Opiniones personales. Opiniones ajenas. Mafalda. Otros

martes, 25 de febrero de 2014

Historieta que enseña

Había un hombre que comprendía el sufrimiento humano y vivía la benevolencia y la compasión.

Entre sus primos, se encontraba uno que siempre estaba celoso de el y empeñado en desacreditarlo e incluso dispuesto a matarlo.

Cierto día que el hombre estaba paseando tranquilamente, su primo le arrojó una pesada roca desde la cima de una colina con la intención de acabar con su vida.  Sin embargo, la roca sólo cayó al lado del buen hombre y el primo no pudo conseguir su objetivo. El hombre se dio cuenta de lo sucedido y permaneció impasible, sin perder la sonrisa de los labios.

Días después se cruzó con su primo y lo saludó con afecto. Muy sorprendido le preguntó:

¿No estás enfadado?

 No, claro que no.

Sin salir de su asombro, inquirió:

— ¿Por qué?

Le respondió:

—Porque ni tú eres ya el que arrojó la roca, ni yo soy ya el que estaba allí cuando fue arrojada.

Para el que sabe ver, todo es transitorio; para el que sabe amar, todo es perdonable.  Por eso es muy importante saber perdonar a todo el que necesite nuestro perdón e incluso perdonarse a sí mismo,

Cuando perdonamos actuamos con la fuerza que da la Presencia de Dios... y ten en cuenta que con perdonar te quitas de encima una mochila pesada.


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