Opiniones personales. Opiniones ajenas. Mafalda. Otros

sábado, 20 de julio de 2013

Vuelvo con la felicidad


Miles de velas pueden encenderse con una sola vela, y la vida de la vela no se acortará. La felicidad nunca disminuye si es compartida. Buda

Hacer felices a otros hombres: no hay nada mejor ni más bello. Ludwing van Beethoven

La felicidad está donde uno la pone. Honoré de Balzac

Si quieres comprender la felicidad, tienes que entenderla como recompensa y no como fin.     Antoine de Saint-Exupéry

Después de haber recorrido el mundo entero en busca de la felicidad, te das cuenta de que estaba en la puerta de tu casa. Proverbio africano

 

viernes, 19 de julio de 2013

Historia


Fauzia (pongamos que así se llamaba) quería abrazar la fe católica. Pero si vives en Paquistán, si eres una mujer que nació y creció en una familia islámica y te casaste con un hombre musulmán, la cosa se vuelve espantosamente complicada.

«Quiero ser cristiana y lo lograré»
Ella, de 42 años, licenciada con cuatro hijos, hace algunos años quedó soprendida al conocer a una mujer occidental en una tienda en la ciudad de Lahore. Se hicieron amigas. Esa mujer tenía una luz particular: le contó qué era el cristianismo. Pero Fauzia se quedó sorprendida sobre todo por el estilo de vida de su nueva amiga.

La paliza del marido...
A partir de ese día empezó a bombardearla con preguntas. Un día, la mujer occidental se fue. Entonces, Fauzia tomó una decisión: «Quiero ser cristiana y lo lograré». Tuvo la mala idea de decírselo a su marido. Sufrió una paliza.

«¿Cristiana?Te matamos»
Según fuentes locales de Vatican Insider, incluso sus familiares se enfadaron con ella: «Si se te ocurre hacer algo parecido, te matamos», le dijeron.

Hace un año, sopresivamente, su esposo murió. Fauzia quedó viuda y con cuatro hijos (de 10, 12, 15 y 18 años). Entonces, viendose más libre, comenzó a dialogar con sus hijos. Al final todos juntos decidieron que se convertirían al cristianismo. Quedaba solo una posibilidad: huir, desaparecer.

Huir de Pakistán
Había llegado el momento de llamar a ese número que la amiga occidental le había dejado. La viuda y sus cuatro hijos escapan de noche, como ladrones. En realidad, el verdadero ladrón era un Estado que te prohíbe ser libre.

Un país en el que cada año alrededor de 700 mujeres cristianas son secuestradas, violadas y obligadas a convertirse al Islam. Ahora, Fauzia y sus hijos viven en Filipinas. Tienen una casa, ella trabaja y ellos estudian. Una vida normal. Justamente la que no pueden tener los cristianos en Paquistán.

jueves, 18 de julio de 2013

Aportación al Año de la Fe


 108. ¿Por qué Jesús manifiesta el Reino mediante signos y milagros?
 Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica, 547-550 y 567

Jesús acompaña su palabra con signos y milagros para atestiguar que el Reino está presente en Él, el Mesías. Si bien cura a algunas personas, Él no ha venido para abolir todos los males de esta tierra, sino ante todo para liberarnos de la esclavitud del pecado. La expulsión de los demonios anuncia que su Cruz se alzará victoriosa sobre «el príncipe de este mundo» (Jn 12, 31).
 Hace falta que conozcamos bien la vida de Jesús, que la tengamos toda entera en la cabeza y en el corazón, de modo que, en cualquier momento, sin necesidad de ningún libro, cerrando los ojos, podamos contemplarla como en una película (...).
Si obramos así, si no ponemos obstáculos, las palabras de Cristo entrarán hasta el fondo del alma y nos transformarán" (San Josemaría Escrivá de Balaguer, Es Cristo que pasa, n. 107).


 De los muchos acontecimientos de los tres años de vida pública de Jesús se pueden destacar:
el bautismo en el Jordán,
las tentaciones en el desierto,
 la predicación sobre el Reino de Dios,
 la transfiguración en el monte Tabor,
la subida a Jerusalén,
su entrada mesiánica en la Ciudad Santa
y los misterios finales de la Pasión y muerte para redimir a los hombres.

 Con el bautismo comienza la vida pública del Señor. Fue el momento de la manifestación de Jesús ante el pueblo de Israel como el Mesías prometido del Antiguo Testamento y como el Hijo de Dios igual al Padre. El bautismo de Cristo nos recuerda nuestro bautismo. Después de ser bautizado por Juan, Jesús se retiró al desierto para rezar, permitiendo ser tentado por el diablo.
Las respuestas al tentador ponen de manifiesto la identificación filial con el designio de salvación querido por Dios, su Padre. La Iglesia celebra cada año la cuarentena de Jesús en el desierto, venciendo con su penitencia las tentaciones del diablo para darnos ejemplo.

Jesús vino al mundo a predicar el Reino de Dios y fundar la Iglesia.
De esta predicación son especialmente significativos el Sermón de la Montaña y las parábolas, confirmando su misión con la santidad de vida y los milagros. Desde el comienzo de la vida pública, Jesús eligió doce apóstoles para estar con Él y asociarlos a su misión.

Jesús se transfiguró en presencia de sus discípulos predilectos: Pedro, Santiago y Juan, para fortalecer la fe de los Apóstoles ante la proximidad de la Pasión. Según la tradición sucedió en el monte Tabor.
Jesús sube a Jerusalén voluntariamente, dispuesto a morir. La entrada mesiánica en Jerusalén, que celebramos el Domingo de Ramos, manifiesta la venida del Reino que el Rey-Mesías -recibido en su ciudad por los niños y por los humildes de corazón- va a llevar a cabo con su muerte y resurrección.

"Viendo Jesús que llegaba su hora de pasar de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin" (Juan 13,1). Entonces desahogó su corazón en un largo discurso, que sirve de marco:
al lavatorio de los pies, dándoles ejemplo de humildad y de servicio;
al mandamiento nuevo del amor, que les confía;
a la institución de la Eucaristía y del sacerdocio ("Haced esto en memoria mía" (Juan 22,19);
a la promesa del Espíritu Santo;
a la oración sacerdotal, que abre la perspectiva de la gloria de la Cruz,

Cada cristiano debe conocer y reproducir en sí mismo la vida de Jesucristo.

Mucho le ayudará el leer y meditar la Sagrada Escritura, de dónde sacará continuas lecciones para el seguimiento de Jesús, que nos marca el camino de la santidad en la vida ordinaria de la familia y del trabajo.
Lee todos los días algún pasaje del Evangelio sobre la vida de Jesús, meditándolo.
Jesús es nuestro modelo en todo; imita la vida de Cristo en tus relaciones con los demás hombres.

miércoles, 17 de julio de 2013

Conocer a Agustin de Hipona (II)


Reza como si todo dependiera de Dios. Trabaja como si todo dependiera de ti.

La medida del amor es amar sin medida.

Da lo que tienes para que merezcas recibir lo que te falta.

Los que no quieren ser vencidos por la verdad, son vencidos por el error.

"En la caridad el pobre es rico, sin caridad todo rico es pobre."

Errar es humano; perseverar el error es diabólico."

"Ante todo debéis guardaros de las sospechas, porque éste es el veneno de la amistad."

Ama a los hombres y odia sus vicios.

Conócete. Acéptate. Supérate.

martes, 16 de julio de 2013

Conocer a Agustín de Hipona (I)




Nació el 13 de noviembre de 354 en Tagaste. Agustín fue maniqueo y orador imperial en Milán. A los diecinueve años, la lectura de Hortensius de Cicerón despertó en la mente de Agustín el espíritu de especulación y así se dedicó de lleno al estudio de la filosofía, ciencia en la que sobresalió. Durante esta época el joven Agustín conoció a una mujer con la que mantuvo una relación estable de catorce años y con la cual tuvo un hijo: Adeodato.
En su búsqueda incansable de respuesta al problema de la verdad, Agustín pasó de una escuela filosófica a otra sin que encontrara en ninguna una verdadera respuesta a sus inquietudes. Finalmente abrazó el maniqueísmo creyendo que en este sistema encontraría un modelo según el cual podría orientar su vida. Varios años siguió esta doctrina y finalmente, decepcionado, la abandonó al considerar que era una doctrina simplista que apoyaba la pasividad del bien ante el mal.
Sumido en una gran frustración personal decidió, en 383, partir para Roma, la capital del Imperio romano. Su madre quiso acompañarle, pero Agustín la engañó y la dejó en tierra (cf. Confesiones 5,8,15). En Roma enferma de gravedad. Tras restablecerse, y gracias a su amigo y protector Símaco, prefecto de Roma, fue nombrado "magister rhetoricae" en Mediolanum (la actual Milán).

En 385 Agustín se convirtió al cristianismo. En 386 se consagró al estudio formal y metódico de las ideas del cristianismo. Renunció a su cátedra y se retiró con su madre y unos compañeros a Casiciaco, cerca de Milán, para dedicarse por completo al estudio y a la meditación. El 24 de abril de 387, a los treinta y tres años de edad, fue bautizado en Milán por el santo obispo Ambrosio. Ya bautizado, regresó a África, pero antes de embarcarse, su madre Mónica murió en Ostia, el puerto cerca de Roma. Agustín murió en Hipona el 28 de agosto de 430 durante el sitio al que los vándalos de Genserico sometieron la ciudad durante la invasión de la provincia romana de África. 


*La fortaleza es el amor que todo lo soporta por el objeto de sus amores. (Agustín de Hipona)
*La paciencia nos hace soportad los males con buen ánimo. (Agustín de Hipona)

*Buscad lo que basta. Y no queráis más. Lo demás es agobio, no alivio; apesadumbra, no levanta. (Agustín de Hipona)
*Ama y haz lo que quieras. Si callas, callarás con amor; si gritas, gritarás con amor; si corriges, corregirás con amor, si perdonas, perdonarás con amor.

*Dios no manda cosas imposibles, sino que, al mandar lo que manda, te invita a hacer lo que puedas y pedir lo que no puedas y te ayuda para que puedas.

 

domingo, 14 de julio de 2013

Señales

Se cuenta que un viejo árabe, analfabeto, oraba con tanto fervor y con tanto cariño cada noche que cierta vez el poderoso jefe de una gran caravana lo llamó a su presencia y le preguntó:

- ¿Por qué oras con tanta fe? ¿Cómo sabes que Dios existe cuando ni siquiera sabes leer?
El viejo respondió: - Gran señor, conozco la existencia de Dios por las señales que nos muestra. - ¿Cómo así? -indagó el jefe con algo de  sorpresa.

El humilde siervo le explicó: - Cuando Ud. recibe una carta de alguna persona ausente ¿Cómo sabe quién la escribió?
- Por la letra, respondió el jefe.

-        Cuando Ud. recibe una joya, ¿Cómo obtiene información acerca de la persona que la elaboró? - Por la firma del orfebre, volvió a responder el jefe.
-        El viejo sonrió y agregó: Cuando oye pasos de animales alrededor de la tienda  ¿Cómo sabe, después, si fue un carnero, un caballo o un buey?

-        - Por las huellas -  Respondió el jefe, sorprendido.
-        Entonces, el viejo creyente lo invitó a salir de la barraca y, mostrándole el cielo, donde la Luna brillaba rodeada por multitudes de estrellas, exclamo respetuosamente: Señor, aquellas señales, allá arriba no pueden ser de los hombres!

-        En ese momento, el orgulloso jefe de la caravana comenzó a orar también.
-        Dios, aunque invisible a nuestros ojos, nos deja señales en todas partes:

-        Por eso tenemos que agradecer a Dios ló que nos da gratuitamente: la salud, el bienestar, el sufrimiento que también es bueno si ló sabemos aprovechar
-        Te confieso sinceramente; no siempre he sabido cómo actuar, qué hacer, a dónde ir.
Sin embargo, sigo teniendo fe.
Te doy gracias, porque me has iluminado, porque me has levantado, porque has perdonado mis errores.


-        Te doy gracias, Señor, por mis amigos y por todo aquello  que ignoro.

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