El Pirómano y el bombero

Hace unos días me hicieron ser consciente que, todos llevamos dentro estas dos figuras, el primero va encendiendo fuegos, de cualquier cosa hace un drama y le echa todo el material que puede para que aquello arda, siembra sospechas o hechos reales que a veces es mejor callar pensando en la paz familiar, pero no, el piròmano agita el fuego todo lo que puede, ajeno al peligro que corre de que una corriente de aire lo puede volver contra él.

El bombero sin embargo pone todos sus esfuerzos en apagar los fuegos que van surgiendo. Probablemente el piròmano encuentre placer en ello, pero decididamente es mejor y mas noble ser bombero. Empeñarse en quitarle importancia a las cosas, procurar siempre la paz, no formar parte del problema sino de la solución; sembrar serenidad, buen humor que, siempre son aditamentos que facilitan y hacen grata la convivencia.

En estas fiestas que se avecinan, me parece que son una buena ocasión para empezar a poner en práctica esta faceta de bombero; surgirán roces, discusiones, rechacemos la tentación de alimentarlas echando a veces en la hoguera las ramas y troncos secos de nuestro posible rencor o amargura. El primer o la primera perjudicada es quien lo hace, porque a la felicidad no se va por ese camino; por esa vía sólo se llega a la soledad y a la amargura.

¡¡Empéñate en ser bombero!!

Continuación del decálogo para descansar

Aprendiendo a descansar II

6. Cuida las horas de sueño y su calidad. Las noches suelen ser reflejos del propio día, quizás por eso nos tenemos que empeñar en tener unas vacaciones lo mas sosegadas posibles, echarse Km para el cuerpo solo contribuye al strees. Foméntate la calma y la serenidad.

7. Empatiza y simpatiza. Tiende puentes hacia los demás. Disfruta con la comunicación, no te encierres en tus cosas, ¡ábrete a los demás!. Piensa en ellos, en como hacerle la vida mas fácil, te sorprenderá el resultado.

8. Si aprendes a reírte de ti mismo, nunca te faltarán motivos para hacerlo, y ¡tendrás diversión para rato!, ¡no te tomes tan en serio!. Y sobre todo te recuerdo la letra sabia de un fandango que dice así: “Pensamientos míos, no me traiciones y no culpes a nadie de mis errores”. Y  es que echar balones fuera, buscar culpables para nuestros desvaríos a todos se nos da bien, pero no te engañes, es una actitud que no conduce a nada más que a engañarse a sí mismo y no tomar medidas para cambiar.

9. Sé generoso. Recuerda que la puerta de la felicidad se abre hacia fuera. Aprende la alegría de dar, y no me refiero a dar dinero, sino a dar nuestro tiempo, nuestros planes para hacer lo que quieran los otros, darse en definitiva, cultivar la generosidad, no el egoísmo, este por desgracia sale sólo.

10. La alegría es como una saludable gimnasia de mantenimiento que mejora las defensas inmunitarias y otras muchas funciones y ¡no lo olvides, la alegría facilita la vida de los que te rodean!. Los ceños fruncidos y las caras de mal humor ahuyentan los amigos y nos sumergen en la soledad.

Conclusión: Piensa en los demás y te irá mejor no sólo el descanso, también la vida. 

Otra de Mafalda

Aportación para las vacaciones

Aprendiendo a descansar I

       Ha llegado a mis manos los consejos que, para descansar, da un médico, Director del Centro Médico Psicosomático de Sevilla y me parecen muy oportunos para las fechas que estamos el transcribirlas, pero lo voy a hacer cambiando el orden. Recoge ya al final unas palabras que Tomás Moro escribió desde la torre de Londres, donde estaba preso por no plegarse a los deseos de un mal rey, Enrique VIII. Tomás no perdía ni aún en aquella situación el buen humor y escribió: “Bienaventurados los que suelen descansar y dormir, sin buscarse excusas; llegarán a ser sabios”. El doctor Álvarez hace suyo el consejo de Tomás Moro y nos recomienda que cuidemos las horas de sueño, y lleva razón, si uno no descansa bien, si no duerme las horas aconsejadas, difícilmente va a descansar y entonces las tan deseadas vacaciones servirán de poco, al contrario, el mal humor, la falta de aguante harán su aparición y necesitamos proveernos de todo eso que en un tanto por ciento muy alta nos proporciona el sueño, el descanso.

       Entre los consejos que da el doctor nos dice:

1.   Procura calma y moderación en tus deseos, aunque seas apasionado. ¡Que gran modo de evitar las frustraciones, esas actitudes que tanto nos gastan y desgastan.

2.   Reflexiona sobre ti mismo; paséate por tu vida y tus proyectos. Contémplalos y familiarízate con ellos, pero no te metas prisa.

3.   Hemos de cuidarnos para así poder ser mejores y servir mejor. Para poder prestar servicios hay que estar disponibles y en buena forma.

4.   Enmarca lo que te suceda, sea lo que sea, en una perspectiva dotada de sentido. Y si te es posible, trascendente. ¡Cuánto descansa el vivir conociendo o al menos, vislumbrando el sentido de nuestros gozos y dolores!.

5.   Rectifica con sencillez, si adviertes que te has equivocado. Solo los ríos no pueden rectificar. ¡Aporta tanta paz esta sabia medida!.

Mañana la continuación.

Atrévete a pensar

El título de esta columna es el de un blog, a mi juicio interesante dado que no se caracteriza nuestra sociedad precisamente por su afición a pensar, yo no suscribo al cien por cien sus contenidos, precisamente porque pienso.

            Decía Pitágoras: "Si educamos a los niños de hoy, no tendremos que castigar a los hombres de mañana"; frase llena de sabiduría y de sentido común y especialmente vigente hoy. A diario  los hechos de violencia se multiplican; contra ellos no tienen nada que hacer las leyes, nuestros políticos no se acaban de enterar que el exceso de leyes estropean mas que arreglan. No es problema de legislación, es cuestión de educación y de formación; pero no precisamente de la famosa "educación para la ciudadanía", que de educación no tiene nada porque es adoctrinamiento puro y duro para conseguir ciudadanos sometidos al gobierno y que hagan del relativismo su religión.

De la educación y formación que yo hablo es de la  enseñar a las personas a pensar, darles puntos de referencia para que  puedan sacar sus  conclusiones. Decía Juan Pablo II que: "el drama de la cultura actual es la falta de interioridad, la ausencia de contemplación"; ese no pensar porque no se sabe pensar, no se sabe relacionar las cosas, nos creemos que todo es consecuencia de la inercia, de la casualidad, que las cosan son de una determinada forma y que no se pueden cambiar, que es la "modernidad".

Para pensar hay que tener un clima que favorezca la reflexión,  es incompatible con ir en el coche con un chinchimpun estruendoso, o con llegar a casa y poner la TV bien alta porque no soportamos el silencio, o el ir por la calle con los altavoces en los oídos sin escuchar a los demás e ir a “nuestra bola” que no es otra mas que nuestro egoísmo, yo, mi, me, conmigo.

Tenemos que aprender a observar las cosas que nos pasan y que les pasan a los demás para aprender, para sacar conclusiones, para escarmentar en cabeza ajena. No se si alguna vez han hablado con un pastor, sorprende  la sabiduría que tienen, ciencia que ya les gustaría tener a muchos intelectuales. Y es que la soledad es necesaria en esta vida y se me apuran les diré que yo hablo de la soledad acompañada de Dios, que es la mejor soledad porque nos permite hablar con el Creador sobre todas las cuestiones e ir penetrando en sus pensamientos que es la verdadera sabiduría. A mi juicio  hace falta hablar, es necesario hablar con Dios, hacerle partícipe de nuestros pensamientos, pedirle luces para entender porque la triste realidad es que nos enteramos poco de lo que va la película, y así nos va.

Viene bien recordar que “rectificar es de sabios”, ¡a tiempo estamos!.

Opiniones de otros

Si tratamos a la gente como es, la haremos peor; si la tratamos como debería ser, la guiaremos allá donde debería estar. (Goethe)

Todo el que cree, piensa; piensa creyendo y cree pensando... Porque si lo que se cree no se piensa, la fe es nula. (Agustín de Hipona)

Adquirir la sabiduría de escuchar y la paciencia de callar. (Anónimo)

Búscate un maestro al que puedas apreciar mas por lo que ves de él, que por lo que oyes de el. (Anónimo)

Cuantas mas leyes de el estado, peor gobernará. (Tácito)

Para la verdad, el tiempo; para la justicia, Dios. (Miguel de Cervantes en el Quijote)