Opiniones personales. Opiniones ajenas. Mafalda. Otros
sábado, 14 de marzo de 2015
viernes, 13 de marzo de 2015
Sobre la madurez 3
C. MADUREZ EN
EL AMOR
1. ¿Para
amar es necesario un grado de madurez? Amar es desear el bien a otro. Ama a
alguien quien desea su bien. El verdadero amor exige que el
egoísmo sea reducido, y esto es una característica clara de madurez.
2. ¿El
divorcio tiene que ver con la madurez? El divorcio y los problemas matrimoniales se relacionan directamente con la falta de
madurez en el amor. El egoísmo e incomprensión, la falta de aguante y de lealtad son muestras de escasa madurez y a la vez causan problemas en el matrimonio.
3. ¿Hay un
modo rápido de crecer en madurez? La madurez se alcanza con mayor rapidez a
base de sobrellevar sufrimientos. Por esto, los mismos problemas matrimoniales,
cuando se superan, hacen que el amor mejore y se purifique de muchos egoísmos.
4. ¿El uso
del sexo influye en la madurez? El sexo influye en la madurez de varios
modos:
- quien
domina las apetencias sexuales, reservando el uso del sexo para
después de la boda, muestra un buen grado de madurez.
- quien se
deja llevar por los gustos sexuales, buscando principalmente los placeres, aumenta
su egoísmo y empeora su madurez.
jueves, 12 de marzo de 2015
Sobre la madurez 2
B. LA MADUREZ Y LA EDAD
1. ¿La madurez depende de la edad? Un poco sí,
pues las personas excesivamente jóvenes no han tenido tiempo de consolidar esos
buenos hábitos o virtudes. Sin embargo, lo decisivo no es la edad sino el
esfuerzo continuo por llevar una vida ejemplar.
2. ¿Es posible la madurez en los niños? Se
puede hablar de madurez infantil cuando los niños ejercitan las virtudes
propias de la madurez del modo adecuado a su edad. Por ejemplo, un niño así:
- jugará
mucho, pero también cumplirá responsablemente sus tareas.
- le
gustarán los dulces, pero no será caprichoso.
- meterá la
pata, pero sabrá reconocerlo.
- le gustará
ayudar y servir a los demás, aunque su aportación sea limitada.
3. ¿En los mayores siempre hay madurez? Las
personas mayores han alcanzado la madurez física, biológica; pero esta madurez
no es la principal: hay adultos irresponsables, egoístas, imprudentes, con
falta de sobriedad y reciedumbre, etc., y en estos casos no puede decirse que
posean la perfección humana propia de la madurez. Desde luego también hay
personas mayores cuyas virtudes superan en mucho a sus pequeños defectos.
4. ¿Y la madurez en la adolescencia? Obviamente
si en la infancia puede hablarse de cierta madurez, con mayor motivo en la
adolescencia. Y en sentido contrario si hay adultos inmaduros, también los hay
adolescentes. En general, habrá madurez en la adolescencia cuando el joven
ejercita las virtudes propias de la madurez del modo adecuado a su edad. En
cambio la inmadurez típica de estas edades consiste en reclamar derechos de
adulto en lo que todavía es joven, y actuar infantilmente donde ya se es mayor.
5. ¿Ejemplos de inmadurez en la adolescencia?
En el aspecto de creerse mayor donde todavía no lo es, hay varios ejemplos que
reflejan la llamada "edad del pavo":
- la
rebeldía y falta de respeto hacia los padres y profesores, reclamando
independencia como si no se necesitara de ellos.
- la
exigencia de derechos y libertades, cuando aún se carece de
responsabilidad para cumplir los propios deberes.
En el aspecto de comportamiento infantil
la inmadurez se puede apreciar en:
- el afán
excesivo por divertirse, cuando la edad de jugar ha terminado y el juego
debe ir dejando paso al trabajo responsable.
- la
pretensión de conseguir las cosas sin esfuerzo, como les pasa a los niños.
6. ¿Por qué es muestra de inmadurez enfrentarse a
los adultos? La auténtica madurez no necesita de rebeldías, ni de faltas de
respeto, ni reclama más libertad.
Una persona mayor no necesita de estas cosas para sentirse mayor; y los que le
rodean reconocen su madurez sin esos comportamientos.
7. ¿Ejemplos de madurez en la adolescencia?
Aunque sus aportaciones a la sociedad sean aún reducidas, la madurez de un
adolescente se muestra cuando:
- Es
trabajador y responsable con sus deberes.
- Es
servicial e interesado por ayudar a los demás.
- Es
constante en sus esfuerzos.
- Escucha y
agradece los consejos.
miércoles, 11 de marzo de 2015
Sobre la madurez 1
· A. ¿Cómo se alcanza la madurez?
· B. La madurez y la edad.
· C. La madurez en el amor.
A. ¿CÓMO SE
ALCANZA LA MADUREZ?
1. ¿Qué es la madurez? Es una cualidad de la persona que expresa
una elevada perfección humana.
2. ¿Cómo se consigue esa perfección humana? Mediante la repetición
de buenas acciones. Con esta reiteración se adquieren los buenos hábitos
-virtudes humanas- que proporcionan facilidad y naturalidad en obrar
acertadamente: madurez.
3. ¿Qué hábitos o virtudes son más destacables en la madurez? En
la perfección humana todas las virtudes son importantes y ninguna debería
faltar. Por ejemplo:
4. ¿Cómo
adquirir esas virtudes más fácilmente? Acompañados. Procurarse la amistad
de personas virtuosas y la ayuda de Dios. Algún esfuerzo es inevitable, pero
la compañía de Dios y de los demás facilita las cosas.
5. ¿Por dónde empezar? Cada persona deberá prestar mayor atención
a una virtud u otra teniendo en cuenta lo que le aconsejan. En general, para
crecer en madurez se pueden recomendar dos cosas -resumiendo mucho-:
6. ¿Madurez
es lo mismo que santidad? Normalmente la madurez se entiende sólo como
perfección humana natural, mientras que la santidad equivale a la madurez
humana y sobrenatural. La santidad es la perfección en las virtudes humanas y
sobrenaturales imitando a Cristo, perfecto Dios y perfecto hombre.
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martes, 10 de marzo de 2015
Las cinco claves de la felicidad (2)
El tercer consejo es:
Tener una voluntad de hierro. Fuerte, rocosa, como las raíces de un olivo centenario. La psicología
moderna considera que es más importante la voluntad que la inteligencia y
necesita ser educada desde los primeros años de la vida. Una persona con
voluntad consigue que sus sueños se hagan realidad. Llega en la vida más lejos
que una persona inteligente. Y, por el contrario, una persona sin voluntad o
con una voluntad débil, frágil, endeble, está siempre a merced de sus
caprichos, pendiente de la filosofía del me
apetece e incapaz de renunciar, de negarse, de aplazar el gusto por algo
concreto que en ese momento aparece delante de él. Uno de los indicadores más
claros de la madurez de la personalidad es este: tener una voluntad bien educada, que no hace lo que le pide el cuerpo,
sino lo que es mejor para uno mismo.la voluntad es la joya de la corona de
la conducta.
Tener un buen equilibrio entre corazón
y cabeza. Los dos grandes
componentes de nuestra psicología son el mundo de los sentimientos y de la
razón. Ni demasiados sensibles, rozando la susceptibilidad, ni excesivamente fríos
y racionales. Decía Pascal que “el corazón tiene razones que la razón desconoce”.
Nuestro primer contacto con la realidad es emocional: me gusta esa persona, me
cae bien, me agrada este ambiente… Amor e inteligencia deben formar un binomio
bien armado. Tener una afectividad sana significa mover bien los hilos de las
relaciones con los demás, cargándolas de sentimientos verdaderos, sin doblez,
descubriendo que lo afectivo es lo efectivo. Y a la vez saber utilizar bien los
instrumentos de la razón: la lógica, el análisis, la síntesis y el
discernimiento. Los padres tenemos aquí un papel central: educar es convertir a alguien en persona.
Tener un proyecto de vida coherente y
realista. Que mire hacia el
futuro. Los cuatro grandes argumentos: amor,
trabajo, cultura y amistad. Cada uno de ellos se abre en abanico. En el
atardecer de nuestra vida se dibujan sus siluetas regalándonos un sabor
especial de haber sido capaces de sacar adelante esta tetralogía contra viento
y marea. El amor es el motor esencial de la vida. El trabajo bien hecho produce
satisfacción interior. La cultura es libertad y plenitud y nos ayuda a entender
la existencia en medio del caos. La amistad es uno de los platos fuertes en el
banquete de la vida: afinidad, donación y confidencia.
La felicidad consiste en
haber conseguido lo que deseabas. Estar contento con uno mismo al comprobar lo
que deseabas y lo conseguido. Es un estado de ánimo positivo al darte cuenta
que has hecho el mayor bien posible y el menor mal consciente.
lunes, 9 de marzo de 2015
Las 5 claves para conseguir la felicidad según el Doctor Enrique Rojas (1)
La felicidad se puede
decir de muchas maneras. Consiste en hacer algo que merezca la pena con la
propia vida, cada uno según sus posibilidades y con los pies en la tierra. Para
Sócrates la felicidad estaba en conocerse a sí mismo. Para Platón en el amor.
Para Aristóteles en la búsqueda de la verdad. Epicuro en el vivir bien, en el
placer. Para Séneca en la práctica de la virtud…
El doctor Rojas en un
artículo publicado en el periódico ABC el día 28 de febrero da las siguientes
claves:
Ser capaz de cerrar las heridas del
pasado. Dicho de otra manera: necesitamos
reconciliarnos con nuestro pasado. Superar traumas, sinsabores, impactos
psicológicos y esas colecciones de vivencias negativas que se almacenan en
cualquier biografía: una persona bien armada es aquella que vive instalada en
el presente y lo saborea y le saca partido; ha sido capaz de superar todas las
experiencias dolorosas del pasado con todo lo que eso significa; y vive
fundamentalmente centrada y abierta hacia el futuro… Dicho de otro modo, la felicidad consiste en tener buena salud y
mala memoria… la palabra resentimiento significa sentirse dolido y no
olvidar. Y por ese vericueto uno se desliza por una rampa que termina en
convertirle en neurótico… el resentimiento, el rencor te deteriora por dentro. La felicidad es el sufrimiento superado.
Aprender a tener una visión positiva
de la vida. De uno mismo y de nuestro entorno. El optimismo es una forma sana
de captar la realidad. Y requiere una educación para saber detenerse más en lo
positivo que en lo negativo. Es sorprendente ver a personas que son inmunes al
desánimo y que se crecen ante las dificultades y otras que se derrumban ante el
menor contratiempo y revés de escasa envergadura. ¿Se nace optimista? ¿Puede un
pesimista dejar de serlo?. La clave está en el esfuerzo psicológico personal.
Hay ejemplos de lo que digo, Solchenitzchen, Havel, Boris Cyrulnik, judío que
vio morir a sus padres en un campo de concentración y después fue uno de los
fundadores de la llamada resiliencia: aprender
a soportar situaciones adversas te hace fuerte y te educa para sacar lo mejor
de ti. Nos habla de la capacidad para sacar fuerzas de una experiencia
traumática. Todo un arte.
domingo, 8 de marzo de 2015
Reflexión
Se habla
mucho últimamente de la globalización de la indiferencia o lo que es lo mismo, la indiferencia por el prójimo que nos afecta a todos por desgracia.
Sin embargo, no encuentro un estudio sobre las razones, las causas que nos han llevado a esa
indiferencia y quiero aportar mi opinión personal.
Me temo que
la indiferencia general tiene dos padres, es la consecuencia de un contubernio:
Individualismo,
egoísmo + Relativismo = Indiferencia.
El “todo
vale” del Relativismo; el situar en el mismo nivel lo verdadero de lo falso; el
darle la misma categoría a la verdad y a la opinión, confundiéndolas incluso.
Y como decía mi madre: tener por norma de vida el “yo, mi, me conmigo” propios
del egoísmo y del individualismo, genera la indiferencia que lleva a la soledad.
Y las personas que fuimos creadas para estar en familia y formando parte de una
sociedad, corremos el riesgo de estar labrando nuestra propia soledad que tanto
pesa.
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