Opiniones personales. Opiniones ajenas. Mafalda. Otros

sábado, 15 de junio de 2013

Reflexión


Aquella podría ser una mañana más, como cualquier otra. Una persona baja en el metro de Nueva York, vistiendo jeans y camiseta. Se para cerca de la entrada. Saca el violín de la caja y comienza a tocar con entusiasmo para la multitud que pasa por ahí en la hora pico del día. Tocó durante 45 minutos, y fue prácticamente ignorado por todas las personas que pasaron.

Nadie sabía que el músico era JOSHUA BELL, Uno de los mejores violinistas del mundo ejecutando piezas musicales consagradas, en un instrumento rarísimo,  un Stradivarius de 1713, estimado en más de 3 millones de dólares.
Algunos días antes, Bell había tocado en el Symphony Hall de Boston, donde los lugares costaban mas de mil dólares. La experiencia en el metro, grabada en video, muestra hombres y mujeres de andar ligero, taza de café en la mano y celular al oído.

INDIFERENTES AL SONIDO DEL VIOLÍN.
La iniciativa, realizada por The Washington Post, era la de lanzar un debate sobre valor, contexto y arte. La conclusión es que estamos acostunbrados a dar valor a las cosas, cuando están en un contexto. Bell, en el metro, era una obra de arte sin moldura. Un artefacto de lujo sin etiqueta del diseñador.

Este es um ejemplo de tantas cosas que pasan en nuestras vidas, que son únicas, singulares y que no les damos importancia, porque no vienen con la etiqueta de precio.
Al final, lo que tiene valor real para nosotros, independentemente de marcas, precios y etiquetas, es  lo que el mercado dice que podemos tener, sentir, vestir o ser?

Será que nuestros sentimentos y  nuestra apreciación de belleza son manipulados por el mercado, por los medios de comunicación y por las instituciones que tienen poder financiero? Será que estamos valorizando solamente aquello que está con etiqueta de precio?
Una empresa de tarjetas de crédito está invirtiendo, hace algún tiempo, en propaganda donde, despúes de mostrar varios items, con sus respectivos precios, presenta una cena de afecto, de alegría e informa: NO TIENE PRECIO.

Y es eso lo que precisamos aprender a valorar. Aquello que no tiene precio, porque no se compra. No se compra la amistad, el amor, el afecto. No se compra cariño y dedicación.
No se compra el rayo de sol, ni las gotas de lluvia.                      

El aire que respiramos, la brisa, el verde de los árboles y el colorido de las flores nos es dado por Dios, gratuitamente.
Pensemos en ésto y aprovechemos más todo lo que está a nuestro alcance, sin precio, sin patente registrada, sin etiqueta del diseñador

Estemos mas atentos a lo que nos acerca, seamos agradecidos por lo que tenemos y no perdamos el tiempo pensando en lo que pudo haber sido y no fué
Y no echemos la culpa a lós demás por no saber disfrutar de lo que tenemos, es injusto y poco elegante.

 

 

 

 

 

 

 

 

viernes, 14 de junio de 2013

Aportación al Año de la Fe


Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor
n   ¿Cuál es la Buena Noticia para el hombre? Compendio del Catecismo 422-424La Buena Noticia es el anuncio de Jesucristo, «el Hijo de Dios vivo» (Mt 16, 16), muerto y resucitado. En tiempos del rey Herodes y del emperador César Augusto, Dios cumplió las promesas hechas a Abraham y a su descendencia, enviando «a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la Ley, para rescatar a los que se hallaban bajo la Ley, y para que recibiéramos la filiación adoptiva» (Ga 4, 4-5).

n  Para salvarnos Dios envió a su Hijo, que es Jesús, el Cristo, o Jesucristo. Como afirma la fe de la Iglesia, Jesucristo es verdadero Dios y verdadero Hombre. Además de Salvador y Redentor, Jesucristo es el modelo para los hombres, especialmente para los cristianos. A pesar del pecado, Dios seguía amando a los primeros padres y a sus descendientes, y quiso restaurar lo que el pecado había destruido.

n  Prometió que salvaría a los hombres de su pecado, recuperando el don de la gracia: volverían a ser hijos de Dios y herederos del cielo, aunque sin recobrar los dones preternaturales.
n  Para que los hombres no se olvidaran de que iba a enviar al mundo un Salvador, Dios les recuerda con frecuencia esa promesa por medio de Abrahán, Jacob, Moisés, David... Son los Profetas, sobre todo, los que hablan del Mesías, del Salvador que habrá de venir: Isaías (7,14) proclama que nacerá de una "virgen"; Miqueas (5,2) señala incluso dónde va a nacer: en "Belén".

n  "Tanto amó Dios al mundo que le envió a su Hijo unigénito" (Juan 3,16). El Señor se llama Jesús, que quiere decir "Salvador". El arcángel San Gabriel se lo dijo así a San José: La Virgen "dará a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús, porque salvará a su pueblo de sus pecados" (Mateo 1,21). Él nos lo dijo y porque lo demostró con sus obras. Nos dijo: "Yo y el Padre somos una misma cosa; quien me ve a mí ve al Padre; nadie conoce al Padre sino el Hijo". Jesucristo cura a los mudos, a los ciegos, a los leprosos...; resucita a su amigo Lázaro, al hijo de la viuda de Naín...; perdona los pecados...; y todo esto lo hacía por su propia virtud y poder, porque es Dios.
n  Jesucristo murió verdaderamente y resucitó también de verdad. Se apareció repetidas veces a sus discípulos, y éstos lo atestiguaron. Sus enemigos querían ocultar esta prueba de su divinidad (cfr. Mateo 28,11-15).

n  La resurrección de Cristo es la mayor prueba de que es Dios, pues resucitó por su propia virtud. Jesucristo es igual a nosotros, menos en el pecado y el error.
n  Tuvo madre como tenemos nosotros; trabajó con sus manos; tuvo hambre y sed, comía y bebía; se cansaba; tuvo amigos y lloró cuando murió su amigo Lázaro; se alegraba con sus discípulos, con los niños... Jesucristo no sólo es perfecto Dios, sino que además es perfecto hombre.

n  Jesucristo venció a la muerte, resucitó y subió al cielo. Como Dios, está en todas partes y todo lo ve y lo oye. Jesucristo está en el cielo y en la Eucaristía. Podemos hablar con Él: nos escucha y nos habla, no con palabras sino en nuestro corazón. Tenemos que aprender de Jesús. Él mismo ha dicho: "Yo soy el camino, la verdad y la vida" (Juan 14,6).
n  Debemos cultivar la amistad con Jesús.

n  Si queremos tratarle, lo encontraremos en el evangelio, en la oración y en el sagrario.
n  Un propósito para avanzar

n  Lee todos los días el Evangelio durante unos minutos, para conocer mejor la vida y doctrina de Jesús.
n  Haz una breve visita al Santísimo en el Sagrario para estar con Cristo, realmente presente.



 

miércoles, 12 de junio de 2013

Discurso aiempre actual (II)

        "Ya votó por nosotros", ¿no?,  pues no, jóvenes, y no votaré por ustedes  porque ustedes también tienen mucha culpa de lo que  pasa en el mundo, ustedes también son medio soberbios, como que si el mundo fueran ustedes y los demás tienen una importancia muy relativa, y aunque hablan de paz, y de democracia y de cosas muy bonitas, a veces también pretenden imponer su voluntad por la fuerza, por la fuerza del dinero. Yo estoy de acuerdo con ustedes en que debemos luchar por el bien colectivo e individual, en combatir la miseria y resolver los tremendos problemas de la vivienda, del vestido y del sustento. Pero en lo que no estoy de acuerdo con ustedes es la forma que ustedes pretenden resolver esos problemas, ustedes también han sucumbido ante el materialismo, se han olvidado de los más bellos valores del espíritu pensando sólo en el negocio, poco a poco  se han ido convirtiendo en los acreedores de la humanidad y por eso la humanidad los ve con desconfianza.  El día de la inauguración de la Asamblea, el señor embajador de Lodaronia dijo que el remedio para todos nuestros males estaba en tener automóviles, refrigeradores, aparatos de televisión; ju ... y yo  me pregunto:  ¿para qué queremos automóviles si todavía andamos descalzos?, ¿Para qué queremos refrigeradores si no tenemos alimentos que meter dentro de ellos?.  ¿Para qué queremos tanques y armamentos si no tenemos suficientes escuelas para nuestros hijos? (aplausos).

        Debemos de luchar para que el hombre piense en la paz, pero no solamente impulsado por su instinto de conservación, sino fundamentalmente por el deber que tiene de superarse y de hacer del mundo una morada de paz y tranquilidad cada vez más digna de la especie humana y de sus altos destinos. Pero esta aspiración no será posible si no hay abundancia para todos, bienestar común, felicidad colectiva y justicia social. Es verdad que está en manos de ustedes, de los países poderosos de la tierra, ¡Verdes y Colorados!, el ayudarnos a nosotros los débiles, pero no con dádivas ni con préstamos, ni con alianzas militares. Ayúdennos pagando un precio más justo, más equitativo por nuestras materias primas, ayúdennos compartiendo con nosotros sus notables adelantos en la ciencia, en la técnica... pero no para fabricar bombas sino para acabar con el hambre y con la miseria (aplausos). Ayúdennos respetando nuestras costumbres, nuestras creencias, nuestra dignidad como seres humanos y nuestra personalidad como naciones por pequeños y débiles que seamos; practiquen la tolerancia y la verdadera fraternidad que nosotros sabremos corresponderles, pero dejen ya de tratarnos como simples peones de ajedrez en el tablero de la política internacional. Reconózcannos como lo que somos, no solamente como clientes o como ratones de laboratorio, si no como seres humanos que sentimos,  que sufrimos, y lloramos.
        Señores representantes, hay otra razón más por la que no puedo dar mi voto: hace exactamente veinticuatro horas que presenté mi renuncia como embajador de mi país, espero me sea aceptada. Consecuentemente no les he hablado a ustedes como Excelencia sino como un simple ciudadano, como un hombre libre, como un hombre cualquiera pero que, sin embargo, cree interpretar el máximo anhelo de todos los hombres de la tierra:  el anhelo de vivir en paz, el anhelo de ser libres, el anhelo de legar a nuestros hijos y a los hijos de nuestros hijos un mundo mejor en el que reine la buena voluntad y la concordia. Y qué fácil sería, señores, lograr ese mundo mejor en que todos los hombres blancos, negros, amarillos y cobrizos, ricos y pobres pudiésemos vivir como hermanos. Si no fuéramos tan ciegos, tan obcecados, tan orgullosos.

Si tan sólo rigiéramos nuestras vidas por las sublimes palabras, que hace dos mil años, dijo aquel humilde carpintero de Galilea, sencillo, descalzo, sin frac ni condecoraciones: "Amaos... amaos los unos a los otros"

        Pero desgraciadamente ustedes entendieron mal, confundieron los términos, ¿y qué es lo que han hecho?, ¿qué es lo que hacen?: "Armaos los unos contra los otros"....

 

 

martes, 11 de junio de 2013

Un discurso muy actual de hace 40 años (I)

A alguien se le ocurrió rescatar este discurso, pronunciado hace 40 años  por Cantinflas, supuestamente ante la Organización de Naciones Unidas, en una película en la cual él hacía el papel de embajador. El discurso tiene cuarenta años pero, sin quitarle una coma, podría repetirse en cualquier foro con absoluta vigencia. Éste fue el mismo filósofo de aquella célebre y crucial pregunta, formulada justo antes de sentarse a jugar dominó. "¿Vamos a jugar como caballeros ó como lo que somos?"

"Me ha tocado en suerte ser último orador, cosa que me da mucho gusto porque, como quien dice, así me los agarro cansados. Sin embargo, sé que a pesar de la insignificancia de mi país que no tiene poderío militar, ni político, ni económico ni mucho menos atómico, todos ustedes esperan con interés mis palabras ya que de mi voto depende el triunfo de los Verdes o de los Colorados.
Señores Representantes: Estamos pasando un momento crucial en que la humanidad se enfrenta a la misma humanidad. Estamos viviendo un momento histórico en que el hombre científica e intelectualmente es un gigante, pero moralmente es un pigmeo. La opinión mundial está tan profundamente dividida en dos bandos aparentemente irreconciliables, que se ha dado el singular caso, de que sólo un voto. El voto de un país débil y pequeño pueda hacer que la balanza se incline de un lado o de otro. Estamos, como quien dice, ante una gran báscula: con un platillo ocupado por los Verdes y con otro platillo ocupado por los Colorados. Y ahora llego yo, que soy de peso pluma y según donde yo me coloque, de ese lado inclinará la balanza. ¡Háganme el favor!... ¿No creen ustedes que es mucha responsabilidad para un solo ciudadano? Porque además no considero justo que la mitad de la humanidad quede condenada a vivir bajo un régimen político y económico que no es de su agrado, solamente porque un frívolo embajador haya votado, o lo hayan hecho votar, en un sentido o en otro. Por eso yo, el que les habla, su amigo... yo... no votaré por ninguno de los dos bandos (voces de protesta).  Y yo no votaré por ninguno de los dos bandos por tres  razones:

 Primera, porque, repito que no  sería justo que el sólo voto de un representante, que a lo mejor está enfermo del hígado, decidiera los destinos de cien naciones; Segunda, porque estoy convencido de que los procedimientos, repito, recalco, los procedimientos de los Colorados ( los países comunistas) son desastrosos  (voces de protesta de parte de los Colorados); ¡y Tercera!... porque estoy convencido de que los procedimientos de los Verdes ( los Estados Unidos ) tampoco son de lo más bondadoso que digamos (ahora protestan los Verdes).  Y si no se callan de plano yo ya no sigo, y se van a quedar con la tentación de saber lo que tenía que decirles. Insisto que hablo de procedimientos y no de ideas ni de doctrinas. Para mí todas las ideas son respetables  aunque sean " ideítas" o "ideotas“ y aunque no esté de acuerdo con ellas. Lo que piense ese señor, o ese otro señor,  o ese de allá de bigotitos que no piensa nada porque ya se nos durmió, eso no impide que todos nosotros seamos muy buenos amigos.
        Todos creemos que nuestra manera de ser, nuestra manera de vivir, nuestra manera de pensar y hasta nuestro modito de andar son los mejores y  tratamos de imponérselo a los demás y si no los aceptan decimos que son unos tales por cuales y al ratito andamos a la greña.  ¿Ustedes creen que eso está bien? Tan fácil que sería la existencia si tan sólo respetásemos el modo de vivir de cada quien.  Hace cien años ya lo dijo una de las figuras más humildes pero más grandes de nuestro continente:  "El respeto al derecho ajeno es la paz" (aplausos). Así me gusta... no que me aplaudan, pero sí que reconozcan la sinceridad de mis palabras.  Yo estoy de acuerdo con todo lo que dijo el Sr. representante de Salchichonia (alusión a Alemania) con humildad, con humildad de albañiles no agremiados debemos de luchar por derribar lo que nos separa, la incomprensión, la mutua desconfianza, el odio. Pero no la diferencia de las ideas, ¡eso no!, ¡nunca!. El día que pensemos igual y actuemos igual dejaremos de ser hombres para convertirnos en máquinas,  en autómatas.
        Este es el grave error de los Colorados, el querer imponer por la fuerza sus ideas y su sistema político y económico, hablan de libertades humanas, pero yo les pregunto: ¿existen esas libertades en sus propios  países? Dicen defender los Derechos del Proletariado pero sus propios obreros no tienen ni siquiera el derecho elemental de la huelga. Hablan de la cultura  universal al alcance de las masas pero encarcelan a sus escritores porque se atreven a decir la verdad, hablan de la libre determinación de los pueblos y sin embargo hace años que oprimen una serie de naciones sin permitirles que se den la forma de gobierno que más les convenga.
        ¿Cómo podemos votar por un sistema que habla de dignidad y acto seguido atropella lo más sagrado de la dignidad humana que es la libertad de conciencia eliminando o pretendiendo eliminar a Dios por decreto? No, señores representantes, yo no puedo estar con los Colorados, o mejor dicho con su manera de actuar; respeto su modo de pensar, allá ellos, pero no puedo dar mi voto para que su sistema se implante por la fuerza en todos los países de la tierra (voces de protesta)
        ¡El que quiera ser Colorado que lo sea, pero que no pretenda teñir a los demás!- (los Colorados se levantan para salir de la Asamblea). ¡Un momento jóvenes!, ¡hombre! ¿Por qué tan sensitivos? Pero si no aguantan nada, no, si no he terminado. Tomen asiento.  Ya sé que es costumbre de ustedes abandonar estas reuniones en cuanto oyen algo que no es de su agrado; pero no he terminado, tomen asiento, no sean precipitosos... todavía tengo que decir algo de los Verdes, ¿no les es gustaría escucharlo?

lunes, 10 de junio de 2013

Sin desperdicio

Hoy traigo parte de unas declaraciones que suscribo plenamente y por medio de ellas quiero alertar una vez más -y no será la última- del injustísimo crimen que supone el aborto en esta sociedad endurecida por una obsesión por el materialismo y la "buena vida", en lugar de aspirar a llevar a una "vida buena" como decían los filósofos griegos.


"Tratando del aborto nos encontramos ante la realidad de una vida humana en el seno materno que hay que proteger desde el momento de su concepción. El feto es un ser humano inocente e indefenso, por lo que los padres y la sociedad han de protegerle. En la iglesia hay instituciones que trabajan para ayudar a madres embarazadas con la finalidad que no se vean abocadas al aborto y puedan dar a luz a su hijo. El humanismo de una sociedad se evalúa por su actitud social y legal ante el aborto, en definitiva ante la cultura de la vida.

En el fondo de la crisis económica y financiera hay una crisis de valores y de fe. Cuando el hombre abandona a Dios, se pierde a sí mismo. Sin valores humanos y cristianos al salir de la crisis podemos caer en otra."

(Parte de las declaraciones de Luis Martínez Sistach, cardenal arzobispo de Barcelona)

domingo, 9 de junio de 2013

Mensajes del Papa Francisco


La lógica mundana nos empuja hacia el éxito, el dominio, el dinero; la lógica de Dios, hacia la humildad, el servicio y el amor.

El verdadero poder es el servicio. El Papa ha de servir a todos, especialmente a los más pobres, los más débiles, los más pequeños.

Acojamos a Cristo en nuestra vida, ocupémonos unos de otros, respetemos la creación con amor.

Dios nos ama. No tengamos miedo de amarlo. La fe se profesa con la boca y con el corazón, con la palabra y con el amor.

Ser cristianos no se reduce a seguir los mandamientos, sino a dejar que Cristo tome posesión de nuestra vida y la transforme.

Que hermosa es la mirada de Jesús sobre nosotros, cuánta ternura. No perdamos nunca la confianza en la paciente misericordia de Dios.