Opiniones personales. Opiniones ajenas. Mafalda. Otros

martes, 10 de marzo de 2015

Las cinco claves de la felicidad (2)

El tercer consejo es:
Tener una voluntad de hierro. Fuerte, rocosa, como las raíces de un olivo centenario. La psicología moderna considera que es más importante la voluntad que la inteligencia y necesita ser educada desde los primeros años de la vida. Una persona con voluntad consigue que sus sueños se hagan realidad. Llega en la vida más lejos que una persona inteligente. Y, por el contrario, una persona sin voluntad o con una voluntad débil, frágil, endeble, está siempre a merced de sus caprichos, pendiente de la filosofía del me apetece e incapaz de renunciar, de negarse, de aplazar el gusto por algo concreto que en ese momento aparece delante de él. Uno de los indicadores más claros de la madurez de la personalidad es este: tener una voluntad bien educada, que no hace lo que le pide el cuerpo, sino lo que es mejor para uno mismo.la voluntad es la joya de la corona de la conducta.
Tener un buen equilibrio entre corazón y cabeza. Los dos grandes componentes de nuestra psicología son el mundo de los sentimientos y de la razón. Ni demasiados sensibles, rozando la susceptibilidad, ni excesivamente fríos y racionales. Decía Pascal que “el corazón tiene razones que la razón desconoce”. Nuestro primer contacto con la realidad es emocional: me gusta esa persona, me cae bien, me agrada este ambiente… Amor e inteligencia deben formar un binomio bien armado. Tener una afectividad sana significa mover bien los hilos de las relaciones con los demás, cargándolas de sentimientos verdaderos, sin doblez, descubriendo que lo afectivo es lo efectivo. Y a la vez saber utilizar bien los instrumentos de la razón: la lógica, el análisis, la síntesis y el discernimiento. Los padres tenemos aquí un papel central: educar es convertir a alguien en persona.
Tener un proyecto de vida coherente y realista. Que mire hacia el futuro. Los cuatro grandes argumentos: amor, trabajo, cultura y amistad. Cada uno de ellos se abre en abanico. En el atardecer de nuestra vida se dibujan sus siluetas regalándonos un sabor especial de haber sido capaces de sacar adelante esta tetralogía contra viento y marea. El amor es el motor esencial de la vida. El trabajo bien hecho produce satisfacción interior. La cultura es libertad y plenitud y nos ayuda a entender la existencia en medio del caos. La amistad es uno de los platos fuertes en el banquete de la vida: afinidad, donación y confidencia.

La felicidad consiste en haber conseguido lo que deseabas. Estar contento con uno mismo al comprobar lo que deseabas y lo conseguido. Es un estado de ánimo positivo al darte cuenta que has hecho el mayor bien posible y el menor mal consciente.

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