Hay expresiones que se
oyen con mucha frecuencia pero que a veces dudo que se conozca su significado.
Hablo hoy de la libertad:¿Qué
es la libertad?. Es la capacidad radical de ser protagonistas de nuestra propia
vida. (Jutta Burggraft)
Es la capacidad que tiene
el hombre de elegir y auto determinarse. (José Ramón Ayllón).
Son dos definiciones que
pueden servir, pero hay que recordar que en el acto de la libertad entran en
juego las dos facultades superiores del hombre: la inteligencia y la voluntad.
La voluntad elige lo que previamente ha sido conocido por la inteligencia.
Antes de elegir delibera, piensa.
Hay una libertad física,
subo, bajo, etc., pero la raíz de la libertad está en la voluntad y la acción
voluntaria es ante todo una decisión interior; por eso un hombre privado de la
libertad física puede seguir siendo libre si conserva la libertad psicológica. Cada persona elige su
propio camino.
La libertad no es absoluta
porque el hombre tampoco lo es, su limitación es triple: física, psicológica y
moral. Física porque tiene necesidades primarias para poder subsistir,
alimentarse, etc.; psicológica porque ni conoce todo, ni puede quererlo todo,
se ve zarandeado por los sentimientos que le condicionan; y moral porque hay
cosas que aunque puedas hacerlas, no debes hacerlas, (puedes insultar porque
tienes voz pero no lo debes hacer, etc.)
La libertad si fuera
absoluta supondría un peligro para los demás y por otra parte tampoco tiene un
valor absoluto porque tiene un carácter instrumental: está al servicio del
perfeccionamiento humano. Está en función del proyecto vital de cada persona. Y
el proyecto vital de cada persona tendría que ser el Bien.
No se puede confundir
libertad con independencia. El hombre ni es absolutamente independiente ni
absolutamente esclavo. Tiene limitaciones y la forma de resolverlas es
eligiendo pero toda elección lleva consigo renuncias y el problema que se
plantea debe resolverlo la inteligencia y ésta tendría que elegir lo superior a
lo inferior, es decir lo bueno. (No se puede poner al mismo nivel la vagancia a
su contrario, etc.)
La leyes no se oponen a la
libertad, si no hubiera leyes tendríamos la ley del más fuerte, la ley de la
selva…
Tampoco se puede
identificar lo libre con lo espontáneo porque como se ha visto la libertad es
el dominio de la razón y de la voluntad.
Ortega y Gasset decía:
“yo soy yo y mis circunstancias”, circunstancias de nacimiento, familia, que
somos personas no pájaros, que envejecemos y morimos. Y sobre todo tenemos cada
persona unas circunstancias que nos llevan a actuar de determinada forma. Son
condicionamientos que si los aceptamos con nuestra inteligencia y nuestra
voluntad, no nos restarán energías en lamentaciones.
No es real una libertad
sin condiciones: nadie la posee. Los condicionamientos son como las reglas del
juego de toda vida humana.
La libertad se puede
perfeccionar a lo largo de la vida si elegimos caminos que nos lleven a buenos
fines; pero con nuestra libertad podemos elegir el mal y esta elección sería
una imperfección de la libertad.
Ser libre no significa
estar por encima de la ética y nunca se debe defender la inmoralidad en nombre
de la libertad, se abriría una puerta al museo de los horrores.
Todo acto libre lo realiza
alguien responsable de dicho acto. Por eso si la libertad es la capacidad de
elegir, la responsabilidad es la aptitud para dar cuenta de esas elecciones.