Opiniones personales. Opiniones ajenas. Mafalda. Otros

jueves, 11 de septiembre de 2014

Más sobre las virtudes

Las virtudes morales se agrupan en las llamadas Virtudes Cardinales: justicia, prudencia, fortaleza y templanza. Estas virtudes comprenden las cuatro direcciones fundamentales del buen obrar del hombre y perfeccionan sus potencias.

          Prudencia: determina la elección de los medios que se deben emplear para alcanza un fin. Perfecciona el entendimiento.
          Justicia: inclina la voluntad del hombre a dar a cada uno lo que le es debido, regula las relaciones con los demás.
          Fortaleza: Afianza el apetito irascible contra el temor irracional y preserva de la temeridad.
          Templanza: modera el apetito concupiscible y los placeres sensibles, ayuda al hombre a dominar y regular sus propias pasiones.

Necesidad de las virtudes

Deriva de la misma naturaleza humana que es esencialmente perfeccionable, todos podemos a lo largo de nuestra vida mejorar o empeorar.
Sin las virtudes, la vida moral del hombre sería un continuo partir de cero, sin la posibilidad de progreso, ni perfección estable. La acción buena aislada no mantiene por sí sola la orientación hacia el bien de toda la vida.
Es precisamente la virtud la que opera una confirmación moral profunda y permanente de la conducta humana, porque afecta a las raíces mismas del alma, que es fuente y energía de las acciones.
Con la sucesión de sus actos, el hombre va adquiriendo como una segunda naturaleza, a la manera de un tejido de virtudes o vicios, formado por sus buenas o malas acciones.



No hay comentarios:

Publicar un comentario