Opiniones personales. Opiniones ajenas. Mafalda. Otros

sábado, 24 de mayo de 2014

Historia interesante

R. J. Stove (http://rjstove.net) es un escritor y columnista australiano que trata temas culturales después de muchos años escribiendo de política. También su padre, el filósofo David Stove, ateo convencido, fue un importante tertuliano político en Australia. Criado en una casa sin fe, nunca sus padres pudieron imaginar que su hijo llegaría a ser un convencido católico y se bautizaría en 2002.

Ateísmo civil y silencioso
Los padres de R. J. Stove fueron educados como protestantes presbiterianos. Su padre fue discípulo del gurú australiano del ateísmo militante John Anderson, en el departamento de filosofía de la Universidad de Sydney, que arrastraba masas juveniles en los años 50.

David Stove tenía como extraño hobby la lectura de los Padres de la Iglesia, una forma de probar los límites de su ateísmo y de afilar su irreligiosidad, piensa hoy su hijo.
Estalinismo con agua bendita
En aquellos años de infancia, los únicos católicos que conocía la familia Stove eran “votantes laboristas de apellidos irlandeses que procreaban abundantemente y no tenían interés por la vida del intelecto”. Así los veían ellos. Para sus padres, el catolicismo era “traición a la filosofía, el peor enemigo del pensamiento libre y una especie de estalinismo mezclado con agua bendita”.

Había una excepción: unas religiosas de Schoenstatt que vinieron a vivir al lado de su casa. Eran encantadoras, amables, inteligentes, cordiales… pero para la familia Stove eran todo esto “a pesar de” su fe. Al filósofo ateo le hacía ilusión llevarles ramas para adornar el convento en Navidad.

El joven R. J. Stove, apasionado por la música, fue organista de una iglesia anglicana en su adolescencia y le encantaban los himnos, pero a los 18 años se convenció de que sin fe no tenía sentido su asistencia a esa iglesia y lo dejó. “Con cobardía característica lo anuncié a través de un intermediario, no en persona”, admite.

viernes, 23 de mayo de 2014

Reflexiones

Lo más frustrante de ser viejo es que ya sabes todas las respuestas, pero nadie te pregunta.

Las cosas por su nombre. Matar a una persona por defender un ideal no es defender un ideal: es matar una persona.

La belleza está en los ojos del que mira

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

"Siete   honrados  servidores me enseñaron cuanto sé. Ellos son: ¿qué?, ¿Quién?, ¿Cómo?, ¿Cuándo?, ¿Dónde?, ¿Por qué?, ¿Para qué?"


"Para tener éxito no tienes que hacer cosas extraordinarias; basta con hacer las cosas ordinarias extraordinariamente bien"

jueves, 22 de mayo de 2014

Buenas noticias

Derecho a Vivir presentó este martes el manifiesto Científicos por la vida, que ya ha sido suscrito en unos días por más de 600 médicos, científicos y profesionales de la salud.

A la presentación, que corrió a cargo de la portavoz de la plataforma, la doctora Gádor Joya, acudieron también: José María Villalón, médico especialista en Medicina deportiva y traumatología del deporte y jefe de los servicios médicos del Atlético de Madrid; Luis Chiva, médico especialista en Ginecología y Obstetricia y jefe del Servicio de Ginecología del Hospital MD Anderson de Madrid; José Manuel Moreno, médico especialista en Pediatría y jefe de la Unidad de Nutrición Pediátrica del Hospital 12 de Octubre de Madrid; Francisco Reinoso, médico especialista en Anestesiología y jefe de la Unidad del Dolor Pediátrico del Hospital La Paz de Madrid; Miguel Jiménez de Cisneros, biólogo y profesor; Pilar Lafuente, médico especialista en ginecología del Hospital de La Paz de Madrid; Carlos Cabanyes, especialista en Medicina Interna del Centro Universitario de Navarra en Madrid; Ana Estrella Ledo, especialista en Medicina del Trabajo de FREMAP; Ángeles Monreal, médico general especialista en patología de mama del Centro de Radiología de Madrid; Esmeralda Alonso, médico de Familia en Madrid; y Mónica Rodríguez, médico especialista en Cardiología Pediátrica y diagnóstico prenatal que ejerce en el Hospital de Madrid Montepríncipe.
"Honestidad científica para no negar lo evidente"
La doctora Joya asegura que los médicos españoles que avalan
este manifiesto “demuestran que desde la ciencia, desde  la evidencia científica, se puede defender la vida humana dejando al margen argumentos ideológicos”. Esta es la razón por la que, subraya la doctora, “pedimos honestidad científica para no negar lo que es evidente: existe una vida humana desde el momento de la concepción, que ha de ser protegida y cuidada por los que nos hemos formado para curar y aliviar”.

Entre los médicos presentes tomó la palabra el doctor Villalón, para describir el aborto como “el holocausto de nuestro tiempo”, mientras el doctor Reinoso animó a las madres con embarazos inesperados y complicados a que “no tengan miedo” porque la medicina permite que sus hijos “nazcan y salgan adelante. Y en caso contrario, hay unidades paliativas que permiten que la mujer y el hijo que deja este mundo, lo haga con los mínimos sufrimientos”.

Por su parte, el doctor Chiva mostró su apoyo al anteproyecto de ley impulsado por Alberto Ruiz-Gallardón, que “sin ser perfecto, supone un paso adelante”. En especial, ha subrayado que gracias a la nueva norma, “se reconoce la dignidad de los niños con síndrome de Down, que hoy son un ser humano en extinción”. Es de reseñar que el doctor Chiva es padre de un hijo con trisomía 21.

La especialista en Cardiología Pediátrica, Mónica Rodríguez, trasladó su experiencia profesional y humana, al asegurar que “los padres de hijos (afectados de estas enfermedades), que incluso han muerto en sus brazos, no se arrepienten”.

La doctora Esmeralda Alonso, médico de Familia, reclamó que la nueva ley establezca “un protocolo de actuación que permita al médico no convertirse en un mero colaborador (del aborto) al que no se le permite ayudar al paciente concebido”. De esta manera, se abrirá a su juicio “una oportunidad para que se facilite la coordinación con otras instituciones que ayuden a la mujer”.
El doctor internista Carlos Cabanyes subrayó en su intervención que “la defensa de la vida humana es un tema puramente científico” en el que desde el instante de la fecundación existe “un ser vivo de la raza humana que tiene derecho a vivir”.

El biólogo y profesor Miguel Jiménez, por su parte, destacó desde su experiencia que hasta los chicos de secundaria saben que existe una vida nueva en la unión de los gametos y por tanto, denunció que las posturas favorables al aborto “van contra la evidencia científica”.

miércoles, 21 de mayo de 2014

Conocer a ... Mario Capecchi




Mario Capecchi es genetista molecular. Es ítalo estadounidense. Ganó el Premio Nóbel de Medicina en 2007 junto a sus colegas Oliver Smithies y Martin Evans. Fueron premiados por sus trabajos pioneros en el campo de la manipulación genética de animales con la intención de 'imitar' modelos de enfermedades humanas  como el cáncer  o la fibrosis quística.

Nací en Verona. Tengo 71 años: cuanto más estudio, menos sé y más me divierto. “La mía es una larga historia. Todo comienza durante la Gran Guerra”. “Mi primer recuerdo es cuando vivíamos en los Alpes tiroleses y la Gestapo vino a buscar a mi madre.”  “Yo tenía tres años y medio.” “Mi madre, Lucy Ramberg, se enamoró de un aviador italiano: mi padre, Mario Capecchi. “Pero luego tuvo que criarme sola”.

Mamá era una poetisa, una intelectual antinazi  y presentía que iban a ir por ella.  Por eso vendió todo lo que tenía y les dio el dinero a unos granjeros del Tirol para que cuidaran de mí por si algún día a ella le pasaba alguna cosa.” Mamá acabó en un campo de concentración.

“Los granjeros me cuidaron unos meses, pero un día el dinero de mamá... desapareció. ““No sé... Algo pasó y..., bueno, yo acabé en la calle...”  ¡Dios mío! ¡Si sólo tenía cuatro años! Sí, cuatro y medio, y después estuve hasta los nueve años  sobreviviendo en las calles con una pandilla de chiquillos. Éramos un grupo de críos y robábamos en pandilla para poder comer por toda la Italia de posguerra. "Recuerdo que siempre tenía hambre. Al final me internaron en un hospital en el sur de Verona donde luché contra la fiebre tifoidea que me provocó la malnutrición, desnudo en una cama, durante un año".

En 1945 su madre fue finalmente liberada de Dachau y luego de 18 meses  de búsqueda, y finalmente  lo encontró.  Lucy fue liberada  el día en que Mario cumplió nueve años. “Le costó dos años encontrarme  en aquella pandilla de delincuentes: habíamos salido del Tirol  y acabamos en Calabria. “Y mamá decidió que nos fuéramos a América, porque ella tenía allí un hermano.”
“Fuimos a Filadelfia. No aprendí a leer hasta los 13 años, pero entonces ya sabía todo sobre la vida: me las había ingeniado para sobrevivir.  Y luego seguí  estudiando… progresando… “¡La ciencia de la calle! Siempre he pensado que lo que aprendí entonces con aquellos ladronzuelos, me sirvió después como investigador: una cierta intuición del porvenir...”

En la calle aprendí a confiar en mí. Yo estaba solo. Creo que mi trabajo  de hoy como científico está vinculado a esa etapa. Mi mente era mi entretenimiento. Todo el tiempo desarrollaba planes que luego tenía que cumplir…

Yo les enseño a mis alumnos a ser pacientes. Les digo que en vez de pasar tanto tiempo pensando en algo, es mucho mejor ir y hacerlo. No hay que darle tanta vuelta. Hay que empezar por algo. Pero para eso hay que tener un plan. Una idea de hacia dónde se quiere ir. Y desearlo mucho.
“Ahora hay como una sensación de que la gratificación tiene que ser inmediata. La gratificación es algo que lleva mucho tiempo, esfuerzo, dedicación  y paciencia.” “Y por eso, es gratificante cuando llega.”

Capecchi siempre sonríe. Dejó atrás una infancia dura. Todo lo que le fue adverso le sirvió para crecer.



















lunes, 19 de mayo de 2014

domingo, 18 de mayo de 2014

¿Movilización ética mundial?

En los últimos días hay dos noticias que me han impactado. Por orden cronológico: la primera es el motivo que ha dado la “presunta” asesina confesa de la Presidente (que no presidenta, por razones lingüísticas) de la Diputación de León: “Lo he hecho por inquina personal de años…”; la segunda noticia es la condena a muerte por ahorcamiento en Sudán de una mujer de 27 años por haberse convertido al Cristianismo; como se da el caso de que esta mujer está embarazada de ocho meses, se retrasa la ejecución de la sentencia dos años para que pueda dar a luz y criar a su hijo.
En los dos casos me sorprende la frialdad, la maldad, el resentimiento, la falta de libertad, la ignominia, la injusticia y un largo etc. que se da en los dos hechos. Me sorprende también, sobre todo en el segundo caso, que no salgan a protestar esas autodenominadas representantes de los derechos de la mujer que a decir verdad reducen esos derechos al aborto y poco más; el caso de la libertad de religión a ellas no les importa, más bien les trae al pairo.

Y me sorprende si cabe más, el hecho de que se hagan las cosas casi impunemente; en nombre de una supuesta y mal entendida tolerancia se ha diluido tanto la línea que separa el bien del mal, que todo vale, todo tiene el mismo valor, “todo es relativo…”. Semejante proceder nos está pasando factura y lo peor es que no podemos ni imaginarnos las consecuencias que pueden tener la estupidez y la maldad humana.

En medio de esta situación que no quiero calificar, se oye la voz del Papa Francisco poniendo la nota de cordura e invitando al Secretario General de las Naciones Unidas y a sus acompañantes a: “Promover juntos una verdadera movilización ética mundial que, más allá de cualquier diferencia de credo o de opiniones políticas, difunda y aplique un ideal común de fraternidad y solidaridad…”.

¿No habrá llegado ya la hora de que todos a una, políticos, medios de comunicación, educadores, profesores, colaboremos a difundir una cultura de verdaderos valores, cada uno haciendo uso de los medios que tengan?

Lo triste es la poca publicidad que los medios de comunicación dan a esta sugerencia del Papa, ¿por qué será? Les dejo a ustedes la reflexión.