Opiniones personales. Opiniones ajenas. Mafalda. Otros

martes, 30 de diciembre de 2014

Reflexión

Casi acaba el año y con frecuencia se suele comentar sobre lo rápido que ha pasado, y es cierto, la vida pasa a velocidad, cuando nos queremos dar cuenta tanto lo bueno como lo malo han acabado; aunque a decir verdad da la sensación que lo malo pasa más lentamente, pero no deja de ser una percepción subjetiva.

Acaba el año y lo importante es ver como lo hemos aprovechado, los lamentos y las quejas son de ordinario muy poco práctico si no desembocan en rectificaciones y propósitos de mejora.

A mi juicio debemos huir de la tentación más frecuente: echarle la culpa de nuestras desgracias a los demás. Hay un fandango de Huelva que dice así: “pensamientos míos no me traiciones y no culpes a nadie de mis errores”. Pues eso, echarle la culpa a los demás o a las circunstancias más o menos adversas es un claro indicio de inmadurez, ¡balones fuera!, como si porque busquemos chivos expiatorios las cosas se fueran a arreglar…

Estamos en los ultimísimos días del año, vamos a aprovecharlos realizando una especie de examen personal y dejémonos de lamentos, quejas y otras zarandajas y pasemos a la acción, reconocer nuestros errores, aprender de ellos y con la ayuda de Dios tratar de superarlos poco a poco.


Pienso que es la mejor forma de encarar el Año Nuevo para que realmente sea un Feliz Año Nuevo.

lunes, 29 de diciembre de 2014

Historieta aleccionadora

Una historieta popular del Cercano Oriente cuenta que un joven llegó al borde de un oasis contiguo a un pueblo y acercándose a un anciano le preguntó:
—¿Qué clase de personas vive en este lugar?
—¿Qué clase de personas vive en el lugar de donde tú vienes?, preguntó a su vez el anciano.
—Oh, un grupo de egoístas y malvados, replicó el joven, estoy encantado de haberme ido de allí.  A lo cual el anciano contestó:
 —Lo mismo vas a encontrar aquí.

Ese mismo día otro joven se acercó a beber agua al oasis y viendo al anciano, preguntó:
—¿Qué clase de personas vive en este lugar?  El viejo respondió con la misma pregunta:
—¿Qué clase de personas vive en el lugar de donde tú vienes?
—Un magnífico grupo de personas, honestas, amigables, hospitalarias, me duele mucho haberlos dejado.
—Lo mismo encontrarás aquí, respondió el anciano.

Un hombre que había oído ambas conversaciones preguntó al viejo:
—¿Cómo es posible dar dos respuestas diferentes a la misma pregunta?  A lo cual el viejo respondió:
—Cada cual lleva en su corazón el medio ambiente donde vive. Aquel que no encontró nada nuevo en los lugares donde estuvo no podrá encontrar otra cosa aquí. Aquel que encontró amigos allá, podrá encontrar también amigos aquí, porque, a decir verdad, tu actitud mental es lo único en tu vida sobre lo cual puedes mantener control absoluto.

Siempre que tengas una actitud positiva hallarás la verdadera riqueza de la vida. Si miras dentro de ti sabrás que posees una gran fortaleza para entregar y para descubrir todas las cosas buenas en los demás. ¡Qué siempre encuentres un oasis de paz!


miércoles, 24 de diciembre de 2014

Navidad



"Y sucedió que estando allí se cumplieron los días de su parto, y dio a luz a su hijo primogénito; lo envolvió en pañales y lo reclinó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en la posada".
(Lc, 2, 6-7)

Les deseo a todos una Feliz Navidad

martes, 23 de diciembre de 2014

Reflexión

Entre los contenidos más estables del blog figura un gadget que dice: "temo el silencio de los buenos", sobre ese silencio quiero reflexionar con estas líneas.

Es frecuente oír comentarios parecidos a este: "total para que voy a hablar sí no voy a arreglar nada...". Diría que hay una cierta mentalidad utilitarista que se va abriendo camino a pasos agigantados; ha calado también mucho ese afán de tener todo “ya”, enseguida y con demasiada frecuencia queremos también arreglar todo rápidamente, no podemos esperar.

Sin embargo me parece interesante aprender a esperar, lo decía una persona a la que admiro mucho, en concreto decía: “he aprendido a esperar y no es poca ciencia…”. Pero en esta sociedad donde nos movemos la velocidad se ha impuesto y nos está pasando factura.


Pero vuelvo al tema del artículo, opino que hay que hablar aunque pocos escuchen, hay que decir las cosas que inteligentemente pensamos que hay que decir, independientemente del arreglo que puedan tener, entre otras cosas porque si los posibles arreglos están vinculados a personas hay que tener en cuenta que los cambios llevan tiempo.
La velocidad, la precipitación suelen estar muy relacionadas  con el aturdimiento; recuerdo una anécdota que leí: un chico montado en su bicicleta y a toda velocidad, casi atropella a un anciano que solamente acertó a preguntarle: “pero chico dónde vas? Y el muchacho le contestó: “no lo sé, pero tengo mucha prisa”. 

El hombre que tiene inteligencia y voluntad porque Dios se la ha dado tiene que saber a dónde va y cuando tiene que hablar o callar, pero callar por comodidad, para no complicarse la vida, etc. no deja de ser cobardía, dejar que triunfe el mal.

Seguiré otro día con este tema. 

domingo, 21 de diciembre de 2014

Sobre la lectura

Leer es alimentarse y el peligro más común no es el empacho, sino la anemia.

Cuando un lector normal no entiende, el que no entiende es el que lo ha escrito.

Ninguna ley moral obliga ni a empezar ni a terminar un libro. Si empiezas y no te gusta, vete a por otro. Hay millones. Terminar un libro malo demuestra tanta disciplina como estupidez.


En los grandes lectores, la avidez puede convertirse en vicio. Entonces, deja de ser alimento, para ser droga.



sábado, 20 de diciembre de 2014

Otro testimonio

Desde Colombia la top model Amada Rosa Pérez, que fue víctima de un aborto y del síndrome post aborto quiso compartir su testimonio a favor de la vida.

“En esos momentos que estuve embarazada ojalá hubiera encontrado la ayuda de alguien que me hubiera dicho algo positivo y bonito, como que ser mamá no es malo”.

El síndrome post aborto es una realidad por la que pasan todas las mujeres que han abortado, ya sea de forma deliberada o de manera espontánea.

Entre las manifestaciones de este síndrome están la sensación de culpa y tristeza, desesperación, pesimismo pesadillas, pérdida de concentración y motivación, llanto continuo sin motivo aparente, pérdida de fuerzas, náuseas.

Además puede desembocar en anorexia, alcoholismo, rechazo a todo lo que suponga compromiso o frialdad afectiva, entre otras muchas consecuencias.

La top model explica que abortó porque en su entorno solo encontraba mensajes que apuntaban a que lo primero eran sus metas y su desarrollo profesional.

Ella confiesa que le dio miedo, que no se lo dijo a sus padres y decidió deshacerse de su bebé. Hoy se arrepiente y anima a las mujeres y a la sociedad a apostar por la vida. 

Amada había triunfado en la pasarela y como actriz en telenovelas de los dos grandes canales de televisión colombianos. Protagonizó seriales como ‘Lorena’, ‘Vuelo 1503’, ‘Don Roque buena papa’, ´Buscando el cielo’...

Pero su vida cambió con su aborto, que se provocó tras una relación sentimental fallida, por el “qué dirán”... y porque no había nadie para acompañarla a favor de la vida. Tras el aborto incluso pensó en suicidarse, aunque no llegó a intentarlo. 

Hoy es una católica convencida en la Legión de María. “Ella (María) es mi mamá y no la niego”, dice Amada cuando la entrevistan. 


Para los organizadores de "Cada Vida Importa" su testimonio es un ejemplo que cómo la sociedad necesita defender y potenciar el derecho a la maternidad con medidas concretas de ayuda a la mujer embarazada para que no vea el aborto como una solución.


jueves, 18 de diciembre de 2014

Consejos de otro buen padre (II)

Pórtate bien con todo el mundo.

Hazte querer y respetar de todos (superiores, iguales e inferiores)

Si has de destacarte en algo, que sea por justo, bondadoso y serio en tus asuntos.

Procura cumplir siempre con tus deberes civiles y religiosos.

Cuando tengas que decidir sobre cualquier asunto, procura elegir un momento en que no intervenga el odio o el mal humor: espera la calma.

Sé comprensivo y bondadoso en todas las circunstancias y no olvides aquel refrán: “haz bien y no mires a quien”

Haz con los demás lo que quisieras hicieran contigo.

Huye de las situaciones rígidas, sé flexible, adaptándote a las circunstancias justas.

En las grandes decisiones que se te puedan presentar en la vida, elige siempre el camino que te marque el honor: Entre todas las satisfacciones, busca siempre la más hermosa de todas: “la del deber cumplido”.

Y haz del cumplimiento del deber un santuario donde se condensen las virtudes del hombre honrado.


                                                                 

miércoles, 17 de diciembre de 2014

Consejos de un padre a su hijo (I)

Hijo amadísimo, lo primero que quiero enseñarte es que ames al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con todas tus fuerzas; sin ello no hay salvación posible.

Hijo, debes guardarte de todo aquello que sabes que desagrada a Dios, esto es, de todo pecado mortal, de tal manera que has de estar dispuesto a sufrir toda clase de martirios antes que cometer un pecado mortal.

Además, si el Señor permite que te aflija alguna tribulación, debes soportarla generosamente y con acción de gracias, pensando que es para tu bien y que es posible que la hayas merecido. Y, si el Señor te concede prosperidad, debes darle gracias con humildad y vigilar que sea en detrimento tuyo, por vanagloria o por cualquier otro motivo, porque los dones de Dios no han de ser causa de que le ofendas.

Asiste, de buena gana y con devoción, al culto divino y, mientras estés en el templo, guarda recogida la mirada y no hables sin necesidad, sino ruega devotamente al Señor, con oración vocal o mental.

Ten piedad para con los pobres, desgraciados y afligidos, y ayúdalos y consuélalos según tus posibilidades. Da gracias a Dios por todos sus beneficios, y así te harás digno de recibir otros mayores. Para con tus súbditos, obra con toda rectitud y justicia, sin desviarte a la derecha ni a la izquierda; ponte siempre más del lado del pobre que del rico, hasta que averigües de qué lado está la razón. Pon la mayor diligencia en que todos tus súbditos vivan en paz y con justicia, sobre todo las personas eclesiásticas y religiosas.

Sé devoto y obediente a nuestra madre, la Iglesia romana, y al sumo pontífice, nuestro padre espiritual. Esfuérzate en alejar de tu territorio toda clase de pecado, principalmente la blasfemia y la herejía.

Hijo amadísimo, llegado al final, te doy toda la bendición que un padre amante puede dar a su hijo; que la santísima Trinidad y todos los santos te guarden de todo mal. Y que el Señor te dé la gracia de cumplir su voluntad, de tal manera que reciba de ti servicio y honor, y así, después de esta vida, los dos lleguemos a verlo, amarlo y alabarlo sin fin. Amén.


(Testamento espiritual dedicado a su hijo Felipe por el Rey de Francia Luis IX. San Luis,Rey)

martes, 16 de diciembre de 2014

Actitud ante la vida

Propongo a tu consideración la siguiente parábola de la vida: un autobús cargado de turistas atraviesa una hermosísima región llena de lagos, montañas, ríos y praderas. Pero las cortinas del autobús están echadas, y los turistas, que no tienen la menor idea de lo que hay al otro lado de las ventanillas, se pasan el viaje discutiendo sobre quién debe ocupar el mejor asiento del autobús, a quien hay que aplaudir, quién es el más digno de consideración... Y así siguen hasta el final del viaje. 

Anthony de Mello

        En mi opinión muy buen ejemplo de lo que a diario nos pasa, nos perdemos las mejores… y discutimos por tonterías que nos distraen de lo esencial e importante de la vida


lunes, 15 de diciembre de 2014

Asignatura pendiente

Aprender a valorar

Una persona baja en el Metro de Nueva York, vistiendo jeans y camiseta.  Se para cerca de la entrada... Saca el violín de la caja y comienza a tocar con entusiasmo para la multitud que pasa por ahí, en la ‘hora pico’ del día. Tocó durante 45 minutos, y fue prácticamente ignorado por todas las personas que pasaron.

Nadie sabía que el músico era JOSHUA BELL, uno de los mejores violinistas del mundo, ejecutando piezas musicales consagradas, con un instrumento rarísimo, un Stradivarius de 1713, estimado en más de 3 millones de dólares

Algunos días antes, Bell había tocado en el Symphony Hall de Boston, donde los lugares costaron más de mil dólares. La experiencia en el Metro, grabada en video, muestra hombres y mujeres de andar ligero, taza de café en la mano y celular al oído… INDIFERENTES AL SONIDO DEL VIOLÍN.

La iniciativa, realizada por The Washington Post, era la de lanzar un debate sobre valor, contexto y arte. La conclusión es que estamos acostunbrados a dar valor a las cosas, cuando están en un contexto. Bell en el Metro, era una obra de arte sin moldura. Un artefacto de lujo, sin etiqueta del diseñador.

Este es un ejemplo de tantas cosas que pasan en nuestras vidas, que son únicas, singulares y que no les damos importancia, porque no vienen con la ‘etiqueta de precio’. Al final, lo que tiene valor real para nosotros, es lo que el mercado dice que podemos tener, sentir, vestir o ser…

Nuestros sentimientos y nuestra apreciación de belleza, están siendo manipulados por el mercado, por los medios de comunicación y por las instituciones que tienen poder financiero.  Lamentablemente, estamos valorizando solamente aquello que está con etiqueta de precio.
Una empresa de tarjetas de crédito está invirtiendo hace algún tiempo, en propaganda donde, después de mostrar varios ítems, con sus respectivos precios, presenta una cena de afecto, de alegría e informa:  “NO TIENE PRECIO”.

Y es eso lo que precisamos aprender, a valorar aquello que no tiene precio, porque no se compra. No se compra la amistad, el amor, el afecto. No se compra cariño, dedicación, abrazos y besos.

No se compra el rayo de sol, ni las gotas de lluvia. La canción del viento que pasa silbando por el tronco hueco de un árbol, es gratis. El niño que corre, en forma espontánea a nuestro encuentro y se cuelga de nuestro cuello, no tiene precio

El aire que respiramos, la brisa que enreda nuestros cabellos, el verde de los árboles y el colorido de las flores, nos es dado por Dios, gratuitamente.
Pensemos en esto y aprovechemos más todo lo que está a nuestro alcance, sin precio, sin patente registrada, sin etiqueta del diseñador.

Desde hoy, seamos agradecidos a lo que nos es ofertado gratuitamente y seamos felices, mientras el día nos sonríe y el sol despliega luz en nuestro corazón apasionado por la vida.








domingo, 14 de diciembre de 2014

Llamada al sentido común

Hoy en día hay dos sueldos en la familia pero más divorcios, casas más lujosas pero hogares rotos.

Son tiempos de viajes rápidos, pañales desechables, moral descartable, acostones de una noche, cuerpos obesos y píldoras que hacen todo, desde alegrar y apaciguar, hasta matar.

Son tiempos en que hay mucho en el escaparate y muy poco en la bodega.

Tiempos en que la tecnología puede hacerte llegar estas reflexiones a las que no les hagas el menor caso porque no te pares a pensarlas y menos aún ver cómo rectificar o ponerlas en práctica.

Acuérdate, de pasar algún tiempo con tus seres queridos porque ellos no estarán aquí siempre.

Acuérdate, de ser amable con quien ahora te admira, porque esa personita crecerá muy pronto y se alejará de ti.

Acuérdate, de abrazar a quien tienes cerca porque ese es el único tesoro que puedes dar con el corazón, sin que te cueste ni un centavo.

Acuérdate, de decir te amo a tu pareja y a tus seres queridos, pero sobre todo, dilo sinceramente. Un beso y un abrazo pueden reparar una herida cuando se dan con toda el alma.

Acuérdate, de tomarte de la mano con tu ser querido y atesorar ese momento, porque un día esa persona ya no estará contigo.

Date tiempo para amar y para conversar, y comparte tus más preciadas ideas.

La vida no se mide por el número de veces que tomamos aliento, sino por los extraordinarios momentos que nos lo quitan.

(Georges Carlin)




viernes, 12 de diciembre de 2014

Otras dos historias

El caso de Stepinac en Yugoslavia
El encuentro de Zagreb coincidió con el aniversario de la beatificación del cardenal Alojzije Stepinac, arzobispo de la capital croata, a quien Pío XII definió como «el prelado más grande de la Iglesia católica».

Durante 15 meses, las autoridades comunistas intentaron convencerlo para que liderara la separación de la Iglesia católica y la formación de una especie de Iglesia patriótica, más cercana al Partido Comunista. Finalmente, ante sus reiteradas negativas, fue detenido el 18 de septiembre de 1946, y fue condenado a 16 años de trabajos forzados.
El caso suscitó multitud de protestas a nivel internacional, y el Gobierno de Tito le ofreció la posibilidad de dejar la prisión a cambio de abandonar el país, pero el cardenal Stepinac se negó.

Al final, se decidió que quedara bajo arresto domiciliario, custodiado por una treintena de policías. Así pasó 9 años, hasta que, el 10 de febrero de 1960, murió, entre graves sospechas de haber sido envenenado por los comunistas. Juan Pablo II lo beatificó en 1999.

El cardenal Mindszenty en Hungría
Al cardenal Alojzije Stepinac, el cardenal Mindszenty le llamaba mi cardenal hermano, por los sufrimientos compartidos que habían tenido que padecer ambos bajo el dominio comunista.

Nacido en Hungría, József Mindszenty llevó una vida de película de terror; de hecho, en 1955 se estrenó The prisoner, protagonizada por Alec Guinness y basada en la vida del purpurado, por aquel entonces recluido en la cárcel por el régimen comunista húngaro.

El cardenal Mindszenty se enfrentó con los invasores nazis, primero, y con el régimen comunista, después, lo que le llevó a la cárcel, apenas tres años después de finalizada la Segunda Guerra Mundial.

El 26 de diciembre de 1948, le detuvieron. Nada más llegar a la cárcel, le quitaron el traje talar, le desnudaron y le dieron un traje a rayas, mientras le decían entre risas: ¡Eh, perro, hemos estado esperando esto desde hace mucho tiempo!

Se negó a firmar una declaración que le autoinculpaba, y los guardias le desnudaron y comenzaron a golpearle
con porras hasta que perdió el conocimiento.

Mientras le pegaban, el cardenal Mindszenty rezaba los salmos: ¡Señor, que me acosan, sal fiador por mí! Así pasó el primer día de cautiverio.
Lo que siguió fue un largo período de siete años de acoso, humillaciones y falsos juicios, pero en sus Memorias, el cardenal Mindszenty define la cárcel como una escuela de oración: «En el interior de los hombres recluidos en las celdas alienta en lo más profundo la nostalgia de Dios».

En 1956, durante la revolución contra el régimen comunista, fue liberado, y Mindszenty se refugió en la embajada de Estados Unidos en Budapest hasta 1971.

De allí saldría con lágrimas en los ojos: Pablo VI le pidió prestar un servicio a la Iglesia en Hungría abandonando la embajada y saliendo al exilio, para así atender a una mejor relación de la Iglesia con las autoridades húngaras.

Mindszenty no quería abandonar su país ni a sus fieles, en un momento en que la guerra fría hacía sentir con más fuerza la bota soviética. Pero al final obedeció, y el 28 de septiembre de 1971 partió rumbo al exilio. Nada más llegar a Roma, Pablo VI le recibió en el Vaticano, y al verlo se quitó la cruz pectoral y se la colgó sobre los hombros al cardenal húngaro, un homenaje al nuevo sacrificio que había tenido que hacer.

Durante toda su reclusión, llevó consigo una estampa que representaba a Cristo con la corona de espinas, y la siguiente leyenda: Devictus vincit (Vencido, vence). En sus Memorias, escribe: «Aún hoy esta imagen es mi constante compañera. La primera parte de la leyenda, ser vencido, se ha cumplido en mi vida; la esperanza de la victoria está en el futuro, en manos de Dios».


jueves, 11 de diciembre de 2014

Seguimos con las llamadas al sentido común

Hemos logrado ir y volver de la luna, pero se nos dificulta cruzar la calle para conocer a un nuevo vecino.

Conquistamos el espacio exterior, pero no el interior.

Hemos hecho grandes cosas, pero no por ello mejores.

Hemos contaminado nuestro aire al igual que nuestra alma.

Escribimos más pero aprendemos menos.

Planeamos mucho pero logramos menos.

Hemos aprendido a apresurarnos, pero no a esperar.

Producimos computadoras que pueden procesar mayor información y difundirla, pero nos comunicamos cada vez menos y menos.


Estos son tiempos de comidas rápidas y digestión lenta, de hombres de gran talla y cortedad de carácter, de enormes ganancias económicas y relaciones humanas superficiales. 

miércoles, 10 de diciembre de 2014

Tres años de andadura



A todos los que me seguís, muchas gracias cuando se cumplen tres años de la llegada de este blog a la red. 
Recuerdo muy especialmente a los que ya no están, pero que en cierto modo siguen estando.

lunes, 8 de diciembre de 2014

sábado, 6 de diciembre de 2014

Y una última historia por ahora

Los cardenales Korec y Vlk en Checoslovaquia
La persecución contra la Iglesia en la antigua Checoslovaquia también fue implacable. Nada más llegar los comunistas, cerraron las escuelas, los periódicos y las editoriales católicas. En la noche del 13 de abril de 1950, fueron clausurados todos los conventos y monasterios, y se declararon extintas todas las Órdenes religiosas: miles de personas fueron puestas, literalmente, en la calle.

El cardenal Jan Korec, jesuita, cuenta cómo se vio obligado a desempeñar diversos trabajos: operario en una fábrica, bibliotecario, barrendero..., hasta que en 1961 fue detenido y condenado a 12 años de prisión.

Un recorrido similar siguió el cardenal Miloslav Vlk, en la actualidad arzobispo de Praga; después de ser ordenado, los comunistas le enviaron a las montañas, hasta que en 1978 le prohibieron ejercer sus funciones sacerdotales. Durante diez años, hasta poco antes de la caída del Muro de Berlín, trabajó en una fábrica de automóviles, y también como limpiacristales y archivero.

En todos estos puestos aprovechaba para confesar a quien se lo pidiera y dar una palabra de fe: «La fe me acompañaba con su paz, incluso durante mi trabajo de limpiacristales por las calles de Praga. Durante casi diez años recorrí esas calles, con frío o con calor, sostenido por la fe».

Tanto Korec como Vlk tuvieron unos ejemplares predecesores en el cardenal Beran, que se vio obligado a exiliarse en Roma en 1965, y el cardenal Tomasek, quien durante todo su ministerio entabló un fuerte pulso con el régimen político.

Después de la caída del Muro de Berlín, el cardenal Tomasek afirmaba: «Estoy convencido de que donde está la Cruz de Cristo está la fuerza y la victoria. La Iglesia es suya, y Él sabe encontrar los caminos para guiarla, incluso dejándola sufrir por un tiempo. Pienso también que una verdadera vida cristiana es el mejor testimonio en una sociedad socialista».

Su testimonio, como los de los cardenales que lo acompañan en estas páginas, así como la de tantos y tantos otros fieles católicos, es un ejemplo todavía hoy.

viernes, 5 de diciembre de 2014

Más historias

El cardenal Slipyj y los soviéticos en Ucrania
El intento de separar a los católicos de la obediencia a Roma fue la obsesión de los comunistas. Tras la invasión de Ucrania en 1944, los rusos intentaron que ortodoxos y católicos se unieran al Patriarcado de Moscú, a los que el cardenal Slipyj, metropolita de Lvov (Ucrania), se negó en redondo.

Fue arrestado el 12 de abril de 1945; tras el juicio, celebrado esa misma noche, fue condenado a ocho años de trabajos forzosos y deportado al gulag de Maryjinsk, a la altura del círculo polar ártico, y de allí fue enviado a otros campos, en todos los cuales asistió a las necesidades espirituales de sus fieles y celebró numerosos bautizos.

Por su actividad pastoral en prisión fue condenado nuevamente, esta vez por tiempo indefinido; y luego otra vez más, por utilizar penicilina para curarse de una afección pulmonar.

Moscú trató por todos los medios de vencer la fidelidad de Slipyj a Roma, pero no lo consiguió. Al otro lado del Telón de Acero, Juan XXIII intentó la vía diplomática para obtener su liberación, hasta el punto de que su caso fue tratado en conversaciones de Kruschev y Kennedy.

Finalmente, en 1963, después de 18 años en prisión, el cardenal Silpyj fue liberado y obligado a exiliarse.
Al llegar a Roma fue recibido por Juan XXIII. Cuando el Papa bueno trató de abrazarlo, Slipyj se arrodilló ante él y le besó los pies: un signo de la fidelidad al Papa y a la Iglesia católica en la que había vivido durante toda su reclusión.

Los cardenales Hossu y Todea en la cárcel rumana
La obsesión de Stalin de prohibir la Iglesia católica en Ucrania fue copiada por varios países de la órbita comunista. En Rumanía, el régimen emitió un decreto en el que extinguía la Iglesia católica y la incorporaba a la Iglesia ortodoxa rumana.

Numerosos sacerdotes fueron arrestados por permanecer fieles a Roma, acusados de actividades antidemocráticas, entre ellos el cardenal Iuliu Hossu, que pasó dieciséis años encarcelado.
Cuando le ofrecieron abandonar el país y marcharse al exilio, respondió: «Yo me quedo aquí, en mi país, para compartir el destino de mis hermanos, de mis sacerdotes y de mis fieles. No les puedo abandonar».

Pasó por diversas cárceles y luego fue confinado en su casa bajo arresto domiciliario. En 1970, en un hospital de Bucarest, se despedía así del cardenal Todea, quien le sucedió al frente de la Iglesia católica en Rumanía: «Mi lucha ha terminado, comienza la suya».

El cardenal Alexandru Todea fue ordenado obispo clandestinamente en 1950, y sólo un año después fue arrestado y condenado a prisión.

Contaba con humor cómo, en una ocasión, compartió una celda con cinco obispos y otros ocho sacerdotes, y le nombraron jefe de la brigada de limpieza del baño.

Pero, en realidad, su paso por la cárcel fue muy duro; le acusaban de ser un siervo del Vaticano y enemigo del comunismo, una amenaza para la felicidad del pueblo.

En 1964, una política más aperturista de Bucarest, por motivos de necesidad económica, obligó al régimen a limpiar un poco su imagen de cara al exterior. Todea fue liberado, pero se le prohibió ejercer su ministerio, algo que el cardenal ignoró por completo, y desde la clandestinidad trabajó por levantar la Iglesia católica en Rumanía.

Sus esfuerzos se vieron especialmente reconocidos con ocasión de la histórica visita del Papa Juan Pablo II a Rumanía en 1999; el cardenal Todea, ya muy enfermo, estaba sentado en su silla de ruedas y el Papa se acercó a él para abrazarlo al final de la misa. Todea se echó a llorar y todos los fieles reunidos en la catedral estallaron en un largo y emocionante aplauso.


martes, 2 de diciembre de 2014

Las llagas de la Iglesia sangran en Granada

Traigo un, a mi juicio, excelente artículo de José-Fernando Rey Ballesteros, sacerdote publicado en su blog "De un tiempo a esta parte". Por espacio he tenido que recurrir al "salto de linea" pero animo a todos a leerlo completo, no tiene desperdicio.

Cuando, hace cinco años, inauguré este blog con el título «De un tiempo a esta parte», lo hice a conciencia, pensando en «un tiempo» –el tiempo de Dios– y en «esta parte» –nuestra historia, el día a día en que vivimos inmersos–. Me propuse abordar, en la misma página, los misterios eternos y la actualidad rabiosa, dejando que se iluminasen mutuamente.
   Toda esta explicación viene a cuento para decir que, muy a mi pesar, me veo obligado a escribir sobre los sucesos que están teniendo lugar en la diócesis de Granada, y que supongo de sobra conocidos por todos vosotros. Recalco el «muy a mi pesar». Ojalá jamás tuviera que escribir líneas como éstas. Pero callar sería vivir en otro mundo. Cualquier cristiano que encienda un televisor o se asome a las páginas de un periódico se siente herido por lo que allí encuentra. ¿Cómo no hablar de ello?
   En ellos –en vosotros– pienso: en los cristianos «corrientes», que rezan en su casa y van a misa a su parroquia los domingos. ¿Qué sentirán cuando el domingo que viene se acerquen a la iglesia de su barrio? ¿Cómo mirarán a sus sacerdotes? Pienso en las madres que traen a sus hijos a nuestras catequesis. ¿Habrán relacionado los supuestos abusos cometidos por ministros de Dios en Granada con lo que pueda suceder cuando sus niños cruzan las puertas de los salones parroquiales? Pienso en los padres y madres de nuestros monaguillos. ¿Se habrán sentido inquietos al saber que las supuestas víctimas de esos terribles abusos eran, precisamente, monaguillos? ¿Tendrán la fuerza y la fe suficiente esos padres para seguir fiándose de nosotros? Pienso también en los padres de los niños que, después de la Misa Mayor, corren a nuestras sacristías a recibir un caramelo de manos del sacerdote. ¿Seguirán esperándoles tranquilos en el templo pensando que sus hijos van a recibir sólo la bendición de Dios y un dulce?

lunes, 1 de diciembre de 2014

Historias interesantes

Como supongo que les pasa a muchos yo estoy un poco cansada de leer y oir sobre los desmanes que cometen algunas personas que no deberían hacerlo jamás, pero también hay muchísimos más de los que no se oye hablar que tienen unas historias muy apasionantes; me propongo ir relatando algunas de ellas.

Conozca la historia de 8 cardenales presos tras el Muro de Berlín: 25 años de libertad para creer

Alfa y Omega (www.alfayomega.es) publicó en 2009, con motivo de los 20 años de la Caída de las tiranías comunistas de Europa Oriental, este artículo de Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo que repasa la experiencia de los obispos encarcelados o martirizados bajo esos regímenes totalitarios y laicistas. Al cumplirse los 25 años de la caída del Muro en ReL creemos que vale la pena volver a recordarlo.

Obispos de acero: La fe de los pastores católicos en la Europa comunista, testimonio 20 años después
Todavía hay quien levanta la mano, puño en alto, y canta La Internacional, sin acordarse de la gran cantidad de muertos que provocó la búsqueda del llamado paraíso socialista en el siglo XX.

Especialmente en los países del Este de Europa, el levantamiento del Telón de acero trajo consigo mucho sufrimiento, y se ensañó brutalmente con aquellos que defendían la libertad de conciencia y la fe.

Muchos católicos se negaron a negar a Cristo, y una gran cantidad de fieles lo pagaron con la muerte, incluidos algunos de sus pastores. Veinte años después de la caída del Telón de acero, las historias de los sucesores de los Apóstoles que ofrecieron la resistencia de la verdad y de la fe ante la apisonadora socialista siguen siendo ejemplo y testimonio

Toda una vida de fidelidad a la Iglesia católica
De los 100 millones de muertos que ha traído consigo el comunismo desde que triunfó la revolución soviética en 1917, una gran parte de ellos corresponde a ciudadanos de los países del Este de Europa, que se vieron atrapados tras el Telón de acero en 1945.

La apisonadora comunista invadió multitud de países y envenenó la sociedad y la política, pero ante su avance fueron muchos los que se negaron a que también su conciencia fuera sepultada bajo la ideología. Entre ellos, muchos cristianos y católicos fieles laicos y pastores, que pagaron su fidelidad a la fe en Cristo con cárcel, torturas, deportaciones, y hasta con su propia vida.

No se libró nadie, ni siquiera obispos ni cardenales, y muchos de ellos sufrieron en carne propia las consecuencias de oponerse a la ideología socialista.

Recientemente [en 2009], tuvo lugar, en Zagreb (Croacia), el encuentro La misión de la Iglesia en los países del Centro-Este europeo, a veinte años de la caída del sistema comunista. El cardenal Josip Bozanic , arzobispo de Zagreb, quien presidió el encuentro, afirmó que «el Telón de acero es la imagen de la división, de la fractura, del alejamiento y del egoísmo. Lo puso el hombre que quería impedir el acceso al hombre, pero su objetivo era mucho más profundo: impedir que la mirada del hombre se dirigiera hacia Dios y pudiera conocer su amor».

La Iglesia se revelaba en aquel contexto como el último baluarte de la conciencia y de la libertad del hombre, el único ámbito que ofrecía resistencia al nuevo diseño de sociedad que trataban de implantar los comunistas.

Las acusaciones eran siempre las mismas: traición a los nuevos amos del Estado y antipatriotismo (por colaborar con un régimen extranjero, como pensaban que era el Vaticano), y habitualmente venían acompañadas de mentiras, como la colaboración con los nazis en el pasado.

En muchos países, decretaron por ley la desaparición de la Iglesia católica, y no dudaron en coaccionar a obispos y sacerdotes para que se pasasen a la Iglesia ortodoxa, más manejable para ellos.


domingo, 30 de noviembre de 2014

Sigo con el sentido común de George Carlin

Bebemos demasiado, fumamos demasiado, despilfarramos demasiado, reímos muy poco, conducimos muy rápido, nos enojamos demasiado, nos desvelamos demasiado, amanecemos cansados.

Leemos muy poco, vemos demasiada televisión y rezamos muy rara vez.

Hemos multiplicado nuestras posesiones pero reducido nuestros valores.

Hablamos demasiado, amamos demasiado poco y odiamos muy frecuentemente.

Hemos aprendido a ganarnos la vida, pero no a vivir.


Añadimos años a nuestras vidas, no vida a nuestros años. 

sábado, 29 de noviembre de 2014

Enseñanzas que debemos aprovechar

GEORGE CARLIN
(1937- 2008)  fue un exitoso cómico de la contracultura estadounidense caracterizado por su estilo ácido y políticamente incorrecto y por atreverse a tratar con humor cualquier tema, por dramático que fuese.

Reflexiones

La paradoja de nuestro tiempo es que tenemos edificios más altos y temperamentos más reducidos, carreteras más anchas y puntos de vista más estrechos.

Gastamos más pero tenemos menos, compramos más pero disfrutamos menos.

Tenemos casas más grandes y familias más chicas, mayores comodidades y menos tiempo.

Tenemos más grados académicos pero menos sentido común,
mayor conocimiento pero menor capacidad de juicio, más expertos pero más problemas, mejor medicina pero menor bienestar. 

jueves, 27 de noviembre de 2014

Y que razón tiene...!



Una forma de impedirlo es tener el tiempo ocupado y pedirle a Dios que sepamos pensar siempre en los demás, nosotros somos muy aburridos.

miércoles, 26 de noviembre de 2014

Otra historia interesante

Massimiliano Tresoldi con 21 años sufrió un grave accidente en un vehículo. Con insalvables lesiones cerebrales, el diagnóstico fue coma irreversible. Así pasaron casi diez años. 

Hasta que la noche del 28 de diciembre de 2000, Lucrezia, su madre, le dijo que estaba muy cansada y que rezara “él solo”... Fue entonces cuando Max movió el brazo, se hizo el signo de la cruz y la abrazó: había despertado del coma.

Han pasado catorce años desde aquel día de los Santos Inocentes en que Max volvió a estar con los suyos. 

Ni Lucrezia -mamma Ezia, como la conocen todos en Carugate, un pueblo a 20 km de Milán–, ni su marido Ernesto, ni sus demás hijos, habían perdido la esperanza. 

A pesar de los diagnósticos más desoladores -“no colabora”, decía siempre el expediente clínico–, mamma Ezia veía aspectos positivos. 

“Aunque sus condiciones fueran realmente críticas, después de diez días mi hijo respiraba con autonomía, sin estar conectado a una máquina”, relata. 

Después, fue un ligero movimiento de un meñique y luego una sonrisa... pero los médicos decían que eran ilusiones de Ezia. 

Tras ocho meses de hospital, Lucrezia y Ernesto decidieron llevarlo a su casa. 

Todos les aconsejaban lo contrario: se atarían para siempre a los mil y un cuidados que Max necesitaba. 

Hoy Ezia afirma que “aunque Max estaba en un estado vegetativo, él percibía sensaciones (los ruidos, los olores de la familia...). Quizá por esto logró realizar todos los pequeños progresos que con el tiempo consiguió”.

Todos los días, y como si su hijo la escuchase, mamma Ezia rezaba “con él” antes de dormir. Pero la noche del 28 de diciembre de 2000 Ezia estaba muy cansada.

“Acosté en su cama a Massimiliano, pero le dije que si quería rezar tendría que hacerlo solo. En ese momento Max levantó el brazo y se hizo el signo de la cruz; después, me abrazó tan fuerte que casi me corta la respiración. El signo de la cruz fue su primer gesto voluntario después de diez años en coma”.


A partir de ese día, la vida de Max, de Lucrezia, de todos, dio un giro de 180 grados.Ahora, el fisioterapeuta y el logopeda son visitas habituales en casa. Nadie se explica cómo es posible que Max siga teniendo las mismas lesiones cerebrales que cuando estaba en coma.

“Esto explica lo poco que se sabe del cerebro humano”, señaló Lucrezia al diario italianoAvvenire. Se sabe tan poco, que fue asombroso escuchar a Max decir que “siempre estuvo consciente” y “recordaba a todos los que habían ido a visitarlo”.

Ezia se acuerda de quienes tienen un familiar en coma y les asegura que “la fe, la esperanza, la fuerza de voluntad y el amor son la única ‘medicina’ en estos casos”.

martes, 25 de noviembre de 2014

Lo importante


Es que en esta vida son necesarios las virtudes que son los verdaderos valores, los que cuentan, los que sirven.