Opiniones personales. Opiniones ajenas. Mafalda. Otros

domingo, 4 de marzo de 2012

Historia de una ranita

Olivier Clerc, filósofo nos cuenta la historia de una ranita con la que pretende alertarnos sobre el futuro que nos espera si no reaccionamos. Pienso que es interesante, que lo leamos, lo meditemos porque se trata de una realidad cruel de la que a veces no somos plenamente conscientes.

Imagínate una cacerola llena de agua fría en la que nada tranquilamente una ranita.
Un pequeño fuego se enciende bajo la cacerola y el agua se calienta lentamente. Despacio, despacio el agua se va poniendo tibia y la ranita encuentra esto mas bien agradable y continúa nadando.

La temperatura del agua sigue subiendo y ahora está mas caliente de lo que la ranita puede gozar, se siente un poco cansada pero no está asustada.
Ahora el agua está ya verdaderamente caliente y la ranita lo empieza a encontrar desagradable, pero como ya está muy debilitada, lo soporta y no hace nada. La temperatura sigue subiendo hasta que la ranita termina cocinándose y muriendo.

Si la misma ranita hubiera estado metida directamente en el agua a 50º, con un golpe de sus patas inmediatamente habría saltado fuera de la cacerola.
Esto demuestra que cuando un cambio viene de un modo lento, escapa a la conciencia, y no provoca en la mayor parte de los casos ninguna reacción, ninguna oposición.

Si miramos lo que sucede en nuestra sociedad desde hace algunas décadas, podemos ver que estamos sufriendo una lenta deriva a la cual nos estamos habituando. Una cantidad de cosas que nos habrán horrorizado hace unos años, poco a poco se han ido banalizando y hoy apenas preocupan y dejan completamente indiferentes a la mayor parte de las personas.
En nombre del progreso, de la ciencia, de la modernidad, se efectúan continuos ataques a las libertades, a la dignidad de las personas, a la moral, a la felicidad de vivir.

Lenta pero inexorablemente, con la constante complicidad de las víctimas, a veces inconscientes, a veces incapaces de defenderse. El martilleo continuo de informaciones por parte de los medios saturan los cerebros que no están ya en condiciones de distinguir las cosas.
Cuando hablé de esto la primera vez era pensando en el mañana.

¡¡Ahora, es para HOY!!
¡Conciencia o cocción, debemos elegir!

Si no estás como la ranita cocinado, da un saludable golpe con tus patas, ¡antes que sea demasiado tarde!.

 


3 comentarios:

  1. Muy buena el cuento de la rana que por desgracia es muy real. ¿Llegaremos a reaccionar?

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  2. Yo desde luego no estoy dispuesta a que me "cuezan"¡tendré que saltar,ya!¡camarón que se duerme...!Me ha encantado el cuentecillo y real como la vida misma.A por "ello,oye.

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  3. Ya somos mas de dos que no estamos dispuestas a que nos cocinen, esperemos que aumente el número. Enhorabuena Alobel. Un saludo

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