Opiniones personales. Opiniones ajenas. Mafalda. Otros

jueves, 23 de febrero de 2012

Me voy de viaje


Estaré de viaje desde el 24 de febrero al 1 de marzo. En esos días no voy a actualizar el blog. Nos vemos el 2 de marzo si Dios quiere. Muchas gracias.
                                                    
                      

                                                           

Artículo muy interesante y real escrito por Belén Palop


Padres vs Profesores vs Políticos
Estoy dando clases en un máster que prepara a licenciados e ingenieros para ser profesores en Secundaria (el antiguo CAP)  Como es una asignatura de informática y se me han matriculado informáticos estoy teniendo mucho tiempo para discutir con ellos sobre educación y sobre cómo dar clase y me lo estoy pasando en grande
El martes pasado en uno de estos seminarios echaban la culpa de manera casi unánime de gran parte del fracaso a los padres A los chavales les faltan horas con sus padres y les sobran horas de tele Los padres no se preocupan por la educación y piden que se encargue el sistema Les compran el teléfono les ponen internet los dejan solos y luego se quejan de que se enganchan al tuenti— (Ya os imagináis el discurso,) Yo les dije que como madre oía en la puerta del cole el otro discurso, el de los padres echando las culpas a los maestros Porque no trabajan suficiente porque no se reciclan porque no motivan . (Ya os imagináis el discurso también. ¿verdad?; Entonces mis alumnos y futuros profesores intentaron echar balones fuera usando la política y las leyes de educación que si los cambios legislativos, que si los ratios que si los recursos... (Otro discurso conocido).
Intenté pasar del análisis de la situación a las propuestas para cambiarla situación Y una y otra vez volvíamos a lo mismo la culpa es de los otros ¿Y qué podéis vosotros hacer en vuestras aulas por las que pasarán cientos de adolescentes? Y vuelta la cabra al monte es que la sociedad es que la tele es que los padres...
No sé si lo conseguí pero os prometo que hice un gran esfuerzo porque entendieran que "la sociedad" somos todos como Hacienda Y que padres y profesores son los que tienen una influencia más directa en los chavales y que de todos es la responsabilidad Y no la responsabilidad de encontrar quién lo hace peor que parecemos políticos en campana sino de encontrar la manera de empujar juntos para que "la sociedad” valore el esfuerzo. y apague las telebasuras y respete el conocimiento. y quiera aprender Y eso lo tenemos que hacer a pesar de los Políticos A pesar de los recortes de las reformas y las contrarreformas Porque con la educación no se juega Los políticos igual si porque persiguen otros fines Pero los padres y los docentes no Porque mañana "la sociedad" serán esos chavales que hoy están en clase Y si tras un esfuerzo titánico 4 ó 5 de cada curso tienen una vida mejor gracias a algo que hicimos y son mejores ciudadanos de lo que habrían sido sin nosotros, ya hemos hecho una gran labor y nos podemos ir más contentos a casa A jubilamos habiendo dejado doscientos mejores ciudadanos en las calles Tampoco pido tanto Hay que tener en cuenta que si yo los convenzo de esto y ellos lo consiguen mis 5 alumnos habrán sumado ¡1000 ciudadanos mejores!
Brindo por ellos y por sus éxitos, que serán los de todos
 (Belén Palop)

martes, 21 de febrero de 2012

Pensamientos sobre la sabiduría

Vivir, sufrir, morir: tres cosas que no se enseñan en nuestras universidades y que sin embargo encierran toda la sabiduría necesaria al hombre. (Augues)
El sabio no sigue los mandamientos de las leyes, sino los de la virtud. (Aristóteles)
Es propio de los sabios ser desconocidos de los hombres y no hacer caso de lo que ellos dicen. (Francis Bacon)
El saber no es un almacén para ganancias y ventas, sino un rico depósito para la gloria del Creador y el consuelo de la condición del hombre. (Francis Bacon)
Saber que uno sabe lo que sabe y que no sabe lo que no sabe, he aquí la verdadera sabiduría. (Confucio)

domingo, 19 de febrero de 2012

Atículo de Monseñor Munilla. Muy bueno, ¡si señor!


¿Se equivocó de puerta?

       El mes de enero finalizaba con una de esas noticias que está a medio camino entre lo anecdótico, lo dramático y lo emotivo: Me refiero al hallazgo, por parte de un indigente, de un bebé abandonado dentro de una bolsa, en la Iglesia de los Padres Carmelitas de San Sebastián. Inmediatamente era detenida la madre de la criatura, una mujer inmigrante, quien declaró que se había visto obligada a abandonar a su hijo por falta de recursos.

       Personalmente, me llamó la atención que aquella noticia corriese como la pólvora por la ciudad y el resto de la provincia; y por un momento tuve la sensación de que se hablaba de ella con la misma admiración y extrañeza como cuando salta la noticia en el barrio de un premiado por la lotería. Recuerdo haber escuchado en aquellos días a muchas personas exclamaciones de este tenor: “¡Ya me lo podían dar a mí!”.

       Pues bien, no es mi intención ‘aguar la fiesta’, pero pienso que el hecho de que aquel suceso haya ‘pasado de largo’, sin una reflexión crítica sobre los valores contradictorios de nuestra cultura, es un síntoma más de la dictadura del relativismo que padecemos, que nos prohíbe salirnos de la ‘partitura’ de lo políticamente correcto.

       A escasos metros de la puerta de esa Iglesia y en la misma acera, existe otra puerta muy distinta. Es la puerta de una clínica abortista, en cuyo escaparate se publicita el aborto, como si de una ortodoncia se tratase. Paradójicamente, si aquella joven madre hubiese elegido esta ‘otra puerta’, no habría sido noticia, ni habría sido detenida, ni tendría que afrontar ahora la previsible pena de dieciocho meses a tres años de cárcel, por abandono de un menor… ¿El mundo al revés?... ¡Lo cierto es que la vida ha triunfado sobre la muerte en este caso! Ese niño vive, y será acogido por unos padres que le amarán como a uno más de sus hijos.

       ¿Cómo es posible que tantos entre nosotros suspiren por conseguir una adopción en el extranjero, y al mismo tiempo sacrifiquemos la vida de miles y miles de inocentes? ¿No será que el materialismo y la secularización han reducido la vida a un mero objeto de deseo?

       El episodio del niño abandonado a la puerta de una iglesia, nos ha traído a la memoria aquel pasaje bíblico que narra la disputa entre dos mujeres, y el grito que una de ellas dirigió al rey Salomón: “Por favor, mi señor, ¡que le entreguen el niño a esa mujer, pero que no lo maten!”. Mientras que la primera mujer estaba cegada por la lógica posesiva y destructiva, la verdadera madre priorizó la vida y el bien de su hijo por encima de todo.

       El feminismo que reivindica el aborto como instrumento de emancipación de la mujer, vive de espaldas a la realidad. Lo cierto es que el aborto eleva exponencialmente las probabilidades de quebrantar la salud psíquica de las mujeres (cf. British Journal of Psychiatry, diciembre de 2008). Y por si hubiere alguna duda, el aborto se ha convertido en una criba selectiva del sexo; de forma que hay países como China, en los que nacen 119 niños por cada 100 niñas. ¡El aborto se ha traducido en un suicido demográfico, psicológico y moral de la mujer!

Por ello, y sin perder el tiempo en lamentaciones, en San Sebastián continúa trabajando un grupo “rescate” de niños con riesgo de ser abortados, bajo la coordinación de la Fundación “Red Madre”. Su método consiste en ofrecer alternativas: acompañamiento a las embarazas en riesgo, pisos de acogida, asistencia médica y jurídica, etc. He aquí los verdaderos y auténticos ‘progresistas’: los que luchan por la vida de los inocentes injustamente condenados, y por sus madres.

       Pero el aborto no es un mal aislado, sino un signo de una sociedad enferma. Y ‘para muestra un botón’: Las clínicas abortistas no tienen problema alguno para publicitarse, mientras que son censurados unos anuncios publicitarios que ‘osan’ recordar a los padres el derecho que tienen a decidir sobre la educación religiosa de sus hijos. Uno no puede por menos de dar la razón a Chesterton: “Quitad lo sobrenatural y no encontraréis lo natural, sino lo antinatural”.