Opiniones personales. Opiniones ajenas. Mafalda. Otros

domingo, 21 de abril de 2013

Artículo sin desperdicio


Constatar cada día, en mi actividad pública en el Parlamento europeo y fuera el avance implacable del relativismo, auténtica moda dominante en nuestra sociedad, me reafirma en que ha sido Benedicto XVI el mejor “diagnosticador” de la dulce tiranía del relativismo.
La dulce tiranía del relativismo… ha conseguido eliminar de la Constitución y de los tratados europeos las referencias a las raíces cristianas de Europa, ha reemplazado el derecho a la vida por el derecho al aborto, está tratando de sustituir la obligación moral hacia los mayores por un supuesto nuevo derecho a morir dignamente, ha desnaturalizado la esencia del matrimonio y ha construido una doctrina de falsos y supuestos nuevos derechos, erradicando el significado de las obligaciones… Vivimos una crisis que afecta a nuestra conciencia, a nuestro modo de vivir. Ésta no es sólo una crisis de carácter económico o financiero; ni político ni institucional. Es una crisis que afecta, ante todo al corazón de la persona y que por ello, exige cambios personales…, nos interpela con preguntas referidas al qué y al cómo vamos a cambiar cada uno de nosotros a partir de hoy… De la suma de millones de cambios de actitudes personales, auténticos, profundos, nacerá una iglesia más fuerte y capaz de hacer realidad un proceso de regeneración y de rectificación que preserve a nuestra sociedad del daño del relativismo.

(Jaime Mayor Oreja, eurodiputado)

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