien a quien nos resulta amable. Sólamente se enfrentan cuando alguien alimenta en exceso su amor-sentimiento: entonces está tan pendiente de lo que le agrada que su corazón se vuelve egoísta, y olvida el bien de los demás.
3. ¿Se puede amar a quien no se ama y seguir casados? Así lo hace muchísima gente. Normalmente las amistades humanas empiezan con un amor-sentimiento que atrae. Luego la amistad se hace sólida al crecer el amor-caridad. En los matrimonios hay momentos en que los sentimientos fallan, por enfados, divergencias, malentendidos, etc. Pero no se llega a la ruptura (divorcio) porque permanece la lealtad y un fondo de amor-caridad que sigue deseando el bien de la familia. Si se mantiene el esfuerzo de buscar el bien del otro (caridad), normalmente se recupera el amor-sentimiento que facilita mucho las cosas.
4. ¿Cómo se reconoce el amor mayor?
  • En primer lugar ama más quien desea un bien mayor al otro.
  • También hay mayor amor cuando se busca un bien al otro a costa de mayor esfuerzo personal. ("Nadie tiene más amor que quien da la vida por sus amigos").
  • El mayor sacrificio es dar la propia vida, y el mayor bien es el cielo. Por tanto nos ama más quien nos consigue el cielo ofreciendo su vida a cambio. Muriendo en la Cruz.
5. ¿Ama más quien concede muchos caprichos? La obtención de muchos caprichos hace daño a las personas volviéndolas débiles y antojadizas. Por eso quien los otorga no ama realmente pues les perjudica. Sin embargo, quizá piensa hacerles un bien, y puede ser un amor que se equivoca. Igualmente, quien se concede a sí mismo todos los gustos no se ama bien.
6. ¿Hay obstáculos para el amor? Sobre esto puede verse el tema corazón. Resumiendo, los grandes obstáculos para el amor son dos:
  • El odio.- Es lo opuesto al amor-caridad, pues odia a alguien quien desea su mal. La ausencia de amor-sentimiento no equivale al odio: es posible que alguien caiga mal sin desearle ningún daño.
  • El egoísmo.- El egoísta sólo se ama a sí mismo. Y por tanto se ama equivocadamente, porque estropea y empequeñece su corazón que ha sido creado para amar a muchos.

 De: www.ideasrapidas.org

martes, 9 de junio de 2015

Aforismos

Si no conectas con el público, el público se conectará por su cuenta.

Para provocar el sueño lo mejor es tener el sol detrás, pero también ayuda mucho ser monótono.

No hay que castigar más a los presentes que a los ausentes.

La atención no se merece, hay que ganársela.

Si el que habla no pone entusiasmo, no puede pretender que lo ponga el que escucha.


No hay que crearse la obligación de decir más de lo que pueden recibir los que asisten.

domingo, 7 de junio de 2015

La ancianidad

Las hojas del otoño no caen porque quieren sino porque ha llegado su hora.

Bienaventurados aquellos que comprenden mis pasos vacilantes y mis manos trémulas.
Bienaventurados los que no tienen en cuenta mis olvidos, que saben que capto las palabras con dificultad, por eso procuran hablarme más alto y pausadamente.
Bienaventurados los que perciben que mis ojos ya están nublados y mis reacciones son lentas.
Bienaventurados los que desvían su mirada, simulando no haber visto el café que, sin querer, derramo sobre la mesa.
Bienaventurados los que sonríen, me prestan atención y conversan conmigo.
Bienaventurados los que nunca me dicen: “Tú ya me contaste eso varias veces”
Bienaventurados los que me ayudan, con cariño, a atravesar la calle.
Bienaventurados los que me hacen sentir que soy amado y no estoy abandonado, tratándome con respeto.
Bienaventurados los que comprenden cuánto me cuesta encontrar fuerzas para aguantar mi edad y mi cruz.
Bienaventurados los que me amenizan los últimos años sobre la Tierra.
Bienaventurados todos aquellos que me dedican afecto y cariño, haciéndome así, pensar en Dios.
Cuando entre en la Eternidad, me acordaré de ellos junto al Señor!