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sábado, 31 de mayo de 2014

La libertad

Hay expresiones que se oyen con mucha frecuencia pero que a veces dudo que se conozca su significado.

Hablo hoy de la libertad:¿Qué es la libertad?. Es la capacidad radical de ser protagonistas de nuestra propia vida. (Jutta Burggraft)

Es la capacidad que tiene el hombre de elegir y auto determinarse. (José Ramón Ayllón).

Son dos definiciones que pueden servir, pero hay que recordar que en el acto de la libertad entran en juego las dos facultades superiores del hombre: la inteligencia y la voluntad. La voluntad elige lo que previamente ha sido conocido por la inteligencia. Antes de elegir delibera, piensa.

Hay una libertad física, subo, bajo, etc., pero la raíz de la libertad está en la voluntad y la acción voluntaria es ante todo una decisión interior; por eso un hombre privado de la libertad física puede seguir siendo libre si conserva la libertad psicológica. Cada persona elige su propio camino.

La libertad no es absoluta porque el hombre tampoco lo es, su limitación es triple: física, psicológica y moral. Física porque tiene necesidades primarias para poder subsistir, alimentarse, etc.; psicológica porque ni conoce todo, ni puede quererlo todo, se ve zarandeado por los sentimientos que le condicionan; y moral porque hay cosas que aunque puedas hacerlas, no debes hacerlas, (puedes insultar porque tienes voz pero no lo debes hacer, etc.)

La libertad si fuera absoluta supondría un peligro para los demás y por otra parte tampoco tiene un valor absoluto porque tiene un carácter instrumental: está al servicio del perfeccionamiento humano. Está en función del proyecto vital de cada persona. Y el proyecto vital de cada persona tendría que ser el Bien.

No se puede confundir libertad con independencia. El hombre ni es absolutamente independiente ni absolutamente esclavo. Tiene limitaciones y la forma de resolverlas es eligiendo pero toda elección lleva consigo renuncias y el problema que se plantea debe resolverlo la inteligencia y ésta tendría que elegir lo superior a lo inferior, es decir lo bueno. (No se puede poner al mismo nivel la vagancia a su contrario, etc.)

La leyes no se oponen a la libertad, si no hubiera leyes tendríamos la ley del más fuerte, la ley de la selva…

Tampoco se puede identificar lo libre con lo espontáneo porque como se ha visto la libertad es el dominio de la razón y de la voluntad.

Ortega y Gasset decía: “yo soy yo y mis circunstancias”, circunstancias de  nacimiento, familia, que somos personas no pájaros, que envejecemos y morimos. Y sobre todo tenemos cada persona unas circunstancias que nos llevan a actuar de determinada forma. Son condicionamientos que si los aceptamos con nuestra inteligencia y nuestra voluntad, no nos restarán energías en lamentaciones.

No es real una libertad sin condiciones: nadie la posee. Los condicionamientos son como las reglas del juego de toda vida humana.

La libertad se puede perfeccionar a lo largo de la vida si elegimos caminos que nos lleven a buenos fines; pero con nuestra libertad podemos elegir el mal y esta elección sería una imperfección de la libertad.

Ser libre no significa estar por encima de la ética y nunca se debe defender la inmoralidad en nombre de la libertad, se abriría una puerta al museo de los horrores.


Todo acto libre lo realiza alguien responsable de dicho acto. Por eso si la libertad es la capacidad de elegir, la responsabilidad es la aptitud para dar cuenta de esas elecciones.

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