Opiniones personales. Opiniones ajenas. Mafalda. Otros

sábado, 2 de febrero de 2013

Dos noticias


Comentario a dos noticias que hablan por sí solas
En un determinado periódico español, en la misma página venía las siguientes noticias: en la primera la  In-Justicia española declaraba inocente a un señor acusado de haber cometido miles de abortos saltándose la ley a la torera; quedaba probado que no la había respetado en varias de sus artículos, pero a pesar de eso, se le declara inocente.

La segunda noticia es la prohibición de utilizar animales para llevar a cabo experimentos.
O sea que, por una parte a los fetos se les puede matar a pesar de los meses o semanas que lleve de gestación; pero ojo, con los animales no se puede experimentar a veces posibles medicamentos que curen enfermedades.

¡Me encanta la lógica!... frase obviamente dicha con toda la ironía posible.

viernes, 1 de febrero de 2013

Libro interesante

Antes de pasar al tema de hoy quiero pedir perdón a mis lectores porque ayer falté a la cita diaria que mantengo con ellos, el motivo ha sido un viaje imprevisto. Ya de vuelta reanudo mi encuentro diario.

Acabo de leer un libro que lo quiero recomendar a todos mis lectores; los datos del libro son:

Título: Cuando fui skin
Autor: Asís Arana

Editorial: Planeta Testimonio
Precio: 6 €

Me ha parecido interesantísimo, desde luego no creo que haya alguien que se aburra leyéndolo. Lo recomendaría a todo tipo de personas. Una vez que has empezado a leerlo y concretamente a partir de la página 51 es imposible abandonar su lectura.

miércoles, 30 de enero de 2013

El elogio de la lentitud


Vivir de prisa no es vivir, es sobrevivir”.
Carl Honoré, uno de los principales teóricos de la Filosofía Slow, famoso por su libro premiado Elogio de la Lentitud, sostiene que la hiperactividad actual nos lleva a dedicar nuestras energías a otras metas que nos hacen olvidar las cosas importantes de la vida.  Sufrimos la Enfermedad del Tiempo creyendo que todo se debe hacer rápido.  Intentemos decrecer el ritmo alocado en qué vivimos para no degradarnos nosotros mismos.  Simplemente reduzcamos la marcha y busquemos el tiempo justo para cada cosa;  saboreemos cada momento priorizando lo imprescindible.

*No dejes  que tu   agenda te gobierne. Muchas cosas que te planteas ahora son postergables.        Prueba y verás.
*Cuando estés con tu pareja y tus hijos, o con tus amigos,   apaga el celular y desconecta el teléfono.
*Tómate tiempo para comer y beber. Comer apurado genera males digestivos y si la comida es buena y está bien sazonada, no la apreciarás como se debe. Este es uno    de los placeres de la vida,  no lo arruines.
*Pasa tiempo a solas contigo mismo, en silencio. Escucha tu voz interior. Medita sobre la vida         en general. Acuérdate lo que decía Antonio Machado: “El que habla solo, espera hablar con Dios un día”
*No tengas miedo al silencio. Al principio te será difícil, luego notarás los beneficios.
*No te aturdas con ruidos o mires televisión como  si fueras una medusa petrificada.
* Escucha música con calma y verás que es bellísima. No te quedes frente al televisor porque sí.
*Escribe un ranking de prioridades. Si lo primero que escribiste es trabajo, algo anda mal,  vuelve a redactarlo.
*El trabajo es importante y debemos hacerlo, pero   medita y notarás que no es lo más importante     de tu vida.
*Escucha los sueños de la gente que amas, sus miedos, sus alegrías, sus fracasos, sus fantasías y problemas.
*No creas que tus hijos pueden seguir tu ritmo. Eres tú quien debe desacelerar e ir al ritmo de ellos.
*Recuerda que la conversación y la compañía silenciosa son los medios de comunicación más antiguos que existen.

*El virus de la prisa es una epidemia mundial.  “Si lo has contraído, trata de curarte".

 

 

 

 

 

martes, 29 de enero de 2013

Sobre el relativismo II


Sigo con el relativismo. Es muy fácil en la sociedad que vivimos tachar a una persona de intolerante, basta que alguien defienda una verdad, o una opinión no guste a otro, para que los supuestos tolerantes se sientan con derecho a ser ellos los que reparten el carnet de la tolerancia. Ha pasado hace poco en Córdoba (España), el Sr. Obispo haciendo uso de su libertad ha aclarado una vez más lo que realmente es la ideología de género, un ataque frontal a la familia. ¡Y cómo no!, salió el “tolerante de turno” que por lo visto se debe creer en posesión de la verdad, para insultar al obispo y señalarle que tenía que aprender a ser tolerante ¡Toma ya! Cómo decía mi madre: “justicia sí, pero no por mi casa”.
¿Por qué ocurren estas cosas? Porque faltan estudios de filosofía en nuestras famosas leyes de educación y no se sabe distinguir porque no se enseña, entre lo relativo y lo absoluto. Los famosos derechos humanos son bienes absolutos, todo el mundo tiene derecho a tener un trabajo, lo relativo es cómo será ese trabajo, lugar, etc. Me gustó el ejemplo que leí en un libro de José Ramón Ayllón, decía que el hombre puede jugar de dos formas en la cancha de la libertad, respetando el reglamento (pluralismo) o rechazando las reglas del juego y arbitraje (relativismo).

Defender que las mayorías son las que pueden establecer las reglas del juego sin tener en cuenta la ley natural es despeñarnos; acabamos sin argumentos para condenar las matanzas de los judíos, etc.
Estaremos todos de acuerdo en decir que el cáncer, el sida etc. son malos en sí mismos; distinto es que a alguien la enfermedad le haya podido servir para su bien. Leí en un libro que un famoso terrorista que viajaba a Argelia, al ver su vuelo demorado por una amenaza de bomba, fue consciente de que su “trabajo habitual”, poner bombas, matar gente, era cometer crímenes; pero se tuvo que ver él como sujeto pasivo de semejante tropelía para ser consciente de su error.

Existen principios que no son discutibles ni cambiables porque me convengan o no a mí y mis fines. La Verdad está fuera de nosotros y tiene que ser así si queremos vivir en un mundo un poco seguro al menos.

lunes, 28 de enero de 2013

Sobre el Relativismo I


Pienso que todos en mayor o menor medida hemos hecho una afirmación parecida a esta: “Todo es relativo”. En este artículo pretendo demostrar lo que es el relativismo y el peligro que encierra semejante afirmación. Para empezar diré que no, que no todo es relativo; hay cosas que sí lo son, da igual ser del Barcelona que del Real Madrid en cuanto a equipos de fútbol se refiere. Sin embargo hay otros aspectos que no son relativos, por ejemplo, yo no puedo afirmar que un árbol es una mesa, si lo hago, estoy mintiendo porque la realidad existe, todo lo creado por Dios y lo hecho por el hombre tiene una entidad propia. El hombre debe ver correctamente la realidad, es decir las cosas son como son, no como a mí me convienen que sean.  
El relativismo abre una puerta muy peligrosa, la del “todo vale”; si admitimos que todo vale entonces no nos podemos quejar de nadie ni de nada. La corrupción de los políticos que tanto nos molesta, valdría igual que la honradez, y así podría poner multitud de ejemplos. En definitiva el relativismo hace completamente imposible una conducta ética, moral, puesto que “todo vale”.

Las personas para poder convivir en paz necesitamos un criterio único sobre los temas importantes, transcendentales. ¿Se imaginan lo que pasaría si cada uno por carretera circulara por donde le diera la gana? Si la conducta ética no estuviera sujeta a nada, fuera algo completamente subjetiva, valdrían todos los comportamientos igual. ¿Estamos seguros que eso facilitaría la convivencia?.