Opiniones personales. Opiniones ajenas. Mafalda. Otros

sábado, 7 de marzo de 2015

La historia de Rosa

“Envejecer es obligatorio, crecer es opcional”
El primer día de clase nuestro profesor se presentó a sus alumnos, y nos desafió a que nos presentásemos a alguien que no conociéramos todavía. Yo permanecí de pie mirando alrededor cuando una mano suave tocó mi hombro. Miré y vi una pequeña señora, viejita y arrugada, sonriéndome radiante, con una sonrisa que iluminaba todo su ser.
Dijo: - Hola buen mozo. Mi nombre es Rosa. Tengo ochenta y siete años de edad. ¿Puedo darte un abrazo? Yo reí, y respondí entusiásticamente: ¡Claro que puedes! - Y, ella me dio un gigantesco apretón.
- ¿Por qué estás en la facultad a tan tierna e inocente edad? - pregunté.  Respondió bromeando: - Estoy aquí para encontrar un marido rico, casarme, tener hijos, y luego jubilarme y viajar.
- ¿Estás bromeando? – le dije. Tenía curiosidad por saber lo que la había motivado a entrar en ese desafío a su edad. Contestó: - Siempre soñé con tener estudios universitarios, y ahora ¡lo estoy haciendo!
Después de la clase caminamos para un lugar de reunión de estudiantes, y compartimos un "milkshake" de chocolate. Nos volvimos amigos instantáneamente. Todos los días en los próximos tres meses tendríamos clase juntos y hablaríamos sin parar.
Permanecía siempre extasiado escuchando aquella "máquina del tiempo" compartir su experiencia y sabiduría conmigo. En el transcurso del año, Rosa se volvió un ícono en el campus universitario, y hacía amigos fácilmente, donde quiera que fuese.
Adoraba vestirse bien, y gozaba con la atención que le daban los otros estudiantes. ¡Disfrutaba de la vida! Al final del semestre la convidamos   para hablar en nuestro banquete de fútbol
Jamás olvidaré lo que nos enseñó. Fue presentada y se aproximó al podio. Cuando comenzó a leer su discurso preparado, dejó caer al suelo tres de las cinco hojas. Frustrada y un poco nerviosa, tomó el micrófono y dijo simplemente:
Discúlpenme, ¡estoy tan nerviosa! Dejé de beber allá por Pascua, y este whisky me está matando!  Nunca conseguiré colocar mis papeles en orden nuevamente, entonces permitanme hablarles sobre aquello que yo sé.
Mientras nos reíamos, ella limpió su garganta y comenzó:
No dejamos de amar porque envejecemos; envejecemos porque dejamos de amar. Existen algunos secretos para continuar jóvenes, felices y exitosos. Es necesario reír y encontrar el humor cada día. Es necesario tener un sueño. Cuando se pierden los sueños, uno se muere. Hay tantas personas caminando por ahí que están muertas y ¡no se dan cuenta! Hay una enorme diferencia entre envejecer y crecer.
Si tienes 19 años y te quedas acostado en la cama por un año entero, sin hacer nada productivo, llegarás a los 20 años. Si yo tengo 87 años y me quedo en la cama por un año sin hacer cosa alguna, probablemente ya no me podré levantar más. Cualquier persona consigue envejecer. Eso no exige talento ni habilidad. La idea es crecer siempre encontrando oportunidades en las novedades. La idea es crecer siempre encontrando la oportunidad de cambiar. Los viejos generalmente no se arrepienten de aquello que hicieron, sino de aquellas cosas que dejaron de hacer. Las únicas personas que tienen miedo de la muerte son aquellas que tienen remordimientos.
Concluyó su discurso y nos desafió a cada uno de nosotros a estudiar poesía y practicarla en nuestra vida diaria. Al final del año Rosa terminó el último año de la facultad que había comenzado tiempo atrás. Una semana después de su graduación, murió tranquilamente durante el sueño.
Más de dos mil alumnos de la facultad fueran a su funeral, en honor a la maravillosa mujer que enseñó, a través del ejemplo, que nunca es demasiado tarde para ser todo aquello que podemos probablemente ser.




viernes, 6 de marzo de 2015

Qué razón tiene



Soy consciente que lo he publicado en otra ocasión, pero me parece prudente volver a recordar las palabras del sabio

miércoles, 4 de marzo de 2015

Más reflexiones sobre la cultura

La cultura se convierte en pedantería cuando el afán de figurar derrota al afán de saber.

Nuestra cultura tiene cuatro fundamentos: la filosofía griega, el derecho romano, la caridad cristiana y las ciencias modernas. Quien no se apoya en los cuatro, cojea.

En la cultura clásica ocio significaba cultivar la sabiduría; y en la moderna, ser arrebatado por un juego virtual.

Una cultura que no presienta a Dios es una cultura desalmada, porque solo puede quedarse en lo que se ve.


(Aforismos. Juan Luis Lorda. Ed. Rialp)


martes, 3 de marzo de 2015

Sobre la alegría II

FUNDAMENTOS Y MEDIOS PARA LA ALEGRÍA

1. ¿Fundamentos débiles de alegría? La alegría se puede basar en los éxitos laborales, el dinero, la salud, la comodidad, el éxito social, etc. Pero en estos casos, el contento es algo inestable pues dependerá de que haya buenas noticias en estos asuntos, que por ser materiales son de por sí perecederos. Por esto, cuando la alegría se basa en lo terreno, hay abundantes probabilidades de que se venga abajo.
2. ¿Fundamentos más estables de alegría? Para alcanzar un gozo más estable, hay que dirigir la mirada hacia el alma, que es la parte duradera del hombre. En este sentido, la adquisición de bienes espirituales o buenas cualidades, benefician al alma y son una base más firme para la alegría.
3. ¿Fundamentos aún más sólidos para la alegría? Sin embargo, si todo se basa en las propias fuerzas, es fácil que el edificio se tambalee y notamos falta de solidez pues tenemos experiencia de nuestra debilidad. De modo que conviene buscar un fundamento más seguro para nuestra alegría. Esta base más estable se encuentra en los bienes sobrenaturales y las fuerzas divinas, que no fallan. De ahí que las personas que destacan por su gozo más firme son los santos.
4. ¿Los mejores fundamentos de alegría? Los fundamentos más seguros para una felicidad verdadera son: la filiación divina, el amor de Dios y la maternidad de María. Estos grandes bienes divinos no se alteran por las circunstancias exteriores y sirven para mantener la alegría en cualquier situación. Sea cual fuere la dificultad, uno sigue siendo hijo de Dios y de María, y el Señor nos sigue amando.
5. ¿Y los pecados? Como nos alejan de Dios puede pensarse que la base del gozo se tambalea. Entonces, a los bienes anteriores hay que añadir otros: la misericordia divina y la confesión. Así, aunque haya pecados en nuestra vida, no se pierde la alegría pues el reencuentro con Dios está a nuestro alcance. El Señor me quiere, y su amor es misericordioso. Este es un firme fundamento para estar contentos, de modo que para un cristiano lo falso e irreal es entristecerse.
6. ¿Medios sobrenaturales para mejorar en alegría?
  • La oración es un gran medio para recuperar la alegría, sobre todo la meditación en los grandes bienes divinos que son base de la alegría profunda: la filiación divina y mariana, la misericordia del Señor, etc. También ayudará la oración de petición donde se acude a la ayuda y amparo divinos.
  • La confesión.- Produce alegría inmediata. Es algo muy comprobado. Al recuperar la unión con Dios el alma se alegra.
7. ¿Medios humanos para estar alegres?
  • Ejercitar la voluntad en esta dirección.
  • Esforzarse por sonreír sinceramente. Es un acto externo, pero ayuda a realizar el interno de elevar el ánimo.
  • La mortificación activa -la que uno busca realizar-.- Pues las pequeñas victorias ayudan a estar contentos. También el ofrecimiento a Dios de los sufrimientos pasivos puede ayudar, pero esto exige mayor visión sobrenatural.
  • El servicio al prójimo, pues este olvido de sí mismo libera de muchas preocupaciones, y darse sinceramente a los demás es de tal eficacia, que Dios lo premia con una humildad llena de alegría.
  • Algunos medios más rudimentarios para estar contentos son: dormir lo suficiente, una ducha caliente, un vaso de vino -si es buen vino dirá alguno-, una lectura agradable, un paseo, excursión o deporte, una conversación amistosa, etc.
8. ¿Las juergas producen alegría? Sólo alegría superficial y momentánea. Esto hace que se pueda confundir con la alegría de verdad. La alegría de la juerga se esfuma enseguida y reclama repetir la juerga. Algo así sucede con las drogas.

(www.ideasrapidas.org)


lunes, 2 de marzo de 2015

Sobre la alegría I

LA ALEGRÍA Y SUS TIPOS.

1. ¿Qué es la alegría? La alegría en cuanto virtud es el hábito de mantener el ánimo contento, con independencia de las circunstancias exteriores. Pero hay otras formas de alegría.

2. ¿Tipos de alegría?
  • Alegría falsa.- Unida a gozos dañinos. Por ejemplo, a veces se llama vida alegre a un comportamiento juerguista, regado de alcohol, sexo y drogas. Es una triste vida aunque rebose de energía, placeres y risa tonta. Llamemos a las cosas por su nombre: el desenfreno, borracheras, y gustos satisfechos son lo que esas palabras indican, y poco tienen que ver con la alegría.
  • Alegría superficial.- Es el caso de quien se ríe por todo y nada le importa. No se entera de las dificultades y nada quiere saber de problemas. Pasa de todo, podría decirse, o cierra los ojos a la realidad para seguir riéndose. Quizá no necesite de juergas y exteriormente parece alegre, pero le falta contenido.
  • Alegría sentimental.- Consiste en estar o sentirse satisfechos. Tiene lugar cuando uno se encuentra bien, le salen las cosas como pensaba, el triunfo acompaña, hace un tiempo agradable. Dice: estoy bien, estoy contento. Deseamos estar así, pero notamos que falta algo, vemos que esta alegría es transitoria. Bienvenidos sean los éxitos y sentimientos de bienestar, pero más interesante es la virtud de la alegría, pues buscamos no sólo estar alegres sino serlo.
  • Alegría-virtud.- Es el hábito de mantener el ánimo contento, con independencia de las circunstancias exteriores. Esta cualidad no está supeditada al alcohol ni a los sentimientos sino que es una actitud interior, que se adquiere con repetición de actos como todas las cualidades.

3. ¿Actos de alegría? Son actos de la propia voluntad que decide conservar el buen ánimo aunque las cosas no vayan bien. No se trata de una actitud voluntarista, sino que la alegría verdadera posee un fundamento real. Es un acto de voluntad basado en hechos. En la medida en que estos hechos sean grandes y duraderos, la alegría será firme y profunda.