Opiniones personales. Opiniones ajenas. Mafalda. Otros

martes, 24 de julio de 2012

Saber callar y saber hablar

Callar las cualidades y los éxitos propios es humildad

Callar las cualidades y las buenas obras del prójimo, es envidia
Callar para no herir la susceptibilidad del prójimo, delicadeza

Callar los defectos propios, prudencia
Callar los defectos ajenos, caridad.

Callar las palabras inútiles, sabiduría
Callar para escuchar, talante de diálogo

Callar cuando habla otro, educación
Callar a tiempo, discernimiento

Callar junto al que sufre, la mejor compañía
Callar cuando se ha de hablar, cobardía

Callar ante el fuerte, sometimiento
Callar ante el débil, magnanimidad.

Callar ante una injusticia, complicidad
Callar cuando te humillan, “andar en verdad”

Callar en los momentos difíciles de dolor y sufrimiento personales, virtud
Callar ante la injuria, la maledicencia y la calumnia, fortaleza

Callar para mejor amar, santidad.
En el libro del Eclesiastés (3,7), se nos dice que “hay un tiempo para callar y un tiempo para hablar”.

(J-M Aimbau)

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