Opiniones personales. Opiniones ajenas. Mafalda. Otros

viernes, 25 de enero de 2013

Sentido común personificado


Querido hijo, me pides un justificante que te exima de cursar la religión, un poco por tener la gloria de proceder de distinta manera que la mayor parte de los condiscípulos, y temo que también un poco para parecer digno hijo de un hombre que no tiene convicciones religiosas. Este justificante no te lo envío ni te lo enviaré jamás.
No es porque desee que seas clerical, a pesar de que no hay en esto ningún peligro, ni lo hay tampoco en que profeses las creencias que te expondrá el profesor. Cuando tengas la edad suficiente para juzgar, serás completamente libre; pero, tengo empeño decidido en que tu instrucción y tu educación sean completas, no lo serían sin un estudio serio de la religión.

Te parecerá extraño este lenguaje después de haber oído tan bellas declaraciones sobre esta cuestión; son hijo mío declaraciones buenas para arrastrar a algunos, pero que están en pugna con el más elemental buen sentido. ¿Cómo sería completa tu instrucción sin un conocimiento suficiente de las cuestiones religiosas sobre las cuales todo el mundo discute? ¿Quisieras tú por ignorancia voluntaria no poder decir una palabra sobre estos asuntos sin exponerte a soltar un disparate?
Dejemos a un lado la política y las discusiones, y veamos lo que se refiere a los conocimientos indispensables que debe tener un hombre de cierta posición. Estudias mitología para comprender la historia o la civilización de los griegos y de los romanos. Y ¿qué comprenderías de la historia de Europa o del mundo entero después de Jesucristo, sin conocer la religión, que cambió la faz del mundo y produjo una nueva civilización? En el arte ¿qué serán para ti las obras maestras de la Edad Media y de los tiempos modernos, si no conoces el motivo que las ha inspirado y las ideas religiosas que ellas contienen? En las letras, ¿puedes dejar de conocer no sólo a Bossuet, Fenelón, Lacordaire, De Maistre, Veuillot y tantos otros que se ocuparon exclusivamente en cuestiones religiosas, sino también a Corneille, Racine, Hugo, en una palabra a todos estos grandes maestros que debieron al cristianismo sus más bellas inspiraciones? Si se trata de derecho, de filosofía o de moral, ¿puedes ignorar la expresión más clara del Derecho Natural, la filosofía más extendida, la moral más sabia y más universal? –éste es el pensamiento de Juan Jacobo Rousseau-.

Hasta en las ciencias naturales y matemáticas encontrarás la religión: Pascal y Newton eran cristianos fervientes; Ampére era piadoso; Pasteur probaba la existencia de Dios y decía haber recobrado por la ciencia la fe de un bretón. Flanmarion se entrega a fantasías teológicas.
¿Querrás tú condenarte a saltar páginas en todas tus lecturas y en todos tus estudios? Hay que confesarlo: la religión está íntimamente unida a todas las manifestaciones de la inteligencia humana; es la base, de la civilización y es ponerse fuera del mundo intelectual y condenarse a una manifiesta inferioridad el no querer conocer una ciencia que han estudiado y que poseen en nuestros días tantas inteligencias preclaras. Ya que hablo de educación: ¿para ser un joven bien educado, es preciso conocer y practicar las leyes de la Iglesia? Sólo te diré lo siguiente: nada hay que reprochar a los que la practican fielmente, y con mucha frecuencia hay que llorar por los que no las toman en cuenta. No fijándome sino en la cortesía, en el simple “savoir vivre”, hay que convenir en la necesidad de conocer las convicciones y los sentimientos de las personas religiosas. Si no estamos obligados a imitarlas, debemos, por lo menos, comprenderlas, para poder guardarles el respeto, las consideraciones y la tolerancia que les son debidas. Nadie será jamás delicado, fino, no siquiera presentable sin nociones religiosas.

Querido hijo: convéncete de lo que te digo: muchos tienen interés en que los demás desconozcan la religión; pero todo el mundo desea conocerla. En cuanto a la libertad de conciencia y otras cosas análogas, eso es vana palabrería que rechazan de continuo los hechos y el sentido común. Muchos anti-católicos conocen por lo menos medianamente la religión; otros han recibido educación religiosa; su conducta prueba que han conservado toda su libertad.
Además, no es preciso ser un genio para comprender que sólo son verdaderamente libres de no ser cristianos los que tienen facultad para serlo, pues, en caso contrario, la ignorancia les obliga a la irreligión. La cosa es muy clara: la libertad exige la facultad de poder obrar en sentido contrario. Te sorprenderá esta carta, pero precisa, hijo mío, que un padre diga siempre la verdad a su hijo. Ningún compromiso podría excusarme de esa obligación.

Esta entrada la dejaré por su interés innegable hasta el lunes sin añadir ninguna otra.

jueves, 24 de enero de 2013

Anuncio de carta


El socialista JEAN JAURÉS nació en 1859 en Francia. Fue diputado por el Partido Obrero Francés en 1889, manteniéndose como parlamentario hasta 1898. Posteriormente fue elegido también en las elecciones de 1902, 1906, 1910 y 1914. Murió en 1914.
En 1904 fundó el periódico L`Humanité. En 1905 consigue unir bajo su liderazgo a los socialistas franceses formando la Sección Francesa de la Internacional Obrera. Fue precisamente el diario L´Humanité el que publicó una carta dirigida a su hijo que mañana día 25 de enero saldrá publicada en este blog, si Dios quiere.

La carta fue citada por Pidain en las Cortes Constituyentes de la II República Española y ha llegado hasta nosotros a través de Carlos García Andoain, coordinador nacional de “cristianos en el PSOE” a quien se la hizo llegar Michel Santamarina, antiguo militante de la HOAC de Sestao (Bilbao).
Como mis lectores se habrán dado cuenta, en este blog nunca trato de política porque no es ese su fin. Ni hoy ni mañana, ni nunca voy a hablar de política; la carta de la que hoy anuncio su publicación, no tiene nada que ver con la política y precisamente por eso la quiero publicar para que ustedes la lean y saquen sus conclusiones. Agradezco su paciencia esperando a mañana para salir de dudas, el motivo es que dicha carta es un poco larga y de esta forma no canso demasiado a mis lectores.

miércoles, 23 de enero de 2013

Aportación al Año de la fe

La Creación del mundo

Dios ha creado el mundo por amor. Cfr. Compendio del Catecismo nn. 295-301 y 317-320
n  ¿Cómo ha creado Dios el universo?
n  Dios ha creado el universo libremente con sabiduría y amor. El mundo no es el fruto de una necesidad, de un destino ciego o del azar. Dios crea «de la nada» (–ex nihilo–: 2 M 7, 28) un mundo ordenado y bueno, que Él transciende de modo infinito. Dios conserva en el ser el mundo que ha creado y lo sostiene, dándole la capacidad de actuar y llevándolo a su realización, por medio de su Hijo y del Espíritu Santo.
n  "En el principio, creó Dios el cielo y la tierra" (Génesis 1,1).
n  Dios creó el mundo de la nada. Las cosas pequeñas y las grandes.
n  Al contemplarla, es fácil dar gloria y alabar a Dios.
n  Dios quiere que los hombres cooperemos en su obra: trabajar y dominar la tierra.
n  Sólo Dios es propiamente eterno, es decir, no tiene principio ni fin.
n  En Dios no hay pasado ni futuro, sino un presente inmutable.
n  Dios quiso crear el mundo, y especialmente el hombre, que está hecho a su imagen y semejanza, y nos preparó el mundo con todas sus maravillas.
n  Dios hizo todas las cosas con sólo su querer y lo creó todo de la nada.
n  Antes de que Él lo creara, no existía nada.

Crear no es lo mismo que fabricar
n  Crear quiere decir "hacer que exista algo que antes no existía, sacándolo de la nada".
El hombre no puede crear: sólo Dios puede crear
Decimos que Dios ha creado el mundo, y no que Dios ha fabricado el mundo, para indicar que, cuando empezó a existir, no había nada, siendo Dios quien hizo que existiera. Crear quiere decir "hacer que exista algo que antes no existía, sacándolo de la nada". El hombre no puede crear; puede modificar, por ejemplo, el cauce de un río, o fabricar un tejido usando como materia el algodón o las fibras sintéticas, o montar un coche uniendo las distintas piezas.
n  El mundo es una manifestación de la perfección divina, un reflejo de lo que es Dios, y el mundo canta la gloria de Dios.
n  Pensando en el hombre Dios creó todas las cosas y las puso en sus manos.
n  Cuando contemplamos una obra de arte -una catedral, por ejemplo-, nos maravillamos y alabamos el genio de sus autores. Aquella obra de arte es una gloria para los que la construyeron.
n  Al contemplar la grandeza del mundo: los astros, el mar, las plantas; al mirar la perfección de las cosas más pequeñas: un pajarillo, un insecto, nos maravillamos y alabamos a Dios que es su autor. El mundo es una manifestación de la perfección divina, un reflejo de lo que es Dios, y el mundo canta la gloria de Dios. A esa glorificación debe unirse el hombre, no solamente por ser la criatura más perfecta de la creación visible, sino, además, porque Dios ha puesto todas las cosas a su servicio. Pensando en el hombre Dios creó todas las cosas y las puso en sus manos.
n  Dios ha querido que el hombre domine la creación trabajando y sacándole todo su fruto.
Así como en la creación Dios lo hizo todo muy bien, así el hombre tiene que hacer las cosas bien y por amor a Dios. Dios podía haber creado las cosas tal y como existen, por ejemplo, las mesas, las casas, las centrales eléctricas...; pero ha querido que el hombre domine la creación trabajando y sacándole todo su fruto. Cuando el hombre trabaja, colabora con Dios para dominar la creación, ya que Dios así lo quiso.
Así como en la creación Dios lo hizo todo muy bien, porque es Dios y porque le mueve el amor que tiene a los hombres, así el hombre tiene que hacer las cosas bien y por amor a Dios, para que cuando Dios vea ese trabajo pueda decir: "Lo que hace el hombre, está bien hecho". Hay que hacerlo poniendo esfuerzo y ofreciéndolo a Dios.
n  Si Dios no conservase el mundo, desaparecería y volvería a la nada.
n  Dios gobierna este mundo, y de manera especial a los hombres, con unas leyes que están impresas en su naturaleza, respetando siempre la libertad que les dio como uno de los grandes regalos.
Ofrecer el trabajo del día y mostrar agradecimiento al Señor
n  Al empezar el día, recita una oración como esta:
¨  "Te adoro, Dios mío, y te amo de todo corazón; te doy gracias por haberme creado, hecho cristiano y conservado esta noche; te ofrezco todas mis obras, y te ruego que me guardes en este día de todo pecado y me libres de todo mal. Amén".
Tener confianza en Dios
n  El conocimiento de la Providencia que Dios ejerce sobre el mundo y sobre cada uno de nosotros nos debe llevar a una decisión confiada de ponernos en sus manos.
n  Ese abandono en las manos de Dios será la fuente de nuestra serenidad, seguridad y alegría.
n  Un propósito para avanzar: Procurar hacer todas las mañanas el ofrecimiento de obras al levantarse.
n  Acostumbrarse a ofrecer a Dios el estudio y el trabajo, haciéndolo lo mejor posible.

 

 

martes, 22 de enero de 2013

Receso. Tres chistes


¿Qué hacía Pepito corriendo alrededor de la universidad? haciendo una carrera universitaria
Un hombre en una cafetería: -Perdone, me pone un café? -Si, por supuesto. -El azúcar es gratis? -Si. -Estupendo, pues póngame tres kilos para llevar.

Un borracho que se pone a llamar a una farola... Después de un rato pasa otro borracho y dice: -¿No te abren? -No. -Pues sigue llamando que arriba hay luz.

lunes, 21 de enero de 2013

Más sobre la amistad


La amistad duplica las alegrías y divide las angustias por la mitad. Sir Francis Bacon (1561-1626) Filósofo y estadista británico.

Tómate tiempo en escoger un amigo, pero sé más lento aún en cambiarlo. Benjamin Franklin (1706-1790) Estadista y científico estadounidense.
Amigos son aquellos extraños seres que nos preguntan como estamos y se esperan a oír la contestación. Ed Cunningham

¿Qué cosa más grande que tener a alguien con quien te atrevas a hablar como contigo mismo? Marco Tulio Cicerón (106 AC-43 AC) Escritor, orador y político romano.

Un padre es un tesoro, un hermano es un consuelo: un amigo es ambos. Benjamin Franklin (1706-1790) Estadista y científico estadounidense.

 

domingo, 20 de enero de 2013

Sobre la perseverancia


"Es intentando lo imposible como se realiza lo posible." Henri Barbusse
"En la pugna entre el arroyo y la roca, siempre triunfa el arroyo... no porque sea muy fuerte, sino porque persevera.". H. Jackson Brown

"La peor derrota de una persona es cuando pierde su entusiasmo." H.W. Arnold
"Sólo se ha perdido cuando se deja de luchar." Toro Belisario

"No son los golpes ni las caídas las que hacen fracasar al hombre; sino su falta de voluntad para levantarse y seguir adelante." Anónimo

"Caer está permitido. ¡Levantarse es obligatorio!." Proverbio ruso

"Nunca olvides que sólo los peces muertos nadan con la corriente." Anónimo

"Puede ser un héroe tanto el que triunfa como el que sucumbe, pero jamás el que abandona el combate." Tomas Carlyle

"El hombre superior es el que siempre es fiel a la esperanza; no perseverar es de cobardes." Eurípides
"El hombre que se levanta es aún más grande que el que no ha caído." Concepción Arenal

"La constancia es la virtud por la que todas las cosas dan su fruto." Arturo Graf
"Abandonar puede tener justificación, abandonarse no la tiene jamas.". Ralph Emerson

"Aprender a doblarse, es mejor que quebrarse." Leo Buscaglia