Opiniones personales. Opiniones ajenas. Mafalda. Otros

viernes, 22 de junio de 2012

Historia que no necesita comentarios

Quiero contaros esta historia que ha llegado a mis manos recientemente:


Austria. Días de ocupación
nazi . Graves inundaciones en Viena por donde un enfurecido Danubio, agitado y torrencial, más que fluir, borboteaba disconforme y amenazante con aquella realidad histórica de pesadilla que se veía venir.

Cantidad de mirones, ocupados y ocupantes, agolpados en las márgenes, no querían perderse el espectáculo. Los mirones fueron multitud cuando se corrió la voz de que un hombre había caído a las agitadas aguas del rio. Todo eran comentarios y recíprocas miradas confirmándose que, efectivamente, un hombre se estaba ahogando... pero nadie se atrevía a saltar al agua para salvar, o al menos intentarlo, al infeliz que se ahogaba.

Mas he aquí, que inesperadamente, un joven de resuelto ánimo y firme determinación se quita su pesado abrigo y se dispone presto a rescatar al desgraciado.

¡¡ No saltes, muchacho !! ¡¡ El que se está ahogando es un puerco judío... deja que muera... !! ¡¡ No arriesgues tu vida !! ... así gritaba, en ruín justificación, la multitud vociferante al percatarse de la valiente determinación del joven en contraste con su cobarde actitud.

El valiente muchacho, desoyendo el parecer del griterío, se lanzó a las peligrosas aguas del rio y tras duros esfuerzos consiguió poner a salvo al hombre que estaba ya medio ahogado.

Cuantos habían presenciado estos hechos se arremolinaron alrededor de salvado y salvador y exclamaron asombrados:

¡¡ Gracias a Dios !! ¡¡ Es, en efecto, un alemán !! ¡¡ Está a salvo !!

"Sí, efectivamente, él es alemán... el judío soy yo " dijo el joven; y se marchó.-




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