Opiniones personales. Opiniones ajenas. Mafalda. Otros

sábado, 3 de mayo de 2014

Dedicado a todos los que se consideren amigos

Un Hombre, su caballo y su perro iban por una carretera.  Cuando pasaban cerca de un árbol enorme cayó un rayo y los tres murieron fulminados. Pero el hombre no se dio cuenta de que ya había abandonado este mundo, y prosiguió su camino con sus dos animales (a veces los muertos andan un cierto tiempo antes de ser conscientes de su nueva condición…). La carretera era muy larga y colina arriba el sol era muy intenso; ellos estaban sudados y sedientos. En una curva del camino vieron un magnífico portal de mármol, que conducía a una plaza pavimentada con adoquines de oro.
El caminante se dirigió al hombre que custodiaba la entrada y entabló con él, el siguiente diálogo:
        Buenos días.
        Buenos días - Respondió el guardián
        ¿Cómo se llama este lugar tan bonito?
        Esto es el Cielo.
        Qué bien que hayamos llegado al Cielo, porque estamos sedientos!
        Usted puede entrar y beber tanta agua como quiera. Y el guardián señaló la fuente.
        Pero mi caballo y mi perro también tienen sed…
        Lo siento mucho – Dijo el guardián – pero aquí no se permite la entrada a los animales.
        El hombre se levantó con gran disgusto, puesto que tenía muchísima sed, pero no pensaba beber solo. Dio las gracias al guardián y siguió adelante.
        Después de caminar un buen rato cuesta arriba, ya exhaustos los tres, llegaron a otro sitio, cuya entrada estaba marcada por una puerta vieja que daba a un camino de tierra rodeado de árboles… A la sombra de uno de los árboles había un hombre echado, con la cabeza cubierta por un sombrero. Posiblemente dormía.
        Buenos días – dijo el caminante.
        El hombre respondió con un gesto de la cabeza.
        Tenemos mucha sed,  mi caballo, mi perro y yo
        Hay una fuente entre aquellas rocas – dijo el hombre, indicando el lugar.
        Podéis beber toda el agua como queráis.
        El hombre, el caballo y el perro fueron a la fuente y calmaron su sed.
        El caminante volvió atrás para dar gracias al hombre
        Podéis volver siempre que queráis le respondió éste.
        A propósito ¿Cómo se llama este lugar? – preguntó el hombre.
        CIELO.
        ¿El Cielo? ¡Pero si el guardián del portal de mármol me ha dicho que aquello era el Cielo!
        Aquello no era el Cielo. Era el Infierno contestó el guardián.
        El caminante quedó perplejo. Deberíais prohibir que utilicen vuestro nombre!                                             ¡Esta información falsa debe provocar grandes confusiones! – advirtió el caminante.
        ¡De ninguna manera!  increpó el hombre
        En realidad, nos hacen un gran favor, porque allí se quedan todos los que son capaces de abandonar a sus mejores amigos… 
                                                                                                      Paulo Coelho.
Jamás abandones a tus verdaderos amigos aunque eso te produzca inconvenientes personales. Si ellos han estado dándote su afecto y compañía has contraído una deuda: “No abandonarlos nunca”.

Porque: 
Hacer un Amigo es una Gracia.
Tener un Amigo es un Don.
Conservar un Amigo es una Virtud,

Ser Tu Amigo es un  Honor…

jueves, 1 de mayo de 2014

Reflexiones


Alégrate de la vida porque ella te da la oportunidad de amar, de trabajar, de jugar y de mirar a las estrellas.
Henry Van Dyke (1852-1933) Escritor estadounidense.

El secreto de la vida es la honestidad y el juego limpio, si puedes simular eso, lo has conseguido.
Groucho Marx (1890-1977) Actor estadounidense.

Hay que vivir como se piensa, si no se acaba por pensar como se ha vivido.
Paul Charles Bourget (1852-1935) Escritor francés.

Quien no vive de algún modo para los demás, tampoco vive para sí mismo.
Michel Eyquem de Montaigne (1533-1592) Escritor y filósofo francés.



miércoles, 30 de abril de 2014

Otra historia interesante

Ella misma sintetiza y titula así su caso en Aleteia: "Era pagana, hedonista, feminista que odiaba a los hombres. Pero ahora soy católica. Ésta es mi historia. Cómo encontré la felicidad en el lugar que menos esperaba".

Una infancia durísima

Catherine Quinn, técnico de laboratorio, casada desde hace cuatro años y madre de un hijo, tuvo una infancia realmente dura. A los nueve años la sacaron de su casa "por un abuso terrible" (tan terrible que no lo describe) y, tras pasar ocho meses en un orfanato, estuvo acogida con una familia hasta que cumplió los doce y los tribunales devolvieron a su madre la custodia.

Hasta entonces, su formación religiosa era nula: "Al crecer, no estuve expuesta a Dios ni a la Iglesia católica. Sabía que mis abuelos eran católicos, pero nadie nos habló de ello y ni siquiera sabía qué era eso de católico".

martes, 29 de abril de 2014

Más reflexiones

 “Sé fiel a ti mismo y así, de la manera como la noche sigue al día, serás consecuente con tus semejantes.”
—Anónimo
 “Un simple pensamiento de gratitud dirigido al cielo es la oración más perfecta.”
—Gotthold Ephraim Lessing
“Caminar con un amigo en la oscuridad, es mejor que caminar solo bajo la luz.”
—Helen Keller
 “La fidelidad es el esfuerzo de un alma noble para igualarse a otra más grande que ella.”
—Johann Wolfgang von Goethe
“Decir gracias no es una fórmula de cortesía, es una expresión espiritual.”
—Alfred Painter
“Mi mejor amigo es el que sabe hallar lo mejor que hay en mí.”
—Henry Ford
“La confianza es madre de las acciones grandiosas.”
—Friedrich Schiller
“Cuando comas retoños de bambú agradece siempre al árbol.”
—Proverbio chino
 “El destino elige tus relaciones. Tú eliges a tus amigos.”
—Jacques De Lille



domingo, 27 de abril de 2014

¿San Karoll o San Juan Pablo II el Grande?


Muchos lo conocen como Juan Pablo “el grande”. Logró llevar su mensaje a los cinco continentes y fue uno de los grandes evangelizadores de la historia. Le vieron cientos de miles de personas, pero sólo un grupo de colaboradores trabajó con él día y noche. Ellos custodian todavía detalles hasta ahora desconocidos de su vida.

“Cada mañana miraba un atlas y elegía un país. A lo largo de ese día rezaba por esa nación y por ese pueblo. Lo llamaba la ´geografía de la oración´”, cuenta monseñor Paolo Ptasznik, de la secretaría de Estado del Vaticano. Tenía sólo 33 años cuando comenzó a trabajar con Juan Pablo II.

Aunque su principal colaborador fue el cardenal Stanislao Dziwisz. Fue secretario personal de Karol Wojtyla durante casi 40 años. Acaba de publicar junto a Gian Franco Svidercoschi Yo viví con un santo. “Lo que más me impacta de Juan Pablo II es su santidad diaria, es decir, que vivía su santidad cada día, bajo circunstancias normales”, apunta Svidercoschi.

Uno de los puntos clave de Juan Pablo II era su manera tan intensa de vivir los sacramentos, tanto en buenas como en malas circunstancias: “Él celebraba Misa todos los días. Incluso cuando estaba hospitalizado y no podía hacerlo por sí mismo, pedía a alguien más que concelebrara la Misa con él. La Eucaristía era una parte central de su vida y también es importante notar que se confesaba al menos una vez cada dos semanas”, evoca Ptrasznik.

Por su parte, el cardenal Camillo Ruini entiende que "Karol Wojtyla fue capaz de transmitir esperanza a los demás, era capaz de llegar al corazón de personas que no eran creyentes. Incluso a quienes habían abandonado la fe”.