Opiniones personales. Opiniones ajenas. Mafalda. Otros

jueves, 30 de octubre de 2014

Más sobre el matrimonio 2

4. No esperes que tu pareja satisfaga todas tus necesidades.
La única persona capaz de hacerte feliz y llenar tu vida eres tú mismo. No pretendas que el otro lo haga por ti. Y sólo si eres capaz, de satisfacer tus necesidades y vivir una vida plena, serás capaz de hacerle feliz al otro. Tu pareja también es el único responsable en lo que a su felicidad y a su vida concierne.

5. No siempre y en todo momento te vas a sentir atraído por tu pareja.
Aunque sabemos esto intelectualmente, cuando la falta de atracción aparece en el matrimonio, y va a aparecer seguro en un momento u otro, la gente piensa que ya se ha acabado. Los medios de comunicación nos bombardean constantemente con mitos y falacias acerca de lo que es el amor y la mayoría de la gente no tiene otra fuente de información. Una de las falacias más frecuentes que nos transmiten es que si no te siente tremendamente atraído por tu pareja, significa que estás con la persona equivocada.

La convivencia hace que veamos a nuestra pareja en situaciones muy diferentes – desde atractivamente vestida para un evento especial hasta desaliñada y con mala cara cuando se encuentra enferma. Incluso en el transcurso de un día o una hora, la atracción puede fluctuar, y eso es completamente normal. Saber esto puede ahorrarte mucha ansiedad innecesaria y ayudarte a normalizar y no alarmarte cuando no experimentas el momento más álgido de la atracción.Tu pareja no te va a gustar en todo momento y en toda situación y tú no le vas a gustar siempre.

Incluso habrá momentos en que tu pareja te ponga nervios@. No soportes sus bromas, su forma de reír. Esto es completamente normal entre los seres humanos cuando pasamos mucho tiempo con la misma persona. Aceptamos que esto sea así con nuestros amigos y nuestra familia, pero pretendemos que nuestra pareja nos debe de encantar en todo momento.

6. Los periodos de desamor forman parte del verdadero amor.
Una falacia muy frecuente es pensar: “Nos conocemos, nos enamoramos, y así viviremos felices para siempre.” Este modelo nos oculta una parte esencial: el desamor. Como uno de mis clientes me decía “Tuve que experimentar el desamor para aprender qué el auténtico amor abarca ambas cosas.” Esto es algo que nadie nos lo cuenta.

Y si no experimentas en estos momentos una etapa de enamoramiento, no significa que todo se ha terminado. Significa que puedes dedicar tiempo y energía a mejorar vuestra relación: compartir intereses, hacer cosas que os gustan juntos, viajar, hablar entre vosotros (siempre que sepáis hablar entre vosotros sin heriros, para lo cual es necesario ser hábil en habilidades de comunicación) para hacerle florecer de nuevo vuestra relación.

Incluso, si no experimentas una gran pasión, no significa que tu relación esté agotada o condenada al fracaso. Algunas personas lo experimentan con más frecuencia que otras, y no hay absolutamente ninguna correlación entre experimentar una etapa de enamoramiento y el éxito de una relación.

7. Ten presente que vais a atravesar alguna crisis, pero que puede ayudaros a crecer y fortaleceros como pareja.
Saberlo es la mejor forma de prepararse para ello, de que no te coja desprevenido. Forma parte de la vida. No pienses que todo se ha terminado, es el momento de poner a prueba vuestro amor y vuestras fortalezas.

8. No esperes a sentir para hacer. Primero viene el comportamiento y luego la emoción.
Lo que se no se utiliza se pierde pero no esperes a sentir deseo o afecto para implicarte en relaciones íntimas con tu pareja o para expresarle tu amor. Empieza a practicar ambas cosas y tu amor y tu anhelo por el otro crecerán como la espuma.

Hay momentos en que el estrés del trabajo y de la vida cotidiana, el cuidado de los niños pequeños o el cansancio emocional derivado de la educación de los hijos adolescentes ahogan ambos sentimientos. Pero no los dejes morir, busca espacios de encuentros, escapadas juntos y formas de reavivar ambas cosas.

9. El sexo es un acto sagrado de dar y recibir.
La falta de una adecuada educación emocional y sexual es otra carencia de nuestro currículum. Aprendemos de los medios de comunicación, los compañeros, y ahora, cada vez más, de la pornografía, que el sexo es algo que se utiliza para obtener la propia satisfacción, la aprobación o la seguridad. La sexualidad sana no es ninguna de esas cosas. El sexo es una expresión de amor, un acto de conexión donde se practica el arte y habilidad de dar y recibir.


No hay comentarios:

Publicar un comentario