Opiniones personales. Opiniones ajenas. Mafalda. Otros

domingo, 26 de octubre de 2014

Desde mi observatorio

Me hacía caer en la cuenta una amiga mía que la mayoría de los personajillos que se lucran de las tarjetas “franciscas u o pacas” suelen ser personas que con un buen puñado de años encima dejan a sus respectivas mujeres y se enamoran perdidamente de la jovenzuela de turno y ésta la sensación que dan es que se enamoran de la “cartera” del susodicho porque a partir de ese momento, el personajillo se ve obligado a sacar dinero de cualquier sitio, el contigo “pan y cebolla” se quedó para la primera…, la segunda y posteriores necesita un buen remanente para alimentar su “loco amor”…

Lleva razón mi amiga, estos personajillos que en su día quisieron aparecer como personajes y quizá lo consiguieron, demuestran así su nula moral y valía y también lo fácil que resulta engañar a los que se creen inteligentes.

Podríamos reflexionar un poco sobre estos tristes acontecimientos desde el punto de vista de lo necesaria y aconsejable que es la estabilidad matrimonial, no sólo ya por el bien de los que se casan y de los hijos sino de toda la sociedad que nos veríamos un poco más libres de estos ejemplos tan poco “ejemplares” (valga la redundancia) y que por desgracia siempre hay “listillos” dispuestos a seguir la estela y aspirar a enriquecerse en poco tiempo a costa de los demás.

Acabo este breve reflexión recordando que hasta para evitar estas situaciones tan ridículas del vejestorix con la de veinte o treinta años menos, viene bien esforzarse a diario por cultivar la virtud de la fidelidad.


No hay comentarios:

Publicar un comentario