Opiniones personales. Opiniones ajenas. Mafalda. Otros

sábado, 5 de enero de 2013

Un diálogo con dos significados



En el vientre de una mujer embarazada se encontraban dos bebés. Uno pregunta al otro:

-        ¿Tú crees en la vida después del parto?

-        Claro que sí. Algo debe existir después del parto. Tal vez estemos aquí porque necesitamos prepararnos para lo que seremos más tarde.

-        ¡Tonterías! No hay vida después del parto. ¿Cómo sería esa vida?

-        No lo sé pero seguramente… habrá más luz que aquí. Tal vez caminemos con nuestros propios pies y nos alimentemos por la boca.

-        ¡Eso es absurdo!. Caminar es imposible. ¿Y comer por la boca?. ¡Eso es ridículo! El cordón umbilical es por donde nos alimentamos. Yo te digo una cosa: la vida después del parto está excluida. El cordón umbilical es demasiado corto.

-        Pues yo creo que debe haber algo. Y tal vez sea distinto a lo que estamos acostumbrados a tener aquí.

-        Pero nunca ha vuelto nadie del más allá después del parto. El parto es el final de la vida. Y a fin de cuentas, la vida no es más que una angustiosa existencia en la oscuridad que no lleva a nada.

-        Bueno, yo no sé exactamente cómo será después del parto, pero seguro que veremos a mamá y ella nos cuidará.

-        ¿Mamá? ¿Tú crees en mamá? ¿Y donde crees tú que ella está ahora?

-        ¿Dónde? ¡En todo nuestro alrededor! En ella y a través de ella es como vivimos. Sin ella todo este mundo no existiría.

-        ¡Pues yo no me lo creo! Nunca he visto a mamá, por lo tanto es lógico que no exista.

-        Bueno, pero a veces cuando estamos en silencio, tú puedes oírla cantando o sentir cómo acaricia nuestro mundo. ¿Sabes?... Yo pienso que hay una vida real que nos espera y que ahora solamente estamos preparándonos para ella…

viernes, 4 de enero de 2013

Esperanza


La esperanza tiene tanto de mérito cuanto de paciencia. Félix Lope de Vega Carpio

La esperanza ve lo invisible, siente lo intangible y logra lo imposible. Autor desconocido

La fe se refiere a cosas que no se ven, y la esperanza, a cosas que no están al alcance de la mano. Santo Tomás de Aquino
La juventud vive de la esperanza; la vejez, del recuerdo. George Herbert

La mayor parte de las cosas importantes en el mundo han sido logradas por personas que han seguido intentando cuando parecía que ya no había esperanza. Dale Carnegie
La mentira es la bomba que tras la verdad destruye la esperanza. Antonio Caballero

miércoles, 2 de enero de 2013

¿Agnosticismo o comodidad?

No me negarán que en los últimos años las personas que se consideran a sí mismas como agnósticas han crecido como las setas después de un buen chaparrón. Hables con quien hables, católicos bautizados de toda la vida, de repente resultan que son agnósticos. La palabreja ha gustado y tiene un éxito arrollador. Claro que, también se da el caso que esas mismas personas en cuanto tienen un apuro recurren a Dios a la velocidad del rayo. Me estoy acordando de un famoso político español, ya desaparecido, que en una sesión del congreso de los diputados soltó la siguiente frasesita: “Yo, gracias a Dios, soy ateo”. Se conoce que el hombre estaba muy convencido de sus “no-creencias”. En fin, bromas aparte, lo que pienso que está claro es que se confunde con mucha facilidad agnosticismo con comodidad: “si yo soy agnóstico ya no tengo que hacer una serie de prácticas religiosas que me cuestan esfuerzo y por supuesto en el terreno del comportamiento todo me está permitido”.

Seamos serios, casi todas las personas con quienes hablo añoran una sociedad más justa, más segura, más leal, etc., y sin embargo en la mayoría de los casos no somos conscientes o no queremos serlo, que esos valores que añoramos son valores cristianos. La forma de vida que echamos de menos es la que predicó Jesucristo y que recoge el Cristianismo que es la religión fundada por Cristo (de ahí su nombre). Tratar de echar a Jesucristo de nuestras vidas sólo nos lleva al desastre, a la infelicidad. (cfr. Frase de J.P.II que recojo en este blog el pasado día 31).
En la medida que conozcamos nuestra religión y nos esforcemos en vivirla, contribuimos a hacer un mundo mejor porque la religión es fundamentalmente vida apoyada en la doctrina cristiana. Quizás un buen propósito para este comienzo de año podría ser poner los medios para conocer mejor el Cristianismo.

lunes, 31 de diciembre de 2012

Feliz Año


Amar a Dios sobre todas las cosas es además el secreto para conseguir la felicidad incluso ya en esta vida. No busquéis la felicidad en el placer, en la posesión de bienes materiales, en el afán de dominio. Se es feliz por lo que se es, no por lo que se tiene: la felicidad está en el corazón, está en amar, está en darse por el bien de los demás sin esperar nada a cambio. (Beato Juan Pablo II)

Nos vemos el próximo día 2 de Enero si Dios quiere.

domingo, 30 de diciembre de 2012

Para acabar el Año pensando...


A continuación voy a compartir con ustedes un hecho ocurrido en la
Universidad de Alemania, a principios del siglo XX.
Durante una conferencia con varios universitarios, un profesor de la
Universidad de Berlín propuso un desafío a sus alumnos con la siguiente pregunta:
"¿Dios creó todo lo que existe?"
Un alumno respondió valientemente:
"Sí, Él creó..."
"¿Dios realmente creó todo lo que existe?", preguntó nuevamente el maestro.
"Sí señor", respondió el joven.
El profesor dijo entonces: "Si Dios creó todo lo que existe, ¡Entonces Dios
hizo el mal, ya que el mal existe! Y si establecemos que nuestras obras son un reflejo de nosotros mismos, ¡Entonces Dios es malo!"
El joven se calló frente a la respuesta del maestro, que feliz, se regocijaba de haber probado, una vez más, que la fe era un mito.
Otro estudiante levantó la mano y dijo:
-¿Puedo hacerle una pregunta, profesor?
-Lógico
-Profesor, ¿el frío existe?
-¿Pero qué pregunta es esa?... Lógico que existe, ¿o acaso nunca sentiste
frío?
El muchacho respondió:"En realidad, señor, el frío no existe Según las leyes
de la Física, lo que consideramos frío, en verdad es la falta de calor. Todo
cuerpo u objeto es factible de estudio cuando posee o transmite energía; el calor es lo que hace que este cuerpo tenga o transmita energía. El cero absoluto es la ausencia total de calor; todos los cuerpos quedan inertes, incapaces de reaccionar, pero el frío no existe.
Nosotros creamos esa definición para describir de qué manera nos sentimos cuando no tenemos calor."
-Y ¿la oscuridad?-continuó el estudiante.
 El profesor respondió: -Existe.
-La oscuridad, en realidad, es la ausencia de luz. La luz la podemos estudiar, ¡La oscuridad no! A través del prisma de Nichols, se puede descomponer la luz  blanca en sus varios colores, con sus diferentes longitudes de ondas, ¡La oscuridad no!
¿Cómo se puede saber que tan oscuro está un espacio determinado? Con base en la cantidad de luz.
Finalmente, el joven preguntó al profesor:
-Señor, ¿el mal existe?
El profesor respondió: -Como afirmé al inicio, vemos estupor, crímenes,
violencia en todo el mundo. Esas cosas son el mal.
El estudiante respondió:
El mal no existe, señor, o por lo menos no existe por sí mismo. El mal es
simplemente la ausencia del bien. De conformidad con los anteriores casos, el mal es una definición que el hombre inventó para describir la ausencia de Dios. Dios no creó el mal.
El mal es el resultado de la ausencia de Dios en el corazón de los seres humanos. Es igual a lo que ocurre con el frío cuando no hay calor, o con la oscuridad cuando no hay luz.

Inmediatamente el público presente en la clase irrumpió con un gran aplauso
para el joven mientras que el profesor se sentaba turbado y en silencio antes la
profunda y contundente repuesta del joven.
El director de la universidad que estaba sentado en una esquina de la sala,
se acercó al joven que había demostrado que el mal no lo ha creado Dios sino la ausencia de Dios en el corazón del hombre, y le preguntó: “¿cuál es su nombre, joven?
- El joven le dijo, me llamo Albert Einstein.