Opiniones personales. Opiniones ajenas. Mafalda. Otros

viernes, 13 de marzo de 2015

Sobre la madurez 3

C. MADUREZ EN EL AMOR
1. ¿Para amar es necesario un grado de madurez? Amar es desear el bien a otro. Ama a alguien quien desea su bien. El verdadero amor exige que el egoísmo sea reducido, y esto es una característica clara de madurez.
2. ¿El divorcio tiene que ver con la madurez? El divorcio y los problemas matrimoniales se relacionan directamente con la falta de madurez en el amor. El egoísmo e incomprensión, la falta de aguante y de lealtad son muestras de escasa madurez y a la vez causan problemas en el matrimonio.
3. ¿Hay un modo rápido de crecer en madurez? La madurez se alcanza con mayor rapidez a base de sobrellevar sufrimientos. Por esto, los mismos problemas matrimoniales, cuando se superan, hacen que el amor mejore y se purifique de muchos egoísmos.
4. ¿El uso del sexo influye en la madurez? El sexo influye en la madurez de varios modos:
  • quien domina las apetencias sexuales, reservando el uso del sexo para después de la boda, muestra un buen grado de madurez.
  • quien se deja llevar por los gustos sexuales, buscando principalmente los placeres, aumenta su egoísmo y empeora su madurez.


jueves, 12 de marzo de 2015

Sobre la madurez 2

B. LA MADUREZ Y LA EDAD
1. ¿La madurez depende de la edad? Un poco sí, pues las personas excesivamente jóvenes no han tenido tiempo de consolidar esos buenos hábitos o virtudes. Sin embargo, lo decisivo no es la edad sino el esfuerzo continuo por llevar una vida ejemplar.
2. ¿Es posible la madurez en los niños? Se puede hablar de madurez infantil cuando los niños ejercitan las virtudes propias de la madurez del modo adecuado a su edad. Por ejemplo, un niño así:
  • jugará mucho, pero también cumplirá responsablemente sus tareas.
  • le gustarán los dulces, pero no será caprichoso.
  • meterá la pata, pero sabrá reconocerlo.
  • le gustará ayudar y servir a los demás, aunque su aportación sea limitada.
3. ¿En los mayores siempre hay madurez? Las personas mayores han alcanzado la madurez física, biológica; pero esta madurez no es la principal: hay adultos irresponsables, egoístas, imprudentes, con falta de sobriedad y reciedumbre, etc., y en estos casos no puede decirse que posean la perfección humana propia de la madurez. Desde luego también hay personas mayores cuyas virtudes superan en mucho a sus pequeños defectos.
4. ¿Y la madurez en la adolescencia? Obviamente si en la infancia puede hablarse de cierta madurez, con mayor motivo en la adolescencia. Y en sentido contrario si hay adultos inmaduros, también los hay adolescentes. En general, habrá madurez en la adolescencia cuando el joven ejercita las virtudes propias de la madurez del modo adecuado a su edad. En cambio la inmadurez típica de estas edades consiste en reclamar derechos de adulto en lo que todavía es joven, y actuar infantilmente donde ya se es mayor.
5. ¿Ejemplos de inmadurez en la adolescencia? En el aspecto de creerse mayor donde todavía no lo es, hay varios ejemplos que reflejan la llamada "edad del pavo":
  • la rebeldía y falta de respeto hacia los padres y profesores, reclamando independencia como si no se necesitara de ellos.
  • la exigencia de derechos y libertades, cuando aún se carece de responsabilidad para cumplir los propios deberes.
En el aspecto de comportamiento infantil la inmadurez se puede apreciar en:
  • el afán excesivo por divertirse, cuando la edad de jugar ha terminado y el juego debe ir dejando paso al trabajo responsable.
  • la pretensión de conseguir las cosas sin esfuerzo, como les pasa a los niños.
6. ¿Por qué es muestra de inmadurez enfrentarse a los adultos? La auténtica madurez no necesita de rebeldías, ni de faltas de respeto, ni reclama más libertad. Una persona mayor no necesita de estas cosas para sentirse mayor; y los que le rodean reconocen su madurez sin esos comportamientos.
7. ¿Ejemplos de madurez en la adolescencia? Aunque sus aportaciones a la sociedad sean aún reducidas, la madurez de un adolescente se muestra cuando:
  • Es trabajador y responsable con sus deberes.
  • Es servicial e interesado por ayudar a los demás.
  • Es constante en sus esfuerzos.
  • Escucha y agradece los consejos.


miércoles, 11 de marzo de 2015

Sobre la madurez 1

·       A. ¿Cómo se alcanza la madurez?
·       B. La madurez y la edad.
·       C. La madurez en el amor.

A. ¿CÓMO SE ALCANZA LA MADUREZ?
1. ¿Qué es la madurez? Es una cualidad de la persona que expresa una elevada perfección humana.
2. ¿Cómo se consigue esa perfección humana? Mediante la repetición de buenas acciones. Con esta reiteración se adquieren los buenos hábitos -virtudes humanas- que proporcionan facilidad y naturalidad en obrar acertadamente: madurez.
3. ¿Qué hábitos o virtudes son más destacables en la madurez? En la perfección humana todas las virtudes son importantes y ninguna debería faltar. Por ejemplo:
  • fortaleza, reciedumbre, paciencia...: si hay madurez, se soportan las dificultades con entereza.
  • templanza, castidad, sobriedad...: la persona madura sabe dominar su propio cuerpo y no es esclava de sus caprichos.
  • prudencia, reflexión, consejo...: quizá estas cualidades son lo que más se entiende por madurez. Es correcto, siempre que la prudencia no sea indecisión ni egoísmo.
  • sinceridad, realismo, responsabilidad...: la madurez incluye un ejercicio responsable de la libertad, reconociendo y reparando los errores y sus consecuencias.
  • caridad, generosidad...: una persona madura desea servir a los demás, huye del egoísmo.
  • constancia, perseverancia, laboriosidad...
4. ¿Cómo adquirir esas virtudes más fácilmente? Acompañados. Procurarse la amistad de personas virtuosas y la ayuda de Dios. Algún esfuerzo es inevitable, pero la compañía de Dios y de los demás facilita las cosas.
5. ¿Por dónde empezar? Cada persona deberá prestar mayor atención a una virtud u otra teniendo en cuenta lo que le aconsejan. En general, para crecer en madurez se pueden recomendar dos cosas -resumiendo mucho-:
  • Esforzarse en un trabajo serio, responsable, constante, bien hecho. Una persona trabajadora ejercita muchas virtudes y madura antes.
  • Confesarse a menudo. Aparentemente esto no guarda relación con la madurez. Sin embargo, ayuda mucho por dos motivos:
    a) La
    confesión es un ejercicio de sinceridad, realismo y responsabilidad. Uno reconoce sus errores y pide perdón.
    b) La madurez se alcanza a base de repetir buenas acciones; en cambio, cada pecado es un acto en dirección contraria que inclina la voluntad hacia el mal. La confesión borra los pecados, reordena la voluntad, y proporciona
    gracias de Dios para seguir avanzando en la buena dirección. Así perfecciona cualquier virtud.
6. ¿Madurez es lo mismo que santidad? Normalmente la madurez se entiende sólo como perfección humana natural, mientras que la santidad equivale a la madurez humana y sobrenatural. La santidad es la perfección en las virtudes humanas y sobrenaturales imitando a Cristo, perfecto Dios y perfecto hombre.


martes, 10 de marzo de 2015

Las cinco claves de la felicidad (2)

El tercer consejo es:
Tener una voluntad de hierro. Fuerte, rocosa, como las raíces de un olivo centenario. La psicología moderna considera que es más importante la voluntad que la inteligencia y necesita ser educada desde los primeros años de la vida. Una persona con voluntad consigue que sus sueños se hagan realidad. Llega en la vida más lejos que una persona inteligente. Y, por el contrario, una persona sin voluntad o con una voluntad débil, frágil, endeble, está siempre a merced de sus caprichos, pendiente de la filosofía del me apetece e incapaz de renunciar, de negarse, de aplazar el gusto por algo concreto que en ese momento aparece delante de él. Uno de los indicadores más claros de la madurez de la personalidad es este: tener una voluntad bien educada, que no hace lo que le pide el cuerpo, sino lo que es mejor para uno mismo.la voluntad es la joya de la corona de la conducta.
Tener un buen equilibrio entre corazón y cabeza. Los dos grandes componentes de nuestra psicología son el mundo de los sentimientos y de la razón. Ni demasiados sensibles, rozando la susceptibilidad, ni excesivamente fríos y racionales. Decía Pascal que “el corazón tiene razones que la razón desconoce”. Nuestro primer contacto con la realidad es emocional: me gusta esa persona, me cae bien, me agrada este ambiente… Amor e inteligencia deben formar un binomio bien armado. Tener una afectividad sana significa mover bien los hilos de las relaciones con los demás, cargándolas de sentimientos verdaderos, sin doblez, descubriendo que lo afectivo es lo efectivo. Y a la vez saber utilizar bien los instrumentos de la razón: la lógica, el análisis, la síntesis y el discernimiento. Los padres tenemos aquí un papel central: educar es convertir a alguien en persona.
Tener un proyecto de vida coherente y realista. Que mire hacia el futuro. Los cuatro grandes argumentos: amor, trabajo, cultura y amistad. Cada uno de ellos se abre en abanico. En el atardecer de nuestra vida se dibujan sus siluetas regalándonos un sabor especial de haber sido capaces de sacar adelante esta tetralogía contra viento y marea. El amor es el motor esencial de la vida. El trabajo bien hecho produce satisfacción interior. La cultura es libertad y plenitud y nos ayuda a entender la existencia en medio del caos. La amistad es uno de los platos fuertes en el banquete de la vida: afinidad, donación y confidencia.

La felicidad consiste en haber conseguido lo que deseabas. Estar contento con uno mismo al comprobar lo que deseabas y lo conseguido. Es un estado de ánimo positivo al darte cuenta que has hecho el mayor bien posible y el menor mal consciente.

lunes, 9 de marzo de 2015

Las 5 claves para conseguir la felicidad según el Doctor Enrique Rojas (1)

La felicidad se puede decir de muchas maneras. Consiste en hacer algo que merezca la pena con la propia vida, cada uno según sus posibilidades y con los pies en la tierra. Para Sócrates la felicidad estaba en conocerse a sí mismo. Para Platón en el amor. Para Aristóteles en la búsqueda de la verdad. Epicuro en el vivir bien, en el placer. Para Séneca en la práctica de la virtud…

El doctor Rojas en un artículo publicado en el periódico ABC el día 28 de febrero da las siguientes claves:

Ser capaz de cerrar las heridas del pasado. Dicho de otra manera: necesitamos reconciliarnos con nuestro pasado. Superar traumas, sinsabores, impactos psicológicos y esas colecciones de vivencias negativas que se almacenan en cualquier biografía: una persona bien armada es aquella que vive instalada en el presente y lo saborea y le saca partido; ha sido capaz de superar todas las experiencias dolorosas del pasado con todo lo que eso significa; y vive fundamentalmente centrada y abierta hacia el futuro… Dicho de otro modo, la felicidad consiste en tener buena salud y mala memoria… la palabra resentimiento significa sentirse dolido y no olvidar. Y por ese vericueto uno se desliza por una rampa que termina en convertirle en neurótico… el resentimiento, el rencor te deteriora por dentro. La felicidad es el sufrimiento superado.


Aprender a tener una visión positiva de la vida. De uno mismo y de nuestro entorno. El optimismo es una forma sana de captar la realidad. Y requiere una educación para saber detenerse más en lo positivo que en lo negativo. Es sorprendente ver a personas que son inmunes al desánimo y que se crecen ante las dificultades y otras que se derrumban ante el menor contratiempo y revés de escasa envergadura. ¿Se nace optimista? ¿Puede un pesimista dejar de serlo?. La clave está en el esfuerzo psicológico personal. Hay ejemplos de lo que digo, Solchenitzchen, Havel, Boris Cyrulnik, judío que vio morir a sus padres en un campo de concentración y después fue uno de los fundadores de la llamada resiliencia: aprender a soportar situaciones adversas te hace fuerte y te educa para sacar lo mejor de ti. Nos habla de la capacidad para sacar fuerzas de una experiencia traumática. Todo un arte

domingo, 8 de marzo de 2015

Reflexión

Se habla mucho últimamente de la globalización de la indiferencia o lo que es lo mismo, la indiferencia por el prójimo que nos afecta a todos por desgracia.

Sin embargo, no encuentro un estudio sobre las razones, las causas que nos han llevado a esa indiferencia y quiero aportar mi opinión personal.

Me temo que la indiferencia general tiene dos padres, es la consecuencia de un contubernio:

Individualismo, egoísmo + Relativismo = Indiferencia.


El “todo vale” del Relativismo; el situar en el mismo nivel lo verdadero de lo falso; el darle la misma categoría a la verdad y a la opinión, confundiéndolas incluso. 

Y como decía mi madre: tener por norma de vida el “yo, mi, me conmigo” propios del egoísmo y del individualismo, genera la indiferencia que lleva a la soledad.

Y las personas que fuimos creadas para estar en familia y formando parte de una sociedad, corremos el riesgo de estar labrando nuestra propia soledad que tanto pesa.