Opiniones personales. Opiniones ajenas. Mafalda. Otros

sábado, 21 de junio de 2014

Siete claves para tus hijos pequeños

Nunca te sientas culpable por marcar a tus hijos unos patrones de comportamiento adecuados. Si no se los enseñas, nunca sabrán qué es lo que se espera de ellos.
Comentario: Los niños aprenden rápido de nuestros actos y saben tomar la medida del adulto, como si su principio fuera el de "las normas están para saltárselas", pero es que a veces no tienen norma que saltar porque estas no existen o no están claras para el menor.

1. "Dúchate antes de ver la tele". Establece normas consistentes y acompáñalas de unas consecuencias; es decir, lo que quieres que tu hijo cumpla y lo que ocurrirá si no lo hace. Siguiendo el ejemplo, si tu hijo no se ducha y enciende la tele, apágala de inmediato y adviértele de las consecuencias: si no se ducha, no podrá coger el mando durante el resto del día. Si haces esta advertencia y sigue desafiando, no cedas, aunque se duche más tarde, deberá cumplir las consecuencias.

2. "Recoge los juguetes del suelo". Sé conciso en las normas, sin adornos que le puedan despistar y sin generalizaciones que le impidan entender lo que le estás pidiendo. Si le dices que recoja la habitación, probablemente no entenderá que tiene que recoger los juguetes, ordenar los cuadernos, etc. Es mejor que le digas lo que quieres de manera explícita.

3. "Tu padre y yo queremos que hagas la cama los sábados". Ponte de acuerdo con tu marido o mujer, con las personas que conviven con tu hijo para establecer las normas. Si no hay acuerdo entre vosotros, habladlo lejos de la presencia de vuestro hijo para no perder autoridad ante él.

4. "Vete a la cama, por favor". Dale una sola instrucción. Si avasallas al niño con varias órdenes a la vez (por ejemplo: lávate los dientes, lee un capítulo del libro que hay en la mesilla y acuéstate), acabará por no hacer nada de lo que se le ha pedido teniendo en cuenta que su capacidad de retentiva es limitada y, en los más pequeños, la capacidad de planificar y priorizar tareas no está desarrollada.

5. "Lávate los dientes antes de acostarte". Dirígete a tu hijo por su nombre y mírale a los ojos cuando le des una norma, asegurándote siempre de que te está prestando atención y está entendiendo lo que tratas de transmitirle.

6. "Vamos a recoger juntos los juguetes". Cuando el niño es pequeño, acompáñale en el comienzo de la acción para que aprenda lo que se le está pidiendo y después dale la oportunidad de hacerlo solo.

7. "Como no apagaste la tele cuando te lo pedí, no podrás verla mañana. Acuérdate siempre de hacer los deberes antes de poner la televisión". Aplica siempre las consecuencias que tenías previstas. Ten presente que el refuerzo positivo es fundamental para que la conducta apropiada se repita en el futuro y que el castigo impuesto se debe cumplir inmediatamente después de la realización de la conducta inadecuada, acompañándolo SIEMPRE de una conducta alternativa, aquella que quieras que muestre en el futuro. Ten en cuenta que si no se le enseña lo que debería haber hecho, puede que nunca lo haga.

Las normas tienen un objetivo, el de guiar a nuestros hijos en su camino para que no se sientan perdidos y necesitan de ellas tanto como el afecto que les muestras. Nunca debes sentirte culpable por marcar unos patrones de comportamiento adecuado, si no se los enseñas, nunca sabrán qué es lo que se espera de ellos. Y por supuesto, nunca olvides elogiar lo que tu hijo hace bien, es mejor aplicar el refuerzo positivo que vivir siempre bajo la amenaza del castigo.

                   

jueves, 19 de junio de 2014

Educación-Formación

Todavía no encontré a nadie que se criticara a si mismo con el mismo empeño con que critica a los demás.

A veces lo que más duele no es el golpe… si  no quien te lo da.

Quien te quiera por el bien que le haces, cuando le hayas dado todo, te odiará por ello.

Si tratas de gustar a los demás siendo alguien que no eres, nunca sabrás si eres tu quien les gusta.


Si quieres aprender a volar como el águila, no vivas rodeado de pavos…

miércoles, 18 de junio de 2014

Seguimos con reflexiones

El perdón llega cuando… los recuerdos ya no duelen.

Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio.

Las cadenas de la esclavitud encadenan las manos: es la mente lo que hace al hombre libre o esclavo.

No basta con arrepentirse del mal que se ha causado, sino también del bien que se ha dejado de hacer.


Solo hay dos cosas que podemos perder: El tiempo y la vida. La segunda es inevitable, la primera imperdonable.


martes, 17 de junio de 2014

Reflexiones breves

No importa la lentitud con la que vayas, siempre y cuando no te detengas.

No se hace un mundo diferente con gente indiferente

El peligro del pasado es que los hombres fueran esclavos. Pero el peligro del futuro es que los hombres se conviertan en robots.

La paciencia: es la fortaleza del débil. Y la impaciencia: la debilidad del fuerte.

Admira a quien lo intenta aunque fracase.


domingo, 15 de junio de 2014

Cuatro Historietas

Con los años vamos perdiendo la inocencia, que no es otra cosa que la sabiduría que nos regaló Dios.

Primera historia: Al autor y orador Leo Buscaglia se le solicitó una vez que fuera parte del jurado en un concurso. El propósito del concurso era encontrar al niño más cariñoso.
El ganador fue una niña, amiga de un vecino cuya esposa había fallecido recientemente. La niña, al ver a su vecino llorar en el patio de su casa, se acercó y se sentó en su regazo.
 Cuando su mamá le preguntó qué le había dicho al vecino, la niña le contestó: "Nada, sólo le ayudé a llorar".

Segunda historia:  Una maestra estaba estudiando con su grupo de primer grado la pintura de una familia. En la pintura había una niña que tenía el cabello de color diferente al del resto de los miembros de la familia.
Uno de los niños del grupo sugirió que la niña de la pintura era adoptada. Entonces, una niña del grupo le dijo: "Yo sé todo de adopciones porque yo soy adoptada".“¿Qué significa ser adoptado?" preguntó otro niño.
"Significa“ - dijo la niña – "que tú creces en el corazón de tu mamá en lugar de crecer  en su vientre".

Tercera historia: Una niña estaba intentando conseguir una parte en una obra en la escuela. Su mamá contaba que la niña había puesto su corazón en ello y ella temía que no fuera elegida.
El día que las partes de la obra fueron repartidas, yo estaba en la escuela. La niña salió corriendo con los ojos brillantes, con orgullo y emoción. "Adivina qué mamá"  gritó y luego dijo las palabras que permanecerán como una lección para mi: “He sido elegida para aplaudir y animar".

Cuarta historia: Una niña estaba parada frente a una tienda de zapatos en una calle, descalza, apuntando a través de la ventana y temblando de frío. Una señora se acercó a ella y le dijo:"Mi pequeña amiga, ¿qué estas mirando con tanto interés en esa ventana?"."Le estaba pidiendo a Dios que me diera un par de zapatos", fue la respuesta de la niña.
La señora la tomó de la mano y entraron en la tienda. Le pidió al empleado media docena de pares de calcetines para la niña. Preguntó si podía darle un recipiente con agua y una toalla. El empleado le trajo lo que pidió. Ella llevó a la niñ a la parte trasera de la tienda le lavó los pies y se los secó.
El empleado llegó con los calcetines. La señora le puso un par a la niña y le compró un par de zapatos. Le acarició la cabeza y le dijo: ¡No hay duda pequeña amiga que te sientes mas cómoda ahora!".

Cuando ella daba la vuelta para irse, la niña le agarró la mano y mirándola con lágrimas en los ojos, le preguntó: ¿Es usted la esposa de Dios?".