Opiniones personales. Opiniones ajenas. Mafalda. Otros

sábado, 30 de enero de 2016

Los cinco consejos para conseguir la felicidad según el Doctor Enrique Rojas (II)

Aprender a tener una visión positiva de la vida. De uno mismo y de nuestro entorno.

El optimismo es una forma sana de captar la realidad. Y requiere una educación para saber detenerse más en lo positivo que en lo negativo.

Es sorprendente ver a personas que son inmunes al desánimo y que se crecen ante las dificultades y otras que se derrumban ante el menor contratiempo y revés de escasa envergadura.

¿Se nace optimista? ¿Puede un pesimista dejar de serlo?. La clave está en el esfuerzo psicológico personal.

Hay ejemplos de lo que digo, Solchenitzchen, Havel, Boris Cyrulnik, judío que vio morir a sus padres en un campo de concentración y después fue uno de los fundadores de la llamada resiliencia: aprender a soportar situaciones adversas te hace fuerte y te educa para sacar lo mejor de ti. Nos habla de la capacidad para sacar fuerzas de una experiencia traumática. Todo un arte.  

viernes, 29 de enero de 2016

Los cinco consejos para conseguir la felicidad según el Doctor Enrique Rojas (I)

La felicidad se puede decir de muchas maneras. Consiste en hacer algo que merezca la pena con la propia vida, cada uno según sus posibilidades y con los pies en la tierra.

Para Sócrates la felicidad estaba en conocerse a sí mismo. Para Platón en el amor. Para Aristóteles en la búsqueda de la verdad. Epicuro en el vivir bien, en el placer. Para Séneca en la práctica de la virtud…

El doctor Rojas en un artículo publicado en el periódico ABC el día 28 de febrero da las siguientes claves:


Ser capaz de cerrar las heridas del pasado. Dicho de otra manera: necesitamos reconciliarnos con nuestro pasado. Superar traumas, sinsabores, impactos psicológicos y esas colecciones de vivencias negativas que se almacenan en cualquier biografía: una persona bien armada es aquella que vive instalada en el presente y lo saborea y le saca partido; ha sido capaz de superar todas las experiencias dolorosas del pasado con todo lo que eso significa; y vive fundamentalmente centrada y abierta hacia el futuro… Dicho de otro modo, la felicidad consiste en tener buena salud y mala memoria… la palabra resentimiento significa sentirse dolido y no olvidar. Y por ese vericueto uno se desliza por una rampa que termina en convertirle en neurótico… el resentimiento, el rencor te deteriora por dentro. La felicidad es el sufrimiento superado.

jueves, 28 de enero de 2016

Y último comentario por ahora

Séptimo peligro de la naturaleza humana: Política sin principios.

No puede estar más de actualidad este peligro y es que cuando no se tienen unos valores firmes y respetuosos con la dignidad de las personas, todo vale. Y los resultados están a la vista, los políticos mienten, incumplen, no respetan el don de la vida y parece que lo único que les interesa a bastantes de ellos, es su propio beneficio.

No me voy a extender enumerando lo que pasa porque a la vista está; más bien prefiero resaltar la solución que pasa sin más remedio por el respeto a las personas con lo que eso conlleva: respeto a la familia, a la libertad, a las creencias de cada uno; me pregunto, ¿qué problemas van a solucionar algunos de nuestros políticos mandando a personas a desnudarse dentro o en la puerta de las iglesias?. Veo una gran falta de respeto de las personas que dicen querer gobernar… En fin prefiero gobernarme a mí misma porque no veo que esas medidas tan pintorescas solucionen nada, más bien al contrario.


Los principios que tienen que regir una convivencia para que realmente lo sea, ya nos los dijeron los filósofos griegos que vivieron antes de Cristo: respeto, tolerancia, libertad y responsabilidad, bien común, y un largo etc. que facilita la vida de todas las personas.

miércoles, 27 de enero de 2016

martes, 26 de enero de 2016

Otra reflexión

Sexto peligro de la naturaleza humana: Religión sin sacrificio

        Nos vendieron lo del estado del bienestar y nos lo creímos; antes nos habían vendido lo de “aprenda inglés sin esfuerzo” y no solo nos lo creímos sino que lo hicimos extensible a cualquier faceta de la vida.


Nuestros ascendientes nos enseñaron que todo lo que vale cuesta, pero ¡que sabrán estos antiguos…!, la vida ha cambiado…

Y entre las facetas que ya no costaban esfuerzo estaba como no la religión, se trata de una religión a la carta, esto me gusta y esto no.

En nuestra estupidez pensamos que es Dios el que se tiene que amoldar a nuestros gustos, ¡pues la llevamos clara!. A lo mejor tendríamos que leer el evangelio despacio, reflexionando sobre él para tener ideas claras. 

domingo, 24 de enero de 2016

Otro comentario

Quinto peligro: Ciencia sin humanidad.

        El origen de este peligro es a mi juicio, el olvido que a veces tenemos las personas de que no es ético ni moral valernos de nuestros semejantes como si fueran “conejillos de indias”.

A veces pensamos que todo vale para conseguir los propios fines o que todo vale en pro de la ciencia: No todo lo que se puede hacer se debe hacer.

El límite está en el respeto a la dignidad de las personas aunque todavía estén en la categoría de embrión.


Tengamos siempre muy presente la frase que ya escribí hace pocos días: Dios perdona siempre, el hombre algunas veces, la naturaleza nunca.