Opiniones personales. Opiniones ajenas. Mafalda. Otros

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Atrévete a pensar


El título de esta columna es el de un blog, a mi juicio interesante dado que no se caracteriza nuestra sociedad precisamente por su afición a pensar, yo no suscribo al cien por cien sus contenidos, precisamente porque pienso.

            Decía Pitágoras: "Si educamos a los niños de hoy, no tendremos que castigar a los hombres de mañana"; frase llena de sabiduría y de sentido común y especialmente vigente hoy. A diario  los hechos de violencia se multiplican; contra ellos no tienen nada que hacer las leyes, nuestros políticos no se acaban de enterar que el exceso de leyes estropean mas que arreglan. No es problema de legislación, es cuestión de educación y de formación; pero no precisamente de la famosa "educación para la ciudadanía", que de educación no tiene nada porque es adoctrinamiento puro y duro para conseguir ciudadanos sometidos al gobierno y que hagan del relativismo su religión.

De la educación y formación que yo hablo es de la  enseñar a las personas a pensar, darles puntos de referencia para que  puedan sacar sus  conclusiones. Decía Juan Pablo II que: "el drama de la cultura actual es la falta de interioridad, la ausencia de contemplación"; ese no pensar porque no se sabe pensar, no se sabe relacionar las cosas, nos creemos que todo es consecuencia de la inercia, de la casualidad, que las cosan son de una determinada forma y que no se pueden cambiar, que es la "modernidad".

Para pensar hay que tener un clima que favorezca la reflexión,  es incompatible con ir en el coche con un chinchimpun estruendoso, o con llegar a casa y poner la TV bien alta porque no soportamos el silencio, o el ir por la calle con los altavoces en los oídos sin escuchar a los demás e ir a “nuestra bola” que no es otra mas que nuestro egoísmo, yo, mi, me, conmigo.

Tenemos que aprender a observar las cosas que nos pasan y que les pasan a los demás para aprender, para sacar conclusiones, para escarmentar en cabeza ajena. No se si alguna vez han hablado con un pastor, sorprende  la sabiduría que tienen, ciencia que ya les gustaría tener a muchos intelectuales. Y es que la soledad es necesaria en esta vida y se me apuran les diré que yo hablo de la soledad acompañada de Dios, que es la mejor soledad porque nos permite hablar con el Creador sobre todas las cuestiones e ir penetrando en sus pensamientos que es la verdadera sabiduría. A mi juicio  hace falta hablar, es necesario hablar con Dios, hacerle partícipe de nuestros pensamientos, pedirle luces para entender porque la triste realidad es que nos enteramos poco de lo que va la película, y así nos va.

Viene bien recordar que “rectificar es de sabios”, ¡a tiempo estamos!.


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