Opiniones personales. Opiniones ajenas. Mafalda. Otros

sábado, 26 de octubre de 2013

Cenizos


Alfonso Aguilló. www. Interrogantes.net

Una vieja tradición china cuenta la historia de un viejo campesino, pobre pero sabio, que labraba trabajosamente la tierra, con su hijo y con la ayuda de un viejo caballo. Un día, el caballo escapó a las montañas. Su hijo le dijo: "Padre, qué desgracia, se nos ha ido el caballo". Su padre respondió: "Ten paciencia, hijo mío, saldremos adelante, veremos lo que nos trae el paso del tiempo...". A los pocos días el caballo regresó, acompañado de otro caballo. 

Unos días después, el muchacho quiso montar el caballo nuevo, pero el animal no estaba acostumbrado al jinete, se encabritó y lo tiró por tierra. El muchacho, al caer, se rompió una pierna. Tanto su hijo como los vecinos se lamentaban de la mala suerte del chico. Su padre, en cambio, prosiguió con su temple habitual: "Paciencia, hijo, veamos qué sucede con el tiempo...".

El muchacho se lamentaba. Unos días más tarde, el ejército entró en el poblado y fueron reclutados todos los jóvenes que se encontraban aptos para la guerra. Cuando vieron al hijo del labrador con la pierna entablillada, pasaron de largo. ¿Había sido buena suerte? ¿Mala suerte? ¿Quién sabe?

La mayoría de aquellos jóvenes murieron en la guerra. El joven comprendió entonces que no hay que dar a la desgracia ni a la fortuna un valor demasiado absoluto. El transcurrir de la vida da muchas vueltas, y a veces es tan paradójico que lo que quizá hoy parece malo luego no resulta serlo tanto, o incluso resulta bueno. Y al revés. Hay que tener paciencia para procurar ver con cierta perspectiva todo lo que nos sucede. Con el tiempo quizá veamos que muchas cosas que ahora nos contrarían, nos traerán, en el futuro, un valor positivo. Y comprenderemos que muchos de nuestros juicios son apresurados e impacientes, y nos impiden ver más alto o más lejos.

Todas las personas sufrimos contratiempos y decepciones, más o menos grandes, todos los días. Entre otras cosas porque es imposible que nos salgan bien todas nuestras pequeñas aspiraciones diarias. Cada vez que nuestros deseos y propósitos se ven frustrados, se nos presenta el dilema de cómo asumirlo. Unas personas lo hacen de modo muy diferente a otras. Unos se hunden, otros se crispan, otros se reponen o incluso se crecen. No se trata de idealizar actitudes demasiado estoicas o impasibles, como probablemente fuera la de aquel viejo labrador oriental, sino sobre todo pensar que cada fracaso esconde una interpretación futura más positiva, una enseñanza que aprender, una ocasión más de levantarse y de no rendirse.
Todas las personas tenemos una parte tóxica dentro de nosotros, que se detiene demasiado en lo negativo, que nos inclina a ver las cosas desde el peor prisma de los posibles, que se opone a una visión más optimista. Y hay personas que han hecho de esa actitud todo un estilo de vida, hasta el punto de ser una desdicha para quienes tienen cerca, y una desdicha aún peor para ellos mismos, condenados como están a convivir de modo permanente con su carácter sombrío y agorero. Son personas cargadas de prejuicios, centradas en sus actitudes extremas, que parecen dispuestas a que nadie disfrute de una visión positiva de las cosas, sino que les acompañemos en sus interpretaciones victimistas de todo lo que sucede.

Hay que escuchar a esas personas con afecto, pero no entrar a su juego ni alimentar su patología. Si es preciso, tendremos que mantener una cierta distancia, para que no nos contagien, porque no suelen ser fáciles de cambiar. Su estructura mental se inscribe en un dogmatismo paralizante, que no se abre a otras interpretaciones, que siempre consideran ingenuas o sospechosas. Su modo de pensar es pegadizo y se propaga con facilidad. Si entramos a su juego, acabaremos siendo tan cenizos como ellos.

martes, 22 de octubre de 2013

Recordando al próximo santo Juan Pablo II



Hoy celebramos en la iglesia católica la fiesta del Beato Juan Pablo II, publico este video a modo de homenaje al próximo santo Juan Pablo II, el Grande. 

lunes, 21 de octubre de 2013

Conocer a Juan Pablo II (2)

Su pensamiento


Ser cristiano no es, primariamente, asumir una infinidad de compromisos y obligaciones, sino dejarse amar por Dios.

¿Quién es Cristo? Cristo es quien sabe dar la respuesta a todos nuestros porqués. Comprenderéis que mil dificultades no tienen la fuerza de engendrar una duda.

El hombre no puede vivir sin orar, lo mismo que no puede vivir sin respirar.

En el evangelio es posible encontrar la respuesta satisfactoria a todos los interrogantes que agobian al hombre.

Sólo Cristo puede salvar al hombre, porque toma sobre sí su pecado y le ofrece la posibilidad de cambiar.

domingo, 20 de octubre de 2013

Conocer a.... Juan Pablo II


Juan Pablo II, de nombre Karol Józef Wojtyła nació en Wadowice, Polonia, 18 de mayo de 1920 y muere en la Ciudad del Vaticano, 2 de abril de 2005, fue el 264.º papa de la Iglesia católica y jefe de Estado de la Ciudad del Vaticano desde el 16 de octubre de 1978 hasta su muerte en 2005.[]

Tras haber sido obispo auxiliar (desde 1958) y arzobispo de Cracovia (desde 1962), se convirtió en el primer papa polaco de la historia, y en el primero no italiano desde 1523. Su pontificado de casi 27 años fue el tercero más largo en la historia de la Iglesia católica, después del de San Pedro, (se cree que entre 34 y 37 años, aunque su duración exacta es difícil de determinar), y el de Pío IX (31 años).

Juan Pablo II fue aclamado como uno de los líderes más influyentes del siglo XX, recordado especialmente por ser uno de los principales símbolos del anticomunismo, y por su lucha contra la expansión del marxismo por lugares como Iberoamérica, donde combatió enérgicamente al movimiento conocido como la teología de la liberación. Tuvo asimismo un papel decisivo para poner fin al comunismo en su Polonia natal y, finalmente, en toda Europa, así como para la mejora significativa de las relaciones de la Iglesia católica con el judaísmo, el islam, la Iglesia ortodoxa oriental, y la Comunión Anglicana.

Entre los hechos más notorios de su pontificado destacó el intento de asesinato que sufrió el 13 de mayo de 1981, mientras saludaba a los fieles en la Plaza de San Pedro, a manos de Mehmet Ali Agca, quien le disparó a escasa distancia entre la multitud. Tiempo después el terrorista fue perdonado públicamente por el pontífice en persona. 

Fue uno de los líderes mundiales más viajeros de la historia, visitó 129 países durante su pontificado, hablando además los idiomas siguientes: italiano, francés, alemán, inglés, español, portugués, ucraniano, ruso, croata, esperanto, griego antiguo y latín, así como su natal polaco. Como parte de su especial énfasis en la llamada universal a la santidad, beatificó a 1340 personas y canonizó a 483 santos, más que la cifra sumada de sus predecesores en los últimos cinco siglos. El 19 de diciembre de 2009, Juan Pablo II fue proclamado venerable por su sucesor, el papa Benedicto XVI, quien posteriormente presidió la ceremonia de su beatificación el 1 de mayo de 2011.

El 30 de septiembre de 2013 el papa Francisco anunció que Juan Pablo II sería proclamado Santo al mismo tiempo que Juan XXIII en una ceremonia conjunta el 27 de abril de 2014.