Opiniones personales. Opiniones ajenas. Mafalda. Otros

domingo, 19 de abril de 2015

La sabiduría de saber rectificar

Una vez me hicieron notar que los barcos si quieren llegar al puerto fijado tienen que rectificar muchas veces el rumbo, las olas, las mareas, los vientos pueden desviarle imperceptiblemente de la ruta fijada y si el capitán no rectifica el rumbo corre el riesgo de no llegar a su destino.

Pienso que algo semejante nos pasa a las personas, en algunos momentos de nuestra vida fijamos nuestros objetivos, lo que queremos ser, lo que queremos hacer, a donde queremos llegar, pero no basta con haber adoptado esas decisiones porque también nosotros sufrimos reveses, contratiempos, cambios de planes y tenemos que ajustar nuestros objetivos pequeños y grandes.

Rectificar es de sabios, empecinarse de lo contrario. A veces surgen nuevos datos, se abren nuevas perspectivas y debemos volver a pensar o incluso a abandonar un plan y cambiarlo por otro. No es ausencia de convicciones, es flexibilidad y la vida diaria exige flexibilidad.


Hay un letrero en el lateral de este blog que dice así: "cambia tus hojas pero no pierdas tus raíces. Cambia de opinión pero no pierdas tus principios". De eso se trata, de aprender a distinguir lo cambiante de lo esencial, lo primero se cambia rápido, lo esencial, lo importante tiene que perdurar y tenemos que aprender a defenderlo.

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