Opiniones personales. Opiniones ajenas. Mafalda. Otros

sábado, 25 de octubre de 2014

La sabiduría de saber aprovechar

Cuentan que en la carpintería hubo una vez una extraña asamblea. Fue una reunión de herramientas para arreglar sus diferencias. El Martillo fue nombrado Director de Debates, pero la asamblea le notificó que tenía que renunciar: La causa, ¡hacía demasiado ruido! Y se la pasaba el tiempo golpeando.

El Martillo aceptó la culpa, pero pidió que también fuera expulsado El Tornillo, dijo que había que darle muchas vueltas para que sirviera de algo. Ante el ataque El Tornillo aceptó también, pero a su vez pidió la expulsión del Papel de Lija. Hizo ver que era muy áspera en el trato y siempre tenía fricciones con los demás. Y La Lija estuvo de acuerdo, a condición de que fuera expulsado El Metro que siempre se la pasaba midiendo a los demás según su medida, como si fuera el único perfecto.

En ese momento entró el carpintero, se colocó el delantal e inició su trabajo. Utilizó El Martillo, El Papel de Lija, El Metro, y el Tornillo. Finalmente, la tosca madera inicial se transformó en un lindo mueble.

Cuando la carpintería quedó nuevamente sola, la asamblea reanudó su deliberación, fue entonces cuando tomó la palabra el Serrucho y dijo: Señores ha quedado demostrado que tenemos defectos, pero el carpintero trabaja con nuestras cualidades. Eso nos hace valiosos. Así que no pensemos ya en nuestros puntos malos y concentrémonos en la utilidad de nuestros puntos buenos. La asamblea encontró entonces que El Martillo era fuerte, El Tornillo unía y daba fuerza, La Lija era especial para afinar y limar asperezas y observaron que El Metro era preciso y exacto.

Moraleja: Todas las personas tienen cualidades y defectos, la educación y la formación es potenciar las primeras para que los defectos no tengan mucho protagonismo. El buen jefe, el buen formador tiene que saber sacar partido de todas las personas a su cargo


viernes, 24 de octubre de 2014

Siempre la VIDA

Es curioso que se utilice esta expresión: "pensamiento único" para criticar la postura del adversario político, sea del signo que sea, asumiendo que tiene el monopolio de los medios para establecer y comunicar ese pensamiento.

Pero más allá de las divergencias políticas, hay cuestiones en las que todos los partidos establecidos, e incluso los que quieren llegar a establecerse y de momento se auto-atribuyen poco menos que la impecabilidad, parecen estar de acuerdo. Son esas cuestiones sociales que se consideran axiomas indiscutibles y a las que la omnitolerante democracia no puede menos que no tolerar. Entre ellas está el aborto, en el que parecen unirse en extraño maridaje polos que en principio parecen opuestos pero que a la hora de la verdad, no lo son tanto.

La aceptación social del aborto, dijo Julián Marías, es "la gran perversión de nuestro tiempo"; a mi modo de ver, uno de las enfermedades más graves de la civilización occidental. No conozco abolicionistas del aborto que quieran criminalizar a las mujeres, no se trata de una guerra entre hombres y mujeres, ni entre creyentes o ateos. Se trata de una guerra entre seres humanos gestantes y otros que tienen la capacidad de que dejen de serlo: entre quienes ponemos la vida por delante de la libertad, y los que ponen la libertad por delante de la vida cuando se trata de vidas humanas, aunque paradójicamente pongan la vida por delante de la libertad cuando se trata de vidas animales.

Como todo axioma indiscutible, no cabe la disidencia cuando hablamos del aborto. Quien no quiera aceptarlo mejor que se calle y que, en todo caso, aparque su opinión contraria a la esfera de la intimidad casera. ¡Hablar en público va contra la ley!, y eso lo dicen, precisamente, quienes defienden como supremo bien ¡la libertad de expresión! Me gustaría ver a esos devotos del librepensamiento defender con toda energía a quien declara posiciones que no comparten.

Si resulta enfermizo que la sociedad actual acepte una barbaridad como el aborto, parece que todavía es más preocupante querer silenciar a quien no está de acuerdo. Si vivimos en una sociedad libre no podemos menos que aplaudir que alguien tenga la gallardía de decir lo que piensa aunque contravenga la corriente dominante. Más aún, cuando está defendiendo la vida de quienes no tienen voz para defenderse.


jueves, 23 de octubre de 2014

Historias que hacen pensar

Según datos de ACNUR del pasado 11 de septiembre, unas 20.000 personas se han refugiado en la ciudad ucraniana de Zaporiyia, muchas con discapacidad y heridas tras los combates.

Pocos refugiados que llegaban a ese lugar, saben que parte del alimento, sillas de ruedas, medicinas y otros enseres que reciben es fruto del trabajo de una joven ucraniana emigrante, Valentyna Pavsyukova, y la organización humanitaria Chalice of Mercy (www.chaliceofmercy.org, "Cáliz de la Misericordia") que ella, con el apoyo de amistades, fundó el año 2007 en Estados Unidos.

Valentyna emigró a Medford (USA) desde Ucrania el año 2002. Tenía 18 años, sabía algo de cosmetología, casi nada de inglés y su primer trabajo fue en Black River Industries, empresa cuya política laboral involucra promover -ofertando trabajo- a personas con discapacidad. Sería un aprendizaje significativo para la joven emigrante y determinante en su futuro…

Trabajar con discapacitados le dio perspectiva
“En Ucrania -comenta la joven- nunca ves a las personas con discapacidad en público. No son considerados por las instituciones; sus familiares se avergüenzan de ellos y los ven casi como una maldición. Es parte de una mentalidad. Sin embargo, ahí estaba yo, en Medford, trabajando con personas que tenían severas discapacidades, y ellas cuidaban de mí, ayudándome cuando no podía entender algunas cosas en inglés. Esta fue mi primera gran conversión”.

En su infancia, sólo la abuela tenía fe
Valentyna había crecido sin experimentar la fe, debido a los devastadores efectos de la persecución religiosa y la ideologización atea comunista, que incluso se prolongaron tras la caída del Muro de Berlín, en 1989.

Su única raíz espiritual la representaba su abuela a quien aún considera “la persona más santa del mundo”.

Ella había hecho bendecir, precisa la joven nieta, un ícono de la Santísima Virgen María y Jesús que luego colocó en su dormitorio.

“Un día, cuando era pequeña, me dijo: «Debo enseñarte el Padre Nuestro para que lo reces cuando lleguen a tu vida los tiempos difíciles»”.

Aquellas palabras, cobraron sentido cuando estaba en Medford.

martes, 21 de octubre de 2014

Conocer a Pablo VI

Giovanni Battista Montini Alghisi;nació en Concesio, el 26-IX-1897 y muere en Castelgandolfo el 6-VIII-1978) Papa romano (1963-1978). Ordenado sacerdote en 1920, estudió diplomacia en Roma, entrando a formar parte de la secretaría de Estado vaticana en 1923, tras un breve paso por la nunciatura de Varsovia. Como consiliario eclesiástico de la Federación universitaria tomó parte en los conflictos de esta organización con el régimen de Mussolini. Durante la guerra, llevó a cabo una importante labor al frente de la Comisión pontificia de asistencia. Nombrado arzobispo de Milán en 1954. Fue el primer cardenal nombrado por el papa Juan XXIII, con quien colaboró estrechamente en la organización del concilio Vaticano II.

A la muerte del pontífice le sucedió como tal y dio continuidad a la renovación emprendida en la Iglesia. En 1965 pronunció un importante discurso ante la Asamblea general de la ONU, hechos que constituyeron los primeros hitos de una serie de viajes pastorales en el marco de una amplia política ecuménica y de acercamiento a los problemas del mundo. Publicó encícicas muy importantes y de gran repercusión, entre otras Sacerdotalis coelibatus y Humanae vitae, Ecclesiam suam y Populorum progressio.

A raíz de la curación milagrosa de un niño no nacido, el Papa Francisco aprobó su Beatificación que ha tenido lugar en Roma el día 19 de Octubre de 2014, con ella se clausuró el Sínodo extraordinario de la familia.
Pensamientos

La dignidad del hombre requiere que obre según su libre elección, sin ninguna coacción externa.

No desprecies el recuerdo del camino recorrido. Ello no retrasa vuestra carrera, sino que la dirige; el que olvida el punto de partida pierde fácilmente la meta.

La vida no pertenece al hombre. Le sobrepasa porque ha sido recibida de Dios. Es sagrada. Ningún hombre puede disponer de ella a su antojo.

Si quieres la paz, lucha por la justicia.


Se puede pecar contra la verdad lo mismo por omisiones calculadas como por informaciones inexactas.

lunes, 20 de octubre de 2014

Cerrar capítulos

Siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida, si insistes en permanecer en ella, más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría, hay que
Cerrar círculos, o puertas, o capítulos.  Como quieras llamarlo, lo importante es poder cerrarlos,  dejar ir momentos de la vida que se van clausurando
¿trabajo?, ¿Se acabó la relación?, ¿Debe irse de viaje?, ¿La amistad se acabó? ¿Ya no eres un niño? Puede pasarse algún tiempo de su presente "repasando" los “porqués”, rebobinando el casette para tratar de entender por qué sucedió tal o cual hecho. 

El desgaste sería infinito porque en la vida, usted, yo, su amigo, sus hijos, sus hermanos, todos estamos abocados a ir cerrando capítulos, a pasar la hoja, a terminar con etapas o con momentos de la vida y seguir adelante. No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos por qué. Lo que sucedió, sucedió, y hay que soltar, hay que desprenderse. No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros.

No ¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir! Por eso a veces es tan importante destruir recuerdos, regalar pertenencias, tirar documentos, vender o regalar tus libros. Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación. Dejar ir, soltar, desprenderse. En la vida nadie juega con las cartas marcadas, y hay que aprender a perder y a ganar. Hay que dejar ir, hay que pasar la hoja, hay que vivir con sólo lo que tenemos en el presente! El pasado ya pasó.

No espere que le devuelvan, no espere que le reconozcan, no espere que alguna vez se den cuenta de quién es usted. Suelte el resentimiento, no le de vueltas al asunto, lo único que consigue es dañarse mentalmente, envenenarse, amargarse.

La vida está para seguir adelante, nunca para atrás. Porque si usted anda por la vida dejando "puertas abiertas", “por si acaso”, nunca podrá desprenderse, ni vivir lo de hoy con satisfacción. Noviazgos o amistades que no clausuran, posibilidades de "regresar" (a qué?), necesidad de aclaraciones, palabras que no se dijeron,  silencios que lo invadieron

¡Si puede enfrentarlos ya y ahora, hágalo!, si no, déjelo ir, cierre capítulos. Dígase a usted mismo que no, que no vuelve. Pero no por orgullo ni soberbia. Usted ya no es el mismo que se fue. Cierre la puerta, pase la hoja, cierre el círculo. Ni usted será el mismo, ni el entorno al que regresa será igual, porque en la vida nada se queda quieto, nada es estático. Es por salud esencial, por amor a usted mismo; desprender lo que ya no está en su vida. Recuerde que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo, nada es vital para vivir porque:  cuando usted vino a este mundo 'llegó' sin ese adhesivo, por lo tanto es "costumbre" vivir pegado a él, y es un trabajo personal aprender a vivir sin él, sin el adhesivo humano o físico que hoy le duele dejar.

Es un proceso de aprender a desprenderse y humanamente se puede lograr porque, le repito, nada ni nadie nos es indispensable!  Por eso cierre, clausure, limpie, tire, oxigene, despréndase, sacuda, suelte. Hay tantas palabras para expresar esa salud esencial Y cualquiera que sea la que escoja, le ayudará definitivamente a seguir para adelante con confianza. ¡Esa es la vida!

Paulo Coelho.






domingo, 19 de octubre de 2014

Esperemos que lo corrijamos a tiempo


No sé si ocurrirá alguna vez, espero que no, pero tal vez podríamos pensar si no nos estamos pasando cuatro pueblos con esto de la informática. Las personas necesitamos hablar, leer, pensar para aprender a dar a cada cosa su importancia y su lugar en esta vida.