Opiniones personales. Opiniones ajenas. Mafalda. Otros

sábado, 19 de enero de 2013

Las cosas claras


Cuentan que estaban dos amigos hablando y uno le decía al otro:
He hecho un curso estupendo, excepcional dirigido a que pierdas las ganas de fumar”; el amigo le contesta: “Sí, pero tú estás fumando…”. Y el otro le dice: “Sí, pero sin ganas”.

Cuento el chiste por dos motivos, uno para que se ría la persona que lo lea, reír es muy sano; el otro motivo es para que reflexionemos porque a veces nos puede pasar lo mismo o similar. No hacemos lo que debemos hacer pero siempre tenemos la excusa en los labios. Nuestro amigo del chiste seguía fumando, mucho curso pero inútil en los resultados, como bien se ve se engaña a sí mismo: ¿fumar?, sigue fumando, pero sin ganas.
Decía que a nosotros nos pasa muchas veces igual, tiramos de excusas con bastante facilidad; en este mismo blog (cfr. Día 14-11-2012. ¿Tenemos un agente de FBI dentro?. Etiqueta: Sabiduría), decía que a veces tenemos complejo de agente de FBI porque siempre buscamos culpables para nuestra propia incapacidad. El asunto es no coger el toro por los cuernos, no enfrentarnos a nosotros mismos o a las personas claramente. Aclaro que la palabra enfrentamiento no la utilizo en sentido de lucha, pelea o discusión; más bien la empleo como sinónimo de valentía y fortaleza. Las dos virtudes nos hacen falta en la vida no sólo con los demás sino fundamentalmente con nosotros mismos; nadie da lo que no tiene y el peor enemigo que tenemos somos nosotros mismos. Si intentáramos ser sinceros, claros, en primer lugar cada uno consigo mismo, acostumbrarnos a llamar a las cosas por su nombre y confiar en Dios que nos ayudará a ser rectos y justos en la medida de nuestras posibilidades, mejor nos iría en la vida.

Es una meta que me propongo y propongo a todos los que me lean, vamos a tratar de ir por el camino recto y dejarnos de buscar excusas para nuestros defectos. Dejemos de fumar, da igual que lo hagamos con ganas o sin ellas.

jueves, 17 de enero de 2013

Un hombre sabio


Se llama Armando Fuentes Aguirre y usa el seudónimo "Catán", es un periodista mexicano brillante y vale la pena leer su nota
Me propongo demandar a la revista "Fortune", pues me hizo víctima de una omisión inexplicable. Resulta que publicó la lista de los hombres más ricos del planeta, y en esta lista no aparezco yo. Aparecen, el sultán de Brunei y también los herederos de Sam Walton y Takichiro Mori. Figuran ahí también personalidades como la Reina Isabel de Inglaterra, Stavros Niarkos, y los mexicanos Carlos Slim y Emilio Azcárraga. Sin embargo a mí no me menciona la revista. Y yo soy un hombre rico, inmensamente rico.Y si no, vean ustedes:
Tengo vida, que recibí no sé por qué, y salud, que conservo no sé cómo.
 Tengo hermanos que son como mis amigos, y amigos que son como mis hermanos.
Tengo gente que me ama con sinceridad a pesar de mis defectos, y a la que yo amo con sinceridad a pesar de mis defectos.
Tengo cuatro lectores a los que cada día les doy gracias porque leen bien lo que yo escribo mal.
Tengo una casa, y en ella muchos libros (mi esposa diría que tengo muchos libros, y entre ellos una casa).
Poseo un pedacito del mundo en la forma de un huerto que cada año me da manzanas que habrán acortado aún más la presencia de Adán y Eva en el Paraíso.
Tengo un perro que no se va a dormir hasta que llego, y que me recibe como si fuera yo el dueño de los cielos y la tierra.
Tengo ojos que ven y oídos que oyen; pies que caminan y manos que acarician; cerebro que piensa cosas que a otros se les habían ocurrido ya, pero que a mí no se me habían ocurrido nunca.

Soy dueño de la común herencia de los hombres: alegrías para disfrutarlas y penas para hermanarme a los que sufren. Y tengo fe en Dios que guarda para mí infinito amor. ¿Puede haber mayores riquezas que las mías?
¿Por qué, entonces, no me puso la revista "Fortune" en la lista de los hombres más ricos del planeta? ¿Y a ti, cómo te consideras? ¿Rico o pobre?
HAY GENTE POBRE, PERO TAN POBRE, QUE LO UNICO QUE TIENE ES... DINERO.
Armando Fuentes Aguirre (Catán)

miércoles, 16 de enero de 2013

La alegría de rectificar


Así se llamaba un artículo que leí hace unos años. Desde entonces he reflexionado mucho sobre ese tema y hoy invito a hacerlo a quien me lea.
Estamos en una época -aunque pienso que ha pasado siempre porque el hombre ha nacido para ser feliz-, en que se busca desenfrenadamente la felicidad; se busca en el tener de todo, lo que hace falta y lo que no, en la droga, en la bebida..., en definitiva de mil modos diferentes, sin embargo, el triste dato de que cada cuatro minutos hay un suicidio en el mundo, me hace pensar que se busca la felicidad por caminos equivocados.

La felicidad está dentro de cada uno si se la sabe descubrir; está muy relacionada, prácticamente se identifica con la Paz interior y la Paz interior se adquiere cuando se está a bien con Dios.
¿Quién no ha tenido en su vida un "calentón" y como consecuencia no ha hecho o dicho algo de lo que más tarde se ha arrepentido? Pienso que todos porque equivocarse es inherente a la naturaleza humana, y equivocarse, hacer cosas mal es normal en las personas que somos débiles, y constatar esta realidad no quita la paz, lo que la quita es el empecinarnos, el no querer pedir perdón, el no querer rectificar.

Dice el dicho popular que "rectificar es de sabios", los que verdaderamente saben que no lo saben todo y que con facilidad nos equivocamos; por eso tenemos que aprender a rectificar sabiendo que es un buen camino para la felicidad y la alegría.