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viernes, 31 de octubre de 2014

Más sobre el matrimonio 3

10. El matrimonio es un crisol diseñado para ayudarte a crecer.
El matrimonio no es “felices para siempre”, no es el final del camino, el lugar de descanso de la felicidad eterna. El matrimonio es uno de los caminos más desafiantes y gratificantes que podemos acometer los seres como humanos. Es la oportunidad diaria de desarrollar la mejor versión de nosotros mismos, el amor, la generosidad, el sentido del humor, la inteligencia emocional, la compasión, el perdón… y muchas otras virtudes con las que no nacemos.

Tristemente tampoco nos lo enseñan, pero la gran noticia es ¡que las podemos aprender! y convertir así nuestra vida en una aventura apasionante. No renuncies a ello. Es la mejor forma de VIVIR. No te conformes con pasar por esta vida sobreviviendo dentro de la mediocridad.

11. Los modelos que has tenido para la convivencia en pareja influyen en tu forma de relacionarte en la misma.
Si tuviste la fortuna de crecer en un matrimonio saludable, es mucho más probable que hayas aprendido de forma natural los principios y acciones necesarias para el éxito del matrimonio.

Pero si fuiste testigo de un matrimonio caracterizado por las críticas, disputas, enfados, resentimiento, o mal trato físico y verbal tendrás que luchar para dejar atrás esos malos aprendizajes y hacerte con otros que te ayuden hacer de tu relación un éxito. No te desanimes. Todo es posible. No eres el único. Mucha gente como tú se enriquece cada día aprendiendo y mejorando.

No es un trabajo fácil, pero sólo porque exige esfuerzo no significa que estás con la persona equivocada.

12. La vida con los niños pequeños es muy agotadora y con los adolescentes muy estresante.
Tener hijos es una de las cosas más maravillosas que puedes hacer. Es una inversión para el futuro. Pero, ¡¡¡hay que saberlo!!! es una fuente de estrés y desavenencias incluso en el mejor de los matrimonios.

Resulta un pequeño milagro que las parejas jóvenes sobrevivan, hoy día, a la crianza, debido a las exigencias de tiempo y esfuerzo, al cansancio físico y emocional que genera, y las piruetas que hay que hacer para satisfacer las necesidades de la pareja.

Saber esto puede ayudarte a resistir estos años difíciles, mientras no te olvides que todo acaba pasando, y de lo importante que es encontrar el tiempo para cuidar vuestra relación como pareja.

Pertenecer a un grupo de matrimonios de apoyo y autoayuda o asistir a una Escuela de Padres puede ser un recurso maravilloso para aprender cómo otros afrontan los mismos problemas, para normalizar lo que os ocurre y ver que no estáis solos.

13. En algún momento de tu vida matrimonial va a aparecer otra persona por la que te sientas atraid@.
A la mayoría de la gente le ocurre. ¡Deberían advertírnoslo! Y cuando ocurra no pienses que es que tu matrimonio falla o te has equivocado de persona. Simplemente te has sentido atraído por otra persona, lo que demuestra que estás vivo y eres un ser humano.

Existe un peligro de que esto suceda con personas que tratamos habitualmente (compañeros de trabajo o de alguna otra actividad). Cuando notes que esto acontece, no te dejes arrastras por esa nueva persona, no abras una ventana y dejes que se cuele (no le cuentes tus problemas, limítate a las relaciones profesionales y si es necesario frecuéntala menos, dedica tiempo a tu pareja y renovar vuestra relación), levanta un muro, si no cuando menos te lo esperes te sentirás atrapad@. No te engañes pensando que tú lo controlas, no pienses que como tienes una buena relación, no va a pasar. Ocurre a pesar de tener un buen matrimonio.

Pero si sigues cultivando una relación con esa persona, sin darte cuenta pasará a ser el foco prioritario de tu interés y tu pareja de siempre perderá puntos.

Después de leer todo esto pensarás que ¡¡¡a ver quién es el guapo que se casa!!!. Si las mariposas en el estómago no duran para siempre, si además tener una buena relación exige esfuerzo y trabajo, si los hijos te cansan física y emocionalmente, entonces… ¿qué gano?

Puedes ganar muchas cosas. ¿Sabías que la gente casada es más feliz, vive más tiempo, tiene menos enfermedades y envejece mejor que la gente soltera, viuda o separada?

Además, según las investigaciones, estas ventajas son propias del matrimonio. Cohabitar, parece ser que no produce los mismos resultados. En algunos casos la convivencia no va unida a un compromiso, lo que puede significar “nadar y guardar la ropa”.

El compromiso parece importante. Cuando aparecen las crisis, es más probable que se traten de solucionar. Y no descartar la convivencia con esa pareja por la mera aparición de problemas.

En la simple cohabitación, es frecuente que ante la aparición de problemas “normales” en cualquier relación, se interprete como que la relación no funciona y se rescinda la convivencia.

Todas estas cosas de las que hemos hablado, seguramente te van a ocurrir en algún momento. Y no son indicativas de que te has equivocado de pareja o que tú matrimonio no funciona. Son experiencias normales. Aprovéchalas para invertir en mejorar, regar, abonar tu relación, aprender de las dificultades y crecer con las crisis como persona y cómo pareja.

Pero si ves que solo no puedes, acude y pide ayuda a un buen consejero matrimonial.

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