Tener
una voluntad de hierro.
Fuerte,
rocosa, como las raíces de un olivo centenario. La psicología
moderna considera que es más importante la voluntad que la
inteligencia y necesita ser educada desde los primeros años de la
vida.
Una persona con voluntad consigue que sus sueños se hagan
realidad. Llega en la vida más lejos que una persona inteligente.
Y,
por el contrario, una persona sin voluntad o con una voluntad débil,
frágil, endeble, está siempre a merced de sus caprichos, pendiente
de la filosofía del me
apetece
e incapaz de renunciar, de negarse, de aplazar el gusto por algo
concreto que en ese momento aparece delante de él.
Uno de los
indicadores más claros de la madurez de la personalidad es este:
tener
una voluntad bien educada, que no hace lo que le pide el cuerpo, sino
lo que es mejor para uno mismo.la
voluntad es la joya de la corona de la conducta.
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