Opiniones personales. Opiniones ajenas. Mafalda. Otros

martes, 11 de junio de 2013

Un discurso muy actual de hace 40 años (I)

A alguien se le ocurrió rescatar este discurso, pronunciado hace 40 años  por Cantinflas, supuestamente ante la Organización de Naciones Unidas, en una película en la cual él hacía el papel de embajador. El discurso tiene cuarenta años pero, sin quitarle una coma, podría repetirse en cualquier foro con absoluta vigencia. Éste fue el mismo filósofo de aquella célebre y crucial pregunta, formulada justo antes de sentarse a jugar dominó. "¿Vamos a jugar como caballeros ó como lo que somos?"

"Me ha tocado en suerte ser último orador, cosa que me da mucho gusto porque, como quien dice, así me los agarro cansados. Sin embargo, sé que a pesar de la insignificancia de mi país que no tiene poderío militar, ni político, ni económico ni mucho menos atómico, todos ustedes esperan con interés mis palabras ya que de mi voto depende el triunfo de los Verdes o de los Colorados.
Señores Representantes: Estamos pasando un momento crucial en que la humanidad se enfrenta a la misma humanidad. Estamos viviendo un momento histórico en que el hombre científica e intelectualmente es un gigante, pero moralmente es un pigmeo. La opinión mundial está tan profundamente dividida en dos bandos aparentemente irreconciliables, que se ha dado el singular caso, de que sólo un voto. El voto de un país débil y pequeño pueda hacer que la balanza se incline de un lado o de otro. Estamos, como quien dice, ante una gran báscula: con un platillo ocupado por los Verdes y con otro platillo ocupado por los Colorados. Y ahora llego yo, que soy de peso pluma y según donde yo me coloque, de ese lado inclinará la balanza. ¡Háganme el favor!... ¿No creen ustedes que es mucha responsabilidad para un solo ciudadano? Porque además no considero justo que la mitad de la humanidad quede condenada a vivir bajo un régimen político y económico que no es de su agrado, solamente porque un frívolo embajador haya votado, o lo hayan hecho votar, en un sentido o en otro. Por eso yo, el que les habla, su amigo... yo... no votaré por ninguno de los dos bandos (voces de protesta).  Y yo no votaré por ninguno de los dos bandos por tres  razones:

 Primera, porque, repito que no  sería justo que el sólo voto de un representante, que a lo mejor está enfermo del hígado, decidiera los destinos de cien naciones; Segunda, porque estoy convencido de que los procedimientos, repito, recalco, los procedimientos de los Colorados ( los países comunistas) son desastrosos  (voces de protesta de parte de los Colorados); ¡y Tercera!... porque estoy convencido de que los procedimientos de los Verdes ( los Estados Unidos ) tampoco son de lo más bondadoso que digamos (ahora protestan los Verdes).  Y si no se callan de plano yo ya no sigo, y se van a quedar con la tentación de saber lo que tenía que decirles. Insisto que hablo de procedimientos y no de ideas ni de doctrinas. Para mí todas las ideas son respetables  aunque sean " ideítas" o "ideotas“ y aunque no esté de acuerdo con ellas. Lo que piense ese señor, o ese otro señor,  o ese de allá de bigotitos que no piensa nada porque ya se nos durmió, eso no impide que todos nosotros seamos muy buenos amigos.
        Todos creemos que nuestra manera de ser, nuestra manera de vivir, nuestra manera de pensar y hasta nuestro modito de andar son los mejores y  tratamos de imponérselo a los demás y si no los aceptan decimos que son unos tales por cuales y al ratito andamos a la greña.  ¿Ustedes creen que eso está bien? Tan fácil que sería la existencia si tan sólo respetásemos el modo de vivir de cada quien.  Hace cien años ya lo dijo una de las figuras más humildes pero más grandes de nuestro continente:  "El respeto al derecho ajeno es la paz" (aplausos). Así me gusta... no que me aplaudan, pero sí que reconozcan la sinceridad de mis palabras.  Yo estoy de acuerdo con todo lo que dijo el Sr. representante de Salchichonia (alusión a Alemania) con humildad, con humildad de albañiles no agremiados debemos de luchar por derribar lo que nos separa, la incomprensión, la mutua desconfianza, el odio. Pero no la diferencia de las ideas, ¡eso no!, ¡nunca!. El día que pensemos igual y actuemos igual dejaremos de ser hombres para convertirnos en máquinas,  en autómatas.
        Este es el grave error de los Colorados, el querer imponer por la fuerza sus ideas y su sistema político y económico, hablan de libertades humanas, pero yo les pregunto: ¿existen esas libertades en sus propios  países? Dicen defender los Derechos del Proletariado pero sus propios obreros no tienen ni siquiera el derecho elemental de la huelga. Hablan de la cultura  universal al alcance de las masas pero encarcelan a sus escritores porque se atreven a decir la verdad, hablan de la libre determinación de los pueblos y sin embargo hace años que oprimen una serie de naciones sin permitirles que se den la forma de gobierno que más les convenga.
        ¿Cómo podemos votar por un sistema que habla de dignidad y acto seguido atropella lo más sagrado de la dignidad humana que es la libertad de conciencia eliminando o pretendiendo eliminar a Dios por decreto? No, señores representantes, yo no puedo estar con los Colorados, o mejor dicho con su manera de actuar; respeto su modo de pensar, allá ellos, pero no puedo dar mi voto para que su sistema se implante por la fuerza en todos los países de la tierra (voces de protesta)
        ¡El que quiera ser Colorado que lo sea, pero que no pretenda teñir a los demás!- (los Colorados se levantan para salir de la Asamblea). ¡Un momento jóvenes!, ¡hombre! ¿Por qué tan sensitivos? Pero si no aguantan nada, no, si no he terminado. Tomen asiento.  Ya sé que es costumbre de ustedes abandonar estas reuniones en cuanto oyen algo que no es de su agrado; pero no he terminado, tomen asiento, no sean precipitosos... todavía tengo que decir algo de los Verdes, ¿no les es gustaría escucharlo?

1 comentario:

  1. ¡ Que bonita imagen ha puesto en el encabezado del blog! Enhorabuena, me gusta muchísimo.

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