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miércoles, 26 de junio de 2013

Conocer el pensamiento de S. Josemaría


Josemaría Escrivá de Balaguer nació en Barbastro (Huesca, España) el 9 de enero de 1902. En 1914 quebró el negocio del padre, que era un comercio de tejidos, quedando la familia en la ruina. Tuvieron que trasladarse a Logroño, donde su padre encontró un trabajo como dependiente. Escrivá continuó estudiando hasta acabar el bachillerato. En las Navidades de 1917-18, al ver las huellas de pasos de un carmelita descalzo en la nieve, quedó impresionado, y decidió hacerse sacerdote, ingresando en el seminario de Logroño como alumno externo en el mes de octubre de 1918.
Su padre muere en 1924, y Josemaría queda como cabeza de familia. Recibe la ordenación sacerdotal el 28 de marzo de 1925 y comienza a ejercer el ministerio en varias parroquias rurales y luego en Zaragoza, con preferencia en la iglesia de San Pedro Nolasco, regida entonces por sacerdotes jesuitas.

El 2 de octubre de 1928, según su propio testimonio, «vio» que Dios le pedía que difundiese en todo el mundo la llamada universal a la santidad, y que abriera un nuevo camino dentro de la Iglesia —el Opus Dei (en latín «Obra de Dios»)— para transmitir a todos los hombres que se pueden santificar a través del trabajo.
Fallece en Roma el 26 de junio de 1975. El 17 de mayo de 1992, Juan Pablo II beatifica a Josemaría Escrivá de Balaguer en la plaza de San Pedro, en Roma. El 6 de octubre de 2002, es canonizado por Juan Pablo II en Roma, apoyado por las cientos de miles de personas que asistieron a los actos. Durante la ceremonia de su canonización, Juan Pablo II animó a todos a buscar la santidad en medio del mundo, en el trabajo y la vida ordinaria, tal como lo enseñaba el nuevo santo y siguiendo su ejemplo.

Frases

*El matrimonio es una vocación divina
*No me olvides que a veces hace falta tener al lado caras sonrientes.

*Te juegas la vida por la honra... Juégate la honra por el alma
*La verdadera virtud no es triste y antipática, sino amablemente alegre.

*A ese Dios invisible, lo encontramos en las cosas más visibles y materiales.
*La oración es el cimiento del edificio espiritual. La oración es omnipotente.

*Cuando los cristianos lo pasamos mal, es porque no damos a esta vida todo su sentido divino.
*Cuanto más alta se alza la estatua, tanto más duro y peligroso es después el golpe en la caída.

*Lo que se necesita para conseguir la felicidad, no es una vida cómoda, sino un corazón enamorado.
*Cada vez estoy más persuadido: la felicidad del Cielo es para los que saben ser felices en la tierra.

 

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