Opiniones personales. Opiniones ajenas. Mafalda. Otros

viernes, 16 de mayo de 2014

El tunel

Me hacía ver una amiga que la vida era como un viaje en tren, se puede elegir entre dos tipos de tren, el que va despacio y por parajes bonitos y el que va deprisa a su destino. Los dos responden a dos formas de vivir la vida, la primera es más placentera, pero al ser más largo el trayecto tiene más peligro de sufrir averías, necesitar más combustible, encontrar condiciones meteorológicas adversas, etc.

La segunda necesita un trazado más recto, lo que hace necesario atravesar montañas, cruzar ríos, etc., y eso conlleva cruzar por puentes y sobre todo pasar por bastantes túneles si el terreno es montañoso. Dentro del túnel no se ve paisaje alguno, la única luz es la que lleva el tren.


Aplicando el ejemplo a la vida pienso que tenemos que ser conscientes que sí se quiere vivir con rectitud, hay que tener muy clara  la meta a la que nos dirigimos; tendremos que soportar túneles, períodos de oscuridad y la única luz será la que personalmente llevemos cada uno. Lo que sí está claro es que la intensidad de la luz personal dependerá de varios factores, sólo voy a señalar dos: las propias convicciones y las disposiciones que personalmente nos fomentemos.

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