Opiniones personales. Opiniones ajenas. Mafalda. Otros

lunes, 1 de diciembre de 2014

Historias interesantes

Como supongo que les pasa a muchos yo estoy un poco cansada de leer y oir sobre los desmanes que cometen algunas personas que no deberían hacerlo jamás, pero también hay muchísimos más de los que no se oye hablar que tienen unas historias muy apasionantes; me propongo ir relatando algunas de ellas.

Conozca la historia de 8 cardenales presos tras el Muro de Berlín: 25 años de libertad para creer

Alfa y Omega (www.alfayomega.es) publicó en 2009, con motivo de los 20 años de la Caída de las tiranías comunistas de Europa Oriental, este artículo de Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo que repasa la experiencia de los obispos encarcelados o martirizados bajo esos regímenes totalitarios y laicistas. Al cumplirse los 25 años de la caída del Muro en ReL creemos que vale la pena volver a recordarlo.

Obispos de acero: La fe de los pastores católicos en la Europa comunista, testimonio 20 años después
Todavía hay quien levanta la mano, puño en alto, y canta La Internacional, sin acordarse de la gran cantidad de muertos que provocó la búsqueda del llamado paraíso socialista en el siglo XX.

Especialmente en los países del Este de Europa, el levantamiento del Telón de acero trajo consigo mucho sufrimiento, y se ensañó brutalmente con aquellos que defendían la libertad de conciencia y la fe.

Muchos católicos se negaron a negar a Cristo, y una gran cantidad de fieles lo pagaron con la muerte, incluidos algunos de sus pastores. Veinte años después de la caída del Telón de acero, las historias de los sucesores de los Apóstoles que ofrecieron la resistencia de la verdad y de la fe ante la apisonadora socialista siguen siendo ejemplo y testimonio

Toda una vida de fidelidad a la Iglesia católica
De los 100 millones de muertos que ha traído consigo el comunismo desde que triunfó la revolución soviética en 1917, una gran parte de ellos corresponde a ciudadanos de los países del Este de Europa, que se vieron atrapados tras el Telón de acero en 1945.

La apisonadora comunista invadió multitud de países y envenenó la sociedad y la política, pero ante su avance fueron muchos los que se negaron a que también su conciencia fuera sepultada bajo la ideología. Entre ellos, muchos cristianos y católicos fieles laicos y pastores, que pagaron su fidelidad a la fe en Cristo con cárcel, torturas, deportaciones, y hasta con su propia vida.

No se libró nadie, ni siquiera obispos ni cardenales, y muchos de ellos sufrieron en carne propia las consecuencias de oponerse a la ideología socialista.

Recientemente [en 2009], tuvo lugar, en Zagreb (Croacia), el encuentro La misión de la Iglesia en los países del Centro-Este europeo, a veinte años de la caída del sistema comunista. El cardenal Josip Bozanic , arzobispo de Zagreb, quien presidió el encuentro, afirmó que «el Telón de acero es la imagen de la división, de la fractura, del alejamiento y del egoísmo. Lo puso el hombre que quería impedir el acceso al hombre, pero su objetivo era mucho más profundo: impedir que la mirada del hombre se dirigiera hacia Dios y pudiera conocer su amor».

La Iglesia se revelaba en aquel contexto como el último baluarte de la conciencia y de la libertad del hombre, el único ámbito que ofrecía resistencia al nuevo diseño de sociedad que trataban de implantar los comunistas.

Las acusaciones eran siempre las mismas: traición a los nuevos amos del Estado y antipatriotismo (por colaborar con un régimen extranjero, como pensaban que era el Vaticano), y habitualmente venían acompañadas de mentiras, como la colaboración con los nazis en el pasado.

En muchos países, decretaron por ley la desaparición de la Iglesia católica, y no dudaron en coaccionar a obispos y sacerdotes para que se pasasen a la Iglesia ortodoxa, más manejable para ellos.


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