Opiniones personales. Opiniones ajenas. Mafalda. Otros

domingo, 10 de abril de 2016

Reflexión sobre la verdad

He leído una frase hoy que a mi juicio es muy oportuna, viene del cardenal arzobispo de Viena: “No hay misericordia sin verdad, pero hay que decir la verdad sin herir”.

Pienso que es muy acertada porque la crisis de la sociedad actual viene precisamente del temor a decir la verdad; los padres temen decir la verdad a sus hijos porque temen su reacción, los empleados a los jefes y así sucesivamente. Añadamos que el relativismo coloca al mismo nivel la verdad y la mentira; todo se somete a un subjetivismo absurdo, “mi verdad, tu verdad, las cosas son como yo las veo… y mientras la verdad que es objetiva y por lo tanto está fuera de nosotros y no depende de lo que yo vea o deje de ver, es la que sufre un olvido total con las consecuencias que están a la vista.


Hay un santo actual que dice: “Nunca quieres agotar la verdad.- Unas veces por corrección. Otras –las más- por no darte un mal rato. Algunas, por no darlo. Y, siempre, por cobardía. Así, con ese miedo a ahondar…”. Es conveniente que no nos engañemos, detrás de ese miedo a la verdad se esconde mucha comodidad con distintos ropajes: contemporizar, consensuar, apertura y un largo etc. que se puede sintetizar en una sola palabra: cobardía.   

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