Opiniones personales. Opiniones ajenas. Mafalda. Otros

sábado, 16 de febrero de 2013

Transmitir la fe en la familia I



Voy a publicar hoy y en días sucesivos un artículo que puede dar mucha luz a los padres en la educación de los hijos. El artículo es de  Alfonso Aguiló; no es la primera vez que publico algo de este autor que pienso da muy buenas ideas. Ahí va.

En la propia familia se forja el carácter, la personalidad, las costumbres... y también se aprende a tratar a Dios. Dar ejemplo, dedicar tiempo, rezar... la transmisión de la fe a los hijos resulta una tarea que exige empeño
      Cada hijo es una muestra de confianza de Dios con los padres, que les encomienda el cuidado y la guía de una criatura llamada a la felicidad eterna. La fe es el mejor legado que se les puede transmitir; más aún: es lo único verdaderamente importante, pues es lo que da sentido último a la existencia. Dios, por lo demás, nunca encarga una misión sin dar los medios imprescindibles para llevarla a cabo; y así, ninguna comunidad humana está tan bien dotada como la familia para facilitar que la fe arraigue en los corazones.
El testimonio personal
      La educación de la fe no es una mera enseñanza, sino la transmisión de un mensaje de vida. Aunque la palabra de Dios es eficaz en sí misma, para difundirla el Señor ha querido servirse del testimonio y de la mediación de los hombres: el Evangelio resulta convincente cuando se ve encarnado.
      Esto vale de manera particular cuando nos referimos a los niños, que distinguen con dificultad entre lo que se dice y quién lo dice; y adquiere aún más fuerza cuando pensamos en los propios hijos, pues no diferencian claramente entre la madre o el padre que reza y la oración misma: más aún, la oración tiene valor especial, es amable y significativa, porque quien reza es su madre o su padre.
      Esto hace que los padres tengan todo a su favor para comunicar la fe a sus hijos: lo que Dios espera de ellos, más que palabras, es que sean piadosos, coherentes. Su testimonio personal debe estar presente ante los hijos en todo momento, con naturalidad, sin pretender dar lecciones constantemente.
      A veces, basta con que los hijos vean la alegría de sus padres al confesarse, para que la fe se haga fuerte en sus corazones. No cabe minusvalorar la perspicacia de los niños, aunque parezcan ingenuos: en realidad, conocen a sus padres, en lo bueno y en lo menos bueno, y todo lo que éstos hacen –u omiten– es para ellos un mensaje que ayuda a formarlos o los deforma.
      Benedicto XVI ha explicado muchas veces que los cambios profundos en las instituciones y en las personas suelen promoverlos los santos, no quienes son más sabios o poderosos: «En las vicisitudes de la historia, [los santos] han sido los verdaderos reformadores que tantas veces han remontado a la humanidad de los valles oscuros en los cuales está siempre en peligro de precipitar; la han iluminado siempre de nuevo» [1].
      En la familia sucede algo parecido. Sin duda, hay que pensar en cuál es el modo más pedagógico de transmitir la fe, y formarse para ser buenos educadores; pero lo decisivo es el empeño de los padres por querer ser santos. Es la santidad personal la que permitirá acertar con la mejor pedagogía.
      "En todos los ambientes cristianos se sabe, por experiencia, qué buenos resultados da esa natural y sobrenatural iniciación a la vida de piedad, hecha en el calor del hogar. El niño aprende a colocar al Señor en la línea de los primeros y más fundamentales afectos; aprende a tratar a Dios como Padre y a la Virgen como Madre; aprende a rezar, siguiendo el ejemplo de sus padres. Cuando se comprende eso, se ve la gran tarea apostólica que pueden realizar los padres, y cómo están obligados a ser sinceramente piadosos, para poder transmitir –más que enseñar– esa piedad a los hijos"[2].

viernes, 15 de febrero de 2013

La esperanza



Si ayudo a una sola persona a tener esperanza, no habré vivido en vano. Martin Luther King 

Sin la esperanza se apaga el entusiasmo, decae la creatividad y mengua la aspiración hacia los más altos valores. Juan Pablo II

Sin la esperanza en la vida futura, no sirves para esta vida. Arthur Graf

Somos asesinos de nuestra propia vida mientras no descubramos en nosotros razones para esperar. Georges Roux

Tanto más fatiga el bien deseado cuanto la esperanza está más cerca de poseerlo. Miguel de Cervantes

jueves, 14 de febrero de 2013

Un receso


Un adolescente había pasado su examen de conducir y preguntó a su padre que cuando podría utilizar él el coche. El padre le dijo que hicieran un trato:
“Tú mejoras tus notas de 7 a 8 en promedio, estudias la Biblia un poco y te cortas el pelo ... Entonces hablaremos sobre prestarte el coche”
Seis semanas después le dijo su padre: “Hijo, mejoraste tus notas y he visto que has estado leyendo la Biblia pero me decepciona que no te hayas cortado el pelo”.
El muchacho contestó: “Sabes papá, he estado viendo en mis estudios de la Biblia que Sansón llevaba el pelo largo, Juan el Bautista también, Moisés lo mismo y hasta existen evidencias de que Jesús llevaba el pelo largo”
El padre contestó: “¿Y te fijaste que todos ellos iban a todas partes a pié?
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miércoles, 13 de febrero de 2013

Aportación al Año de la Fe


Dios ha creado los ángeles
n  ¿Quiénes son los ángeles? Compendio del Catecismo 328-333 y 350-351
n  Los ángeles son criaturas puramente espirituales, incorpóreas, invisibles e inmortales; son seres personales dotados de inteligencia y voluntad. Los ángeles, contemplando cara a cara incesantemente a Dios, lo glorifican, lo sirven y son sus mensajeros en el cumplimiento de la misión de salvación para todos los hombres.
n  En la Sagrada Escritura se encuentran muchos pasajes en los que intervienen los ángeles:
n  al nacer Jesús un ángel anuncia a los pastores la buena noticia;
n  el arcángel Rafael aparece en la historia de Tobías,
n  y el arcángel Gabriel es quien anuncia a la Virgen que Dios quiere que sea su Madre;
n  otro ángel saca a Pedro de la cárcel; etc.
n  La existencia de ángeles y demonios, verdad de fe
n  Los ángeles y los demonios existen de verdad, no son un cuento.
n  Creemos que existen ángeles y demonios -igual que existimos nosotros- porque Dios nos lo ha revelado.
Los demonios son espíritus que pecaron contra Dios
n  Dios creó buenos por naturaleza a todos los espíritus, y los hizo hijos suyos por la gracia.
n  Capitaneados por Lucifer, muchos de ellos se rebelaron y dijeron: "No queremos servir a Dios".
n  Los ángeles, con San Miguel al frente, fueron fieles a Dios, diciendo: "Queremos servir a Dios".
n  Los espíritus rebeldes o demonios fueron condenados eternamente al infierno
n  Los demonios odian a Dios y a todos los que aman a Dios. Por eso desean que los hombres ofendan a Dios y sean condenados al infierno.
n  La forma habitual que tienen de tentarnos es incitando nuestras malas inclinaciones o aprovechándose de ellas.
n  La tentación no es pecado; es pecado, si hacemos caso de lo que nos pide el demonio.
 La protección de los Ángeles Custodios
n  Tobías hijo debía hacer un viaje largo y lleno de peligros. Buscó un compañero de viaje, y Dios le envió al arcángel Rafael para acompañarle y enseñarle el camino.
n  Nosotros también vamos de camino hacia el cielo; en este camino hay muchos peligros para nuestra alma y nuestro cuerpo. Dios nos da un compañero que está siempre a nuestro lado, aunque no lo veamos: es el Ángel de la Guarda o Ángel Custodio.
Uso del agua bendita
n  La Iglesia recomienda a los cristianos usar el agua bendita,
¨  es un sacramental,
¨  para implorar el perdón de los pecados veniales y alcanzar la protección de Dios contra las asechanzas del demonio.
n  Santa Teresa de Jesús decía: "De ninguna cosa huye más el demonio, para no tornar, que del agua bendita".
Un propósito para avanzar
n  Aprender la Oración al Ángel de la Guarda y recitarla por la mañana al levantarse.
¨  Ángel de mi guarda, dulce compañía, no me desampares ni de noche ni de día.
No me dejes solo, que me perdería.

n  Darse cuenta de que en el Padrenuestro pedimos a Dios: "No nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal". Luchar, pues, contra las tentaciones.

 

martes, 12 de febrero de 2013

Entonces, ¿quien mató a Marta del Castillo?


He leído un artículo de Javier García Rull, fiscal, que se publica el periódico SUR de Málaga. En dicho artículo, cuyo título es el que pongo yo, el fiscal basado en la investigación y en los testimonios de los psicólogos y psiquiatras y conociendo el ambiente de la familia del principal encausado: madre que cambia de marido con frecuencia más otros que la visitan, hermanos de distinto padre..., afirman que este chico es la consecuencia de la falta de legislación a favor de la familia; mejor, legislación en contra de la familia, divorcio exprés, educación sin valores, permisividad sexual, etc., todo ello contribuye a destrozar el concepto de familia; y no somos conscientes a veces que cuando se destruye o “se disuelve la familia, los problemas no se disuelven, se agrandan”, en opinión de Chesterton que la vida nos demuestra que tenía razón.
Otra característica que señala el fiscal es el hecho de que la permisividad sexual que vive Carcaño, en parte fruto del mal ejemplo de su madre y en parte por la irresponsabilidad de todos los que incitan a semejante dislate a los jóvenes, hacen de estos unos egoístas redomados, usan y tiran, les da igual las consecuencias, no se responsabilizan de sus actos. Piensan que el sexo es solo placer. Cuantas autoridades tendrían que reflexionar sobre esa continua incitación…, sacar un libro de una biblioteca lleva anejo en algunas la entrega de un condón… El juez de menores Emilio Calatayud dice: “Han hecho mucho daño esas campañas que alientan las relaciones sexuales tempranas”.

A la vista de estos datos, el fiscal nos hace caer en la cuenta de la necesidad de la protección a la familia que es insustituible en la educación y en la necesidad de la educación en valores estables. No se arreglan las cosas clamando por un endurecimiento de las penas, la verdadera solución llegará cuando seamos capaces de reflexionar y ser conscientes que jugamos con fuego y no nos podemos quejar si después nos quemamos.
El caso de tanta “Marta del Castillo”, clama para que nos decidamos de una vez a poner los cimientos de una educación en valores y a favorecer la familia; es triste que cuando en España se está intentando corregir un poco el desvarío, surjan tantos defensores de no se sabe qué…, para que continuemos como estamos, para que sigan aflorando otras Martas y después comencemos la misma rueda de la queja sin verdaderas soluciones.

lunes, 11 de febrero de 2013

Benedicto XVI

Quiero publicar un video breve sobre un día en la vida de benedicto XVI, el que es el Papa de todos los católicos hasta el próximo día 28 de febrero. Sirva como homenaje a un gran teólogo y un gran papa. Gracias por todo Santidad.
 

domingo, 10 de febrero de 2013

Sobre la esperanza 2


No hay condición tan baja que no tenga esperanza; ninguna tan alta que no inspire temores. Lin Yutang

No hay sin duda suficiente oro en el mundo con que pagar un puñado de esperanza. Carlos Tosi

Para los que dejaron de tener esperanza la desesperación es un remedio. Virgilio

Pongamos nuestra esperanza en el Dios vivo. 1 Tm 4, 10

Puede haber esperanza únicamente para una sociedad la cual actúa como una gran familia, no como muchas separadas. Anwar Sadat