Opiniones personales. Opiniones ajenas. Mafalda. Otros

sábado, 10 de agosto de 2013

Receso. Fin de semana

Con la que está cayendo, a calorcillo me refiero, más vale distraernos con Mafalda y amigos



viernes, 9 de agosto de 2013

Historieta pedagógica


EL ANILLO
Un alumno llegó a su profesor con un problema:

-Estoy aquí, profesor, porque me siento tan poca cosa que no tengo fuerzas para hacer nada. Dicen que no sirvo para nada, que no hago nada bien, que soy tonto y muy idiota, ¿Cómo puedo mejorar? ¿Qué puedo hacer para que me valoren más?
El profesor, sin mirarlo, le dijo: -Lo siento mucho, joven, pero ahora no puedo ayudarte. Primero debo resolver mi propio problema, tal vez después... Y haciendo una pausa dijo: Si tú me ayudas y puedo resolver mi problema rápidamente, quizá pueda ayudarte a resolver el tuyo.

- Claro, profesor, murmuró el joven. Pero se sintió otra vez desvalorizado.
 El profesor se sacó un anillo que llevaba en el dedo pequeño, se lo dio y le dijo: “Coge el caballo y vete al mercado. Debes vender este anillo porque tengo que pagar una deuda. Es preciso que obtengas por él el máximo posible, pero no aceptes menos de una moneda de oro. Vete y vuelve con la moneda lo más rápido posible”

El joven cogió el anillo y partió. Cuando llegó al mercado empezó a ofrecer el anillo a los mercaderes. Ellos miraban con algún interés, atendiendo al joven pero cuando decía que lo vendía por una moneda de oro, algunos reían, otros se apartaban sin mirarlo. Solamente un viejecito fue amable y le explicó que una moneda de oro era mucho para comprar un anillo
Intentando ayudar al joven, llegaron a ofrecerle una moneda de plata y una jícara de cobre, pero el joven seguía las instrucciones de no aceptar menos de una moneda de oro y rechazaba las ofertas,

Después de ofrecer la joya a todos los que pasaban por el mercado, y abatido por el fracaso, montó en el caballo y regresó. Entró en la casa y dijo: Profesor, lo siento mucho, pero es imposible conseguir lo que me pidió. Tal vez pudiese conseguir 2 ó 3 monedas de plata, pero no creo que se pueda engañar a nadie sobre el valor del anillo.
Importante lo que me dices, joven, le contestó sonriente. Primero debemos saber el valor del anillo. Vuelve a coger el caballo y vas a ver al joyero. Quien mejor para saber su valor exacto? Pero no importa cuánto te ofrezca, no lo vendas. Vuelve aquí con mi anillo.

El joven fue a ver al joyero y le dio el anillo para que lo examinara.
El joyero lo examinó con una lupa, lo pesó y le dijo: -Dile a tu profesor que, que si lo quiere vender ahora no puedo darle más de 58 monedas de oro. -58 MONEDAS DE ORO!!, exclamó el joven. -Si, contestó el joyero, y creo que con el tiempo podría ofrecer cerca de 70 monedas, pero si la venta es urgente ...

El joven corrió emocionado a casa del profesor para contarle lo ocurrido.
-Siéntate, dijo el profesor, y después de escuchar todo lo que el joven le contó, le dijo: -Tu eres como ese anillo, una joya valiosa y única. Solamente puede ser valorada por un especialista. -Pensabas que cualquiera podía descubrir su verdadero valor?

Y diciendo esto, volvió a colocarse su anillo en el dedo.

Todos somos como esta joya. Valioso y únicos y andamos por todos los mercados de la vida pretendiendo que personas inexpertas nos valoren

 

 

 

 

jueves, 8 de agosto de 2013

Lo contrario de los valores


*La envidia en los hombres muestra cuán desdichados se sienten, y su constante atención a lo que hacen o dejan de hacer los demás, muestra cuánto se aburren. Arthur Schopenhauer (1788-1860) Filósofo alemán.

*La envidia es una declaración de inferioridad. Napoleón I (1769-1821) Napoleón Bonaparte. Emperador francés.

 *¿Qué es un envidioso? Un ingrato que detesta la luz que le alumbra y le calienta. Victor Hugo (1802-1885) Novelista francés.

*La envidia es causada por ver a otro gozar de lo que deseamos; los celos, por ver a otro poseer lo que quisiéramos poseer nosotros. Diógenes Laercio (S. III AC-?) Historiador griego.

*En cuanto nace la virtud, nace contra ella la envidia, y antes perderá el cuerpo su sombra que la virtud su envidia. Leonardo Da Vinci (1452-1519) Pintor, escultor e inventor italiano.

*Si hubiera un solo hombre inmortal sería asesinado por los envidiosos. Chumy Chúmez (1927-2003) Humorista gráfico y escritor español.


 

 

miércoles, 7 de agosto de 2013

Una historial real


José Antonio Ortega Lara estuvo secuestrado por ETA 532 días. Rezaba cada día hasta 9 rosarios. Nunca perdió la fe. Ahora habla sobre la importancia de la oración.

Javier Lozano

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José Antonio Ortega Lara
 se convirtió con su ejemplo en un referente a seguir por la sociedad española. Su historia, marcada por el azote del terrorismo, no se ha dejado marcar por ETA sino que recobró su vida con normalidad. Y en todo esto tuvo que ver mucho la fe y sobre todo la oración. La propia y la ajena.
 
El que fuera funcionario de prisiones vivió una de las peores experiencias imaginables al estar secuestrado en un diminuto zulo durante 532 días. Sin ventilación y en condiciones infrahumanas. Pero ni aún así pudieron con él. En su rutina del día a día tenía a Dios en un lugar principal, sabiendo que era el pilar en el que debía apoyarse para no sucumbir durante el cautiverio. Poco después  de su liberación afirmaba que durante el secuestro “procuraba hacer ejercicio todos los días, leer y rezar.
 
La oración en conventos de clausura
Han pasado casi 16 años desde su liberación y es gracias a la fe inquebrantable por lo que ha podido recuperar totalmente su vida. Incluso en 2002 adoptó una niña. Pero la familia también tuvo mucho que ver. La cuñada de Ortega Lara es religiosa de clausura en Madrid, desde donde movilizó un ejército que mantuviera mediante la oración a su cuñado. Y bien que lo consiguió. Tras la liberación esta monja afirmaba que “estoy verdaderamente admirada con mi familia, porque nunca les he oído maldecir, ni insultar a los secuestradores, ni palabras de rencor. La fe, el amor y la unión de todos se la debemos a mis padres”.
 
Sin embargo, es ahora cuando queriendo o sin querer José Antonio Ortega Lara ha escrito una especie de tratado sobre la oración. Una explicación sobre su relación con Dios, también en los momentos más duros donde le costaba verle y sentirle. Basa  todo en su experiencia personal tanto durante como después del secuestro y en él confirma que sea cual sea la circunstancia Dios siempre acontece y si no le vemos es porque somos nosotros los que nos hemos alejado de él.
 
La encíclica de Benedicto XVI
Su experiencia sobre la oración parte de un pasaje de la encíclica de Benedicto XVI Spe Salvi y que se recoge en un libro sobre el Papa emérito. Dice así: “Cuando ya nadie me escucha, Dios todavía me escucha. Cuando ya no puedo hablar con ninguno, ni invocar a nadie, siempre puedo hablar con Dios. Si ya no hay nadie que pueda ayudarme –cuando se trata de una necesidad o de una expectativa que supera la capacidad humana de esperar- Él puede ayudarme. Si me veo relegado a la extrema soledad (…) el que reza nunca está totalmente solo”.
 
Ortega Lara ha experimentado en sí mismo esta parte de la encíclica y tiene una experiencia total de que a pesar de su duro cautiverio en un zulo sin luz “nunca estuvo totalmente solo”.
 
De este modo, cuenta que “a pesar de haber nacido en una familia de creyentes y de haber recibido una educación religiosa también yo me convertí en un cristiano formal y no de fondo”. “¡Qué fácil me resultaba ser cristiano en un ambiente favorable, donde no había otra exigencia que la que tú mismo quisieras imponerte! Pero la vida no siempre es benevolente y cómoda, a veces te conduce por caminos tormentosos y llenos de dificultades que nunca habías pensado transitar”.
 
El secuestro que cambió su vida
La experiencia de mi secuestro, y lo que definitivamente cambió mi existencia y mi percepción de la vida en este mundo”, cuenta Ortega Lara. Fue precisamente esta oración la que le mantuvo con vida pues se hizo tan importante como el comer cada día.
 
En este sentido, el que fuera funcionario de prisiones y concejal agrega que “cuando rezo, me siento conectado; creo que Dios me escucha y, de paso, ahuyento la soledad y el abandono que a veces experimenta mi alma”.
 
La oración, como arma
Es precisamente en esos momentos cuando “aflora con fuerza la presencia de Dios, que yacía latente pero olvidada en el fondo de nuestro corazón, bien porque la considerábamos innecesaria, bien porque el ritmo de vida nos impedía centrarnos en lo verdaderamente importante”.
 
Entonces, ¿para qué sirve la oración? Ortega Lara lo dice claramente y no le importa nadar contracorriente: “puede que rezar no esté de moda, pero a mí me ha servido y me sirve como remedio para serenar mi alma en situaciones de tribulación, y me aporta seguridad cuando debo tomar decisiones importantes”.
 
En su disertación sobre la oración, continúa diciendo que “ayuda en los momentos dulces de la vida, pero cuando adquiere realmente un valor especial es en situaciones difíciles o de desesperación personal. Comienzas rezando en búsqueda del remedio a tus desgracias para después continuar haciéndolo por otras personas que consideras lo necesitan más que tú”.
 
Ofrecer los sufrimientos
El sentido de la oración comprende que es salvífico y universal, no pertenece a uno mismo. “Acabas por entender que tus oraciones, e incluso tus sufrimientos, pueden serle de gran utilidad a otras personas, a quienes deseas que nunca tengan que padecer lo que tú has sufrido”, confiesa.
 
Aún así, Ortega Lara no tiene problemas en reconocer que su relación con Dios no tiene por qué ser tranquila pues también le grita para encontrar una respuesta. “La oración en este contexto se transforma en una comunicación no siempre serena, o al menos eso me sucedió a mí. A veces surge como la cascada de un torrente llena de reproches hacia Dios porque consideras que no te escucha o que, si lo hace, no se apiada de tus súplicas. ‘Dios mío, Dios mío, ¿por qué?’. Te das cuenta después de tu error, te disculpas y procuras de nuevo establecer la serenidad en tu alma, tan atormentada por las tribulaciones y las dudas”.
 
Esta es precisamente la fuerte experiencia que vivió durante su secuestro. Pese  a todo, cada día era distinto al anterior y por ello también evolucionaba su trato con Dios a  través de la oración. “Se convierte en un camino de ida y vuelta, con altibajos, con sentimientos contradictorios, pero que siempre acaban llevándote a la misma conclusión: a pesar de las dificultades, no quieres romper esa comunicación directa que te hace sentir vivo y deseas conservar esa amistad que te une a Dios en una relación recíprocamente sincera, aunque en sus comienzos fueses precisamente tú quien buscaba un interés personal en ella”.
 
La evolución de la oración
Esta experiencia va transformando poco a poco y finalmente Ortega Lara confiesa que “la oración va evolucionando; se vuelve más dinámica y fluida, desinteresada, se va despojando de trabas y reproches, y te hace sentir libre para decirle a la otra parte lo que sientes o piensas con absoluta sinceridad y sin contrapartidas”.
 
¿Dónde te lleva todo esto? “La oración no es ya una prueba de sumisión a Dios, sino que es una expresión de libertad que surge de lo más profundo de tu alma”. Además, añade que “rezas de corazón, y el alma se va liberando poco a poco de la desesperación que la aterroriza y que te hace sentir despreciado, abandonado y desahuciado. Incluso cuando ya has perdido la esperanza de retomar el tren de tu vida anterior, sientes que Dios está a tu lado como un amigo que comparte contigo tu desdicha, observa en silencio, reza contigo y no hurga en tu herida”.
 
“Mi fe en Dios permaneció viva entonces, durante mi secuestro, y lo sigue estando ahora; no se resquebrajó a pesar de la dura experiencia vivida, sino que pienso que salió fortalecida, Confiaba y confío en Dios”, afirma para concluir que “sé que nunca me abandonará y eso me reconforta y me ayuda a seguir viviendo”.
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martes, 6 de agosto de 2013

No guardar rencor



Claire Culwell reza por todos los médicos abortistas a pesar de que uno de ellos intentó quitarle la vida. Recuerda que Cristo murió por los pecadores y por ello pide por la conversión de tantos médicos que acaban con la vida de inocentes.
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Kermit Gosnell fue condenado por homicidio y recibió cadena perpetua por el homicidio de tres bebés que nacieron vivos en su clínica sumado al homicidio culposo por la sobredosis de una mujer a la que se le realizaba un aborto de un embarazo avanzado”.

Estas palabras no dejan de resonar en mis oídos. Muchos han vinculado la práctica de Gosnell con la “repercusión de George Tiller”. Tiller era un abortista de embarazos avanzados en Kansas que cambió el aborto en nuestro país. Realizó abortos, específicamente abortos de embarazos avanzados, horripilantes pero de fácil acceso, en cierto modo económicos y ¡ni de lejos tan mal vistos en nuestro país hoy día!

"Mi madre estaba embarazada de cinco meses"
Para los que no conocen mi historia, sobreviví a un aborto de un embarazo avanzado. Mi madre biológica de trece años de edad abortó cuando estaba embarazada de mi gemelo y de mí en el quinto mes de su embarazo. El aborto fue logrado para mi gemelo pero no para mí. Cuando mi madre biológica regresó a la clínica de abortos aún embarazada, la clínica a la que había ido inicialmente la derivó a una “clínica de abortos de embarazos avanzados en Kansas”.

Debido a que el aborto fue realizado en 1988, podemos asumir que la clínica de abortos a la que fue a abortar por segunda vez era la clínica para embarazos avanzados de Tiller.

Después de examinar el estado de mi madre biológica, el abortista no pudo realizar el segundo aborto porque los riesgos eran potencialmente fatales.

Si mi madre biológica hubiera estado embarazada en la actualidad, seguramente habría encontrado a alguien similar a Gosnell, que imitaba las prácticas de Tiller, para “finalizar el trabajo”. Seguramente yo no estaría aquí y tampoco mi hermosa hija de tres meses de edad y posiblemente ni siquiera mi madre biológica.

"Cristo murió por los pecadores"
La semana pasada yo estaba estudiando Romanos con mi papá mientras se preparaba para un viaje de misión. Uno de los versos decía: “Cristo murió por los pecadores”. Eso significa yo. Eso significa tú. Y me impresionó…¡eso significa Tiller y Gosnell!

Siempre quise ir a conocer al hombre o mujer que realizó el aborto a mi madre biológica, la persona que quitó la vida a mi gemelo. Quiero decirle a esa persona que está perdonada… no solo por mí sino por un Dios que murió para salvarla. Quiero mostrarle fotos de mi infancia y de mi hija… las increíbles partes de mi vida que no hubieran sucedido si el aborto hubiera sido seguro y exitoso. Quiero contarle sobre mi madre biológica; una mujer hermosa a quien se le robó su infancia a los 13 años a causa del aborto. ¡Quiero contarle acerca de las alegrías de la vida, del amor y de la felicidad que existen para su vida también!

Rezar para tengan lo que no merecen
No tendré esta oportunidad con Tiller pero aún hay muchos médicos que copian las prácticas abortistas de Tiller. Estos son los médicos por los que rezo. Estos son los médicos por los que tendré perdón y estos son los médicos que espero que un día tengan alegría, amor, una convicción de proteger toda vida, y acepten el perdón de El Señor.

Únanse a mí en oración. En lugar de orar por ellos para que tengan lo que “merecen”, recen para que Kermit Gosnell y otros tengan lo que no merecen. Después de todo, hemos recibido el don máximo que no merecemos; la libertad y el perdón en Cristo.

 

 

lunes, 5 de agosto de 2013

Cómo adquirir fuste


Decía ayer que quizás tendríamos que cambiar el rumbo para que la frivolidad no se paseara con tanta libertad por nuestra sociedad. Una de las muchas cosas que ha dicho el Papa Francisco en la JMJ ha sido recordar a la madre Teresa de Calcuta, afirmaba ésta que, para cambiar el mundo tendríamos que empezar a cambiar tú que me lees y yo. ¿y en qué dirección tendríamos que cambiar?, intentaré explicarme.
Pienso que nadie en su sano juicio puede protestar porque en las autovías haya una separación en medio de forma que impida pasarse al otro lado, todos nos damos cuenta que es por nuestra propia seguridad y la de los demás; también entendemos que se nos advierta sobre tramos especialmente peligrosos que hay en las carreteras e incluso que se nos exija ir a una velocidad determinada: lo entendemos porque es nuestra vida como mínimo, la que está en juego. También entendemos que se nos advierta en los medicamentos que no debemos dejarlos al alcance de los niños o que no nos conviene abusar de ellos; obviamente es por nuestro bien. Podría seguir poniendo ejemplos y entonces alargaría demasiado esta reflexión. Lo que me parece que está claro es que si alguna persona a la vista de las recomendaciones o incluso prohibiciones que se hacen en bien de la vida propia, de la dignidad, del derecho al respeto que toda persona tiene, etc., opinara que va en menoscabo de su libertad habría que pensar que algo le falla en su inteligencia.

Todos estamos de acuerdo en que no es justo robar, ni matar y que semejantes acciones hay que castigarlas; sin embargo hace muchísimos años alguien se nos adelantó a nuestros deseos y dio un decálogo dirigido a establecer una buena convivencia entre las personas y he aquí que no sólo protestamos sino que nos las saltamos a la torera y cuando nos afecta las consecuencias de esos actos, rápidamente exigimos justicia humana que en tantas ocasiones deja tanto que desear…
Pienso que la rectificación del rumbo pasa sin más remedio por cumplir la ley natural que en contra de lo que algunos creen, afecta a todas las personas por el hecho de serlos, tengan o no alguna religión: amar a Dios, amar al prójimo, no matar, no robar etc. (cfr. Compendio del Catecismo. Los diez Mandamientos)

domingo, 4 de agosto de 2013

La falta de fuste

Para aquellos que me lean y no sean españoles aclaro lo que quiere decir esta expresión coloquial, podría ser sinónimo de falta de madurez, irresponsabilidad, estar crudo o poco hecho como persona; en definitiva, ser inmaduro.

Escribo cuando han pasado diez días del horrible accidente que en España se ha llevado la vida de setenta y nueve personas, más un sinfín de heridos, algunos de ellos muy críticos. No voy a entrar en el deporte nacional de buscar rápidamente culpables para condenarles sin piedad, pero sí me choca los comentarios que en una determinada red social hacía un maquinista de renfe presumiendo de las velocidades desorbitadas que lograba alcanzar; ¿se daba cuenta ese hombre que jugaba con la vida de las personas que llevaba?, ¿nos damos cuenta cada uno que nuestros comportamientos a veces irresponsables pueden ocasionar mucho mal físico o moral a los demás?. Nos lamentamos cuando suceden las desgracias, pero, ¿pensamos que sí tuviéramos más fuste algunas las podríamos evitar?.
Me gustaría hacer recapacitar a mis lectores cómo este ambiente de superficialidad, de frivolidad, de simpleza orquestado por unos y fomentado y seguido por una gran mayoría puede tener, está teniendo unas consecuencias que se vuelven contra la sociedad que lo ha creado.

Este ambiente de frivolidad, de estulticia no sale solo, se fomenta por medio de la TV que nos ofrece unos modelos de comportamiento que no son tales; leyes inmorales que frivolizan con el matrimonio, la sexualidad, etc. la prensa, películas, juegos, etc.; se fomenta un afán de competición en lo malo y a veces somos tan inconscientes y tan miopes que no sabemos ver las consecuencias. Dios nos da un tiempo de vida para aprovecharlo y por desgracia muchas veces nos dejamos influir por la moda imperante y atontante y nos dedicamos a jugar con las personas y con nosotros mismos; tenemos una visión superficial de las cosas que espanta.
¿Nos hemos parado a pensar en esas personas ya desaparecidas que emprendieron sin saberlo su último viaje?. Con toda seguridad cualquier día seremos tú y yo los que agotemos nuestro tiempo, ¿lo habremos sabido aprovechar?

Me gustaría que pensáramos sobre ello y sacáramos consecuencias para rectificar el rumbo.