Opiniones personales. Opiniones ajenas. Mafalda. Otros

sábado, 16 de abril de 2016

Para tener en cuenta

Un campesino cansado de la rutina del campo y de tanto trabajo duro, decidió vender su finca. Como sabía que su vecino era un destacado poeta, le pidió el favor que le hiciera el aviso de venta. El poeta accedió gustosamente. El aviso decía: "Vendo un pedacito de cielo, adornado con bellas flores y verdes árboles, hermosos prados y un cristalino río con el agua más pura que jamás hayan visto".

El poeta tuvo que marcharse por un tiempo, pero a su regreso decidió visitar a sus nuevos vecinos, pensando que aquél hombre del aviso se había mudado. Su sorpresa fue mayor al ver al campesino trabajando en sus faenas. El poeta preguntó: ¡Amigo! ¿No se iba de la finca? El campesino con una sonrisa le respondió: -No mi querido vecino, después de leer el aviso que usted me hizo, comprendí que tenía el lugar más maravilloso de la tierra y que no existe otro mejor...

Moraleja: No esperes a que venga un poeta para hacerte un aviso que diga lo maravillosa que es tu vida, tu hogar, tu familia y lo que con tanto trabajo hoy posees. Dale gracias a Dios porque tienes vida, salud y esperanza de poder seguir luchando para alcanzar tus metas...

"Nacimos para ser Felices, no para ser Perfectos... El amanecer es la parte más bonita del día porque es cuando Dios te dice: " levántate! Te regalo otra oportunidad de vivir y comenzar nuevamente de mi mano". 

Los días buenos te dan FELICIDAD, los días malos te dan EXPERIENCIA, los intentos te mantienen FUERTE, las pruebas te mantienen HUMANO, las caídas te mantienen HUMILDE, pero solo DIOS te mantiene de pie!


viernes, 15 de abril de 2016

Otra reflexión

“¿Tú piensas o eres de los normales?

Esta es la frase que estaba escrita en una determinada ciudad. Dice mucho de lo que está caracterizando a esta sociedad, por desgracia se piensa poco, -aunque quizás no sea muy correcta esta afirmación- porque se da el caso de que hay personas que piensan mucho… pero en ellas, en sus dolores, en su trabajo, en lo que les gusta, en los demás pero solamente para ver lo malos que son y por contraste lo buenas que son ellas; en fin podría seguir enumerando pero me parece que no es necesario.

¿Tú piensas o eres de los normales?, vuelvo al comienzo de estas líneas, hay muchos que no piensan, se alimentan de los programas basuras de la TV o de las revistillas llenas de cotilleos absurdos que a veces van anejas a periódicos serios... ¡y esa es toda su cultura!.


Hay que pensar pero, para pensar bien, hay que alimentar el entendimiento, hay que leer libros que valgan la pena, hay que escuchar a los demás y para esto sobran los móviles usados en exceso, sobran los auriculares permanentes, sobra en pocas palabras el ir a lo mío y los demás… ¡Fomentarnos el afán de Cultura y pensar, que es reflexionar! Esto a mi juicio es lo necesario en los tiempos que nos ha tocado vivir y seamos personas normales de verdad porque piensan; ¡NO al reclamo del cartel! 

jueves, 14 de abril de 2016

El saber no ocupa lugar: La cocaina

1. ¿Qué es la cocaína? La cocaína es una droga alcaloide que se obtiene de las hojas de "erythroxylon coca". Suele llamarse también coca, nieve, pera, farlopa, etc. El crack y la base libre son también formas de cocaína. En la calle la cocaína se vende mezclada con otras substancias (de 10 a 50% de coca).
2. Efectos de la cocaína.- Los efectos de la cocaína dependen de la mezcla, del modo de tomarla y de la respuesta del usuario a la droga. En general, podemos distinguir entre efectos inmediatos y a largo plazo:
Efectos inmediatos de la cocaína:
·        Pupilas dilatadas, escozor en la nariz, garganta seca: dificultad para comer y mucha sed, pérdida de apetito y de sueño. Sensación de euforia, autoconfianza, energía, pues suprime la sensación de cansancio para luego derrumbarse al pasar los efectos. Locuacidad, hablar sin ton ni son. Nervios en tensión, ganas de moverse. Pérdida de dominio propio. Se salta a discutir y pelearse al menor motivo. Ansiedad. Una sola vez basta para tener fuerte deseo de volver a drogarse y repetir los recuerdos de euforia.
Efectos secundarios de la cocaína:
·        efectos físicos: son muy abundantes y variados; problemas de corazón y respiratorios; en el intestino, musculares, y nerviosos; trastornos sexuales, pérdida de olfato, etc.
·        efectos psíquicos: depresión, insomnio, desmotivación, irritabilidad, ansiedad, pánico, comportamiento repetitivo, vívidas alucinaciones, paranoia, psicosis, cambios de personalidad.
·        efectos sociales: la cocaína produce disgustos familiares, inestabilidad laboral, pérdida de capacidades profesionales, actos delictivos, propagación de la droga, aislamiento en grupos de drogadicción. Peleas callejeras, accidentes de tráfico, robos; muchos robos pues es droga cara.
3. ¿Cómo dejar de tomar cocaína? La cocaína disminuye la voluntad y crea fuerte adicción psíquica que hace costoso dejarla. Para conseguirlo se recomienda: tener el tiempo ocupado, cortar con los ambientes de droga y buscar el apoyo de alguien (ver el tema drogas). Pero lo mejor es no empezar a tomarla. Así me insisten varios amigos que dejaron la droga: para dejarlo lo mejor es no comenzar, y para no empezar lo mejor es no ir con gente que se drogue; y no plantearse dudas.


miércoles, 13 de abril de 2016

Otra historia

Había arrancado la vida a 1200 bebés: la muerte de su hija le hizo cambiar su visión del aborto
El doctor Anthony Levatino comenzó a realizar abortos en 1977 en el estado de Nueva York, como parte de su formación en Obstetricia. Tras licenciarse en 1980 continuó practicando abortos, primero en Florida y después en Nueva York. Ha practicado 1.200 abortos. Por entonces era partidario de los "derechos de la mujer", aunque reconoce que a veces le pesaba en la conciencia realizar ciertos tipos de aborto. 

La muerte de su hija le ayudó a abrir los ojos ante las atrocidades que había cometido. Ahora ha cambiado su forma de pensar y se arrepiente.

En el testimonio que el doctor ofreció para el portal
Pro Life Action, cuenta que eliminó a bebés hasta de 24 semanas mediante técnica de envenenamiento por solución salina u otros métodos más terribles como el que se esconde bajo las siglas “D y E” (dilatar el cérvix y extraer al bebé hecho trozos).

"Sé que he hecho cientos de procedimientos… con las pinzas en la mano, introduciéndome en el útero de alguien y arrancando a un bebé”, dice con arrepentimiento.

Practicar abortos sale rentable
¿Por qué los médicos realizan abortos?, se pregunta Anthony. Sin dudarlo reconoce que "en primer lugar lo hacen por dinero y aplastando la propia conciencia bajo un discurso que desconoce los derechos del no nacido, su calidad de ser humano desde el momento de la concepción".

“Es rentable, sí, ¡hay mucho dinero en esto! Obtienes mucho dinero haciendo abortos… He escuchado muchas veces a otros obstetras decir: Bueno, yo no soy realmente pro aborto, estoy a favor de la mujer", dice.

"¿Cuántas veces hemos escuchado esto?... Que de alguna manera la destrucción de una vida es para apoyar a la mujer. Una gran cantidad de ginecólogos usan esa justificación para sí mismos. Yo solía hacerlo. No es difícil convencerse de ello. Durante mi residencia de obstetricia (formación en la especialidad), al menos una o dos veces a la semana me correspondía hacer hasta seis abortos en una mañana usando la técnica de aspirado conocida como D & C", recuerda.

Este es un procedimiento también conocido como de “succión y curetaje”. Dilatan la cérvix de la madre hasta que está lo suficientemente ancha como para introducir una cánula en su útero. La cánula es un tubo plástico hueco que se conecta a un tipo de bomba al vacío mediante una manguera flexible. 
Quien está realizando el aborto desplaza la punta de la cánula por la superficie del útero causando que el bebé se despegue y sea absorbido por la bomba, ya sea completo o en pedazos. El líquido amniótico y la placenta se extraen de igual modo por ese tubo. Cualquier parte que haya quedado en el interior de la madre es raspada del útero por un instrumento llamado cureta.

Después de esto, se le da otra pasada al útero con la máquina que succiona, para asegurarse de que ninguna parte de la criatura quedó dentro de la madre.

Remordimiento de conciencia
Al realizar estos procedimientos “tuve algunas complicaciones, como todo el mundo. Úteros perforados, sangrados, infección… Sólo Dios sabe cuántas de esas mujeres son ahora estériles”, reconoce el profesional.

En especial vivía “un conflicto tremendo”, dice, al practicar la técnica de inyectar una solución salina a la madre. “Veías nacer un bebé entero (muerto por envenenamiento y buena parte de su cuerpo quemado)... y a veces estaban vivos. Era algo aterrador que me revolvía el estómago y afectaba mi vida…

La contradicción interior era brutal, pues desde hacía algún tiempo el doctor Levatino y su esposa habían descubierto que eran infértiles. Llevaban dos años casados y anhelaban ser padres. “Empezamos a buscar desesperadamente un bebé para adoptar, cuando yo estaba tirando a la basura a razón de nueve o diez bebés a la semana…”

Es un ser humano
Normalmente la práctica profesional de un obstetra incluye ayudar y acompañar a las personas que desean ser padres. Una máquina de ecografía es una herramienta habitual, de la cual se sirven para esa tarea que busca el cuidado de la salud de la madre y del ser humano que se va gestando en su vientre. Levantino tiene la certeza de que "no es un mero ´producto´ lo que habita en el vientre de una madre".

Como médico sabes que son niños; que se trata de seres humanos con brazos, piernas, cabeza y que se mueven, son muy activos… Cada vez que escaneas hacia abajo en el útero de alguien lo reafirmas. ¡Porque ves los niños allí, corazones palpitantes, brazos alzándose! No hay mejor noticia para mí que mostrar un latido del corazón y decir: Su bebé está bien. Como ginecólogo lo haces continuamente… Y entonces, una hora más tarde, cambias tu ropa, entras en una sala de operaciones y haces un aborto. Si tienes algo de corazón, te afecta”.

Ser padre le hizo recapacitar
Finalmente y después de pasar por varias agencias de adopción sin éxito, Levatino y su esposa decidieron contactar personalmente a los 45 obstetras de la ciudad confiando en que alguno de ellos tuviera información de “un bebé disponible para adopción privada”. Tras cuatro meses de espera, la estrategia dio resultado. “Un día recibimos una llamada, nunca olvidaré ese día. Tres días después habíamos adoptado una saludable niña pequeña. Estábamos felices. La llamamos Heather”.
Tras graduarse, Anthony se asoció con un ginecólogo que era conocido por su habilidad en la técnica de abortos “D&E”,  que extrae los bebés a trozos. El negocio crecía y en paralelo la familia también, pues contra todo pronóstico la esposa quedó embarazada y nació un hijo.

Anthony no estaba cómodo con su trabajo, pero necesitaba el dinero -se dijo a si mismo-, y así permaneció en ese negocio oscuro los años siguientes…

Una muerte que vale por todas las demás
Fueron alrededor de 1200 los abortos en cinco años que realizó el médico obstetra Anthony Levatino. Pero hubo un hecho en su vida que lo cambió todo: la muerte de Heather.
La vida parecía idílica para Anthony y su esposa. La desgracia ocurrió el 23 de junio de 1984. "Tenía turno ese día, pero estaba aún en casa con algunos amigos antes de partir", cuenta el médico. Los hijos de todos ellos jugaban en el fondo del patio. “A las 7:25 de la noche, oímos el chirrido de los frenos enfrente de la casa. Corrimos fuera y Heather yacía en la carretera. Hicimos todo lo que pudimos, pero ella murió. Cuando pierdes un hijo, tu hijo, la vida es muy diferente. Todo cambia. De repente, la idea que tenías de la vida de una persona se vuelve muy real. No es un curso de embriología más. No es sólo un par de cientos de dólares. Es la cosa real. Es a tu hija a quien entierras"…

Después de ver morir y enterrar a su hija de seis años, sólo pensar en tomar las armas para eliminar vidas humanas era una tortura para este ginecólogo. “Yo perdí a mi hija, alguien precioso para mí, y ahora iba a tomar al hijo de alguien destrozándolo, desgarrándolo desde su vientre. Estaría matando al hijo de alguien. Me empecé a sentir como un asesino a sueldo. Eso es exactamente lo que era…”

A partir de este momento, Anthony abandonó toda práctica de aborto y desde el fallecimiento de Heather comenzó a dar su testimonio en defensa de la vida en diversos medios de comunicación y conferencias públicas que están disponibles online y en sitios web como Pro Life Action League,
Priests For Life, Life News y Portaluz.


lunes, 11 de abril de 2016

No precisa comentario

Aquella podría ser una mañana más, como cualquier otra. Una persona baja en el Metro de Nueva York, vistiendo jeans y camiseta.  Se para cerca de la entrada, saca el violín de la caja y comienza a tocar con entusiasmo para la multitud que pasa por ahí, en la ‘hora pico’ del día. Tocó durante 45 minutos, y fue prácticamente ignorado por todas las personas que pasaron.

Nadie sabía que el músico era JOSHUA BELL, uno de los mejores violinistas del mundo, ejecutando piezas musicales consagradas, con un instrumento rarísimo, un Stradivarius de 1713, estimado en más de 3 millones de dólares.

Algunos días antes, Bell había tocado en el Symphony Hall de Boston, donde las entradas costaron más de mil dólares.
La experiencia en el Metro, grabada en video, muestra hombres y mujeres de andar ligero, taza de café en la mano y celular al oído… INDIFERENTES AL SONIDO DEL VIOLÍN.

La iniciativa, realizada por The Washington Post, era la de lanzar un debate sobre valor, contexto y arte.

La conclusión es que estamos acostunbrados a dar valor a las cosas, cuando están en un contexto. Bell en el Metro, era una obra de arte sin marco. Un artefacto de lujo, sin etiqueta del diseñador.

Este es un ejemplo de tantas cosas que pasan en nuestras vidas, que son únicas, singulares y que no les damos importancia, porque no vienen con la ‘etiqueta de precio’. Al final, lo que tiene valor real para nosotros, es lo que el mercado dice que podemos tener, sentir, vestir o ser…

Nuestros sentimientos y nuestra apreciación de belleza, están siendo manipulados por el mercado, por los medios de comunicación y por las instituciones que tienen poder financiero.  Lamentablemente, estamos dando valor solamente aquello que está con etiqueta de precio.
Una empresa de tarjetas de crédito está invirtiendo hace algún tiempo, en propaganda donde, después de mostrar varios ítems, con sus respectivos precios, presenta una cena de afecto, de alegría e informa: “NO TIENE PRECIO”.

Y es eso lo que precisamos aprender, a valorar aquello que no tiene precio, porque no se compra. No se compra la amistad, el amor, el afecto. No se compra cariño, dedicación. No se compra el rayo de sol, ni las gotas de lluvia. 
                                  
La canción del viento que pasa silbando por el tronco hueco de un árbol, es gratis. El aire que respiramos, la brisa, el verde de los árboles y el colorido de las flores, nos es dado por Dios, gratuitamente.

Pensemos en esto y aprovechemos más todo lo que está a nuestro alcance, sin precio, sin patente registrada, sin etiqueta de diseñador .
Desde hoy, seamos agradecidos a lo que nos es ofertado gratuitamente y seamos felices, mientras el día nos sonríe y el sol despliega luz en nuestro corazón apasionado por la vida.


domingo, 10 de abril de 2016

Reflexión sobre la verdad

He leído una frase hoy que a mi juicio es muy oportuna, viene del cardenal arzobispo de Viena: “No hay misericordia sin verdad, pero hay que decir la verdad sin herir”.

Pienso que es muy acertada porque la crisis de la sociedad actual viene precisamente del temor a decir la verdad; los padres temen decir la verdad a sus hijos porque temen su reacción, los empleados a los jefes y así sucesivamente. Añadamos que el relativismo coloca al mismo nivel la verdad y la mentira; todo se somete a un subjetivismo absurdo, “mi verdad, tu verdad, las cosas son como yo las veo… y mientras la verdad que es objetiva y por lo tanto está fuera de nosotros y no depende de lo que yo vea o deje de ver, es la que sufre un olvido total con las consecuencias que están a la vista.


Hay un santo actual que dice: “Nunca quieres agotar la verdad.- Unas veces por corrección. Otras –las más- por no darte un mal rato. Algunas, por no darlo. Y, siempre, por cobardía. Así, con ese miedo a ahondar…”. Es conveniente que no nos engañemos, detrás de ese miedo a la verdad se esconde mucha comodidad con distintos ropajes: contemporizar, consensuar, apertura y un largo etc. que se puede sintetizar en una sola palabra: cobardía.