Opiniones personales. Opiniones ajenas. Mafalda. Otros

sábado, 18 de enero de 2014

La tolerancia

Hay palabras que me da la sensación que se usan con mucha frecuencia pero que a veces se distorsiona su significado, me refiero a la palabra tolerancia; ¿Quién no ha oído que hay que ser tolerante?, y pienso que todos estamos de acuerdo, el problema surge cuando el consejo encierra a mi juicio una gran carga de intolerancia por parte de quien lo da que a falta de argumentos para defender sus tesis, ataca al supuesto adversario y como guinda añade el consejo: “hay que ser tolerante” para señalar que quien no está de acuerdo del él es un intolerante.

Por eso hoy quiero aportar un grano de arena sobre el significado de la palabra tolerancia que significa “no impedir algo ilícito, pero tampoco aprobarlo”. Sin embargo en el lenguaje de la calle a veces se aplica para  admitir cualquier cosa porque todo es igual de válido; y eso es admitir que la verdad no existe. Sería una persona tolerante aquella a la que todo le pareciera bien.

En la historia ha habido, hay y habrá posturas intolerantes con la excusa de la defensa de la verdad en todos los bandos, en todas las creencias. Por eso Juan Pablo II pidió perdón, (otros no lo han hecho), pero los cristianos creemos en Dios misericordioso que es Amor y esa es la razón por la que tenemos que procurar siempre que nuestros hechos y palabras vayan de acuerdo con nuestras creencias.

Sin embargo no se consigue la tolerancia porque se niegue la verdad, eso es el germen del Relativismo. Por supuesto que hay variedad de opiniones, y todas dignas de respeto, pero no hay variedad de “verdades”, la verdad para que lo sea tiene que coincidir con lo real.

Todas las personas y por el hecho de ser personas con inteligencia, estamos obligados moralmente a buscar la Verdad y a adherirnos a ella, pero recordando siempre que la verdad no se impone sino en virtud de sí misma.


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