Opiniones personales. Opiniones ajenas. Mafalda. Otros

martes, 28 de mayo de 2013

La copa


La vida es una copa llena de felicidad,  pero nunca se te da llena. Te dan un sorbito de vez en cuando, un sorbito que tienes que ir llenando, gota a gota, todos los días, para sobrevivir.
No te la pases gimiendo por tus desgracias, pronosticando tragedias imaginarias o asustado por males que probablemente nunca lleguen. Nacemos para luchar por la felicidad, para crearla,  para construirla a pesar de tristezas, desencantos, errores, malas jugadas e irremediables imprevistos.

La felicidad no se encuentra en bienes y placeres. Se actúa bien, y ella sola se va presentando La felicidad no es estar añorando todo lo que nos falta, sino acoplarnos a todo:                        lo que tenemos y lo que no tenemos.
No vendas tu felicidad: ¡Regálala! No busques fórmulas sencillas ni baratas para lograr la felicidad

Ingredientes de la felicidad
Compartir lo que tienes. Perdonar sin cicatrices. Aceptar sin perfecciones. Amar sin exigencias. Agradecer lo que te dan. ¡Y no rendirte nunca!

Todo tiene que ir armonizando: Del panal, un poquito de miel. Del mar, un poquito de sal. De la vida, un toque de optimismo. De la imaginación, sueños. Del dolor, raíces fuertes. Y de la fe,  ¡solidez de roca!
No somos felices, porque no sabemos cómo llenar nuestra copa, porque no damos a la vida todo lo que podemos darle y esperamos, a veces ingenuamente, que la vida nos regale... pero sin pagar el precio.

No olvidemos que la mejor manera de ser feliz  es ocuparse de que otros lo sean;  de servir. Demos mucho de nosotros y la felicidad llegará sola. ¡Llenemos nuestra copa! y deleitémonos siendo... ¡FELICES!

 

 

 

 

 

 

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