Opiniones personales. Opiniones ajenas. Mafalda. Otros

domingo, 6 de diciembre de 2020

 Repasando la Biblia me encuentro con este pasaje:

Primer Libro de los Reyes, 8,55-61

“En aquellos días, el Rey Salomón, en pie y en alta voz bendijo a la asamblea de Israel con la siguiente fórmula: Bendito sea el Señor que ha dado descanso a su pueblo Israel, cumpliendo todo lo prometido. No ha fallado ni una sola de las promesas que hizo por medio de su siervo Moisés. Que el Señor nuestro Dios esté con nosotros como lo estuvo con nuestros padres, que no nos abandone ni nos rechace; así nosotros le rendiremos el corazón y seguiremos sus caminos, cumpliendo sus mandatos, preceptos y decretos que mandó a nuestros padres.

Que esta súplica que pronuncio ante el Señor, llegue hasta el Señor nuestro Rey día y noche, para que gobierne a su siervo y a su pueblo Israel en los asuntos de cada día. Así sabrán todos los pueblos de la tierra que el Señor es nuestro Dios y que no hay otro. Sed leales con el Señor vuestro Dios, siguiendo sus órdenes y cumpliendo sus mandatos, como lo hacéis hoy".

Estas palabras las pronuncia el sabio Rey Salomón hace ya muchos miles de años, me han hecho pensar y preguntarme: ¿y ahora?. Ahora, por desgracia vamos en sentido contrario, eso está claro; y me hago otra pregunta: ¿pero es el sentido correcto?, para mi que no, cada día que pasa estamos más despistados y la explicación la podemos encontrar en una frase que oí hace algunos años: "Dios perdona siempre, el hombre algunas veces y la naturaleza nunca".

Me da la impresión que no solo vamos en sentido contrario y equivocado sino que estamos tan empecinados que somos incapaces de rectificar a pesar de lo que estamos viendo.

A pesar de todo tengo la esperanza de que se cumpla lo que dijo Chesterton: "A cada época y cultura, las salva un puñado de hombres que tienen el coraje de ser inactuales"