¿Qué es la teología de la
liberación? ¿Qué se puede decir de ella?
Responde el P. Miguel Ángel Fuentes,
I.V.E.
Pregunta:
Estimado Padre Fuentes: Me acaba de asaltar una duda el día de ayer cuando
escuché un programa de radio donde se mencionó el Tema de: La Teología de la
Liberación y me sonó como a algo que no está muy aceptado por la Iglesia Católica.
¿Me podría comentar si estoy en lo cierto? ¿Qué tiene de malo esa Teología? ¿En
que consiste? Yo soy católico y estudié en un Instituto de Formación para
Laicos al Servicio de la
Pastoral Parroquial y nunca había escuchado de esa Teología.
Las gracias anticipadas por su atención a mi consulta.
Respuesta:
Estimado
le envío este artículo de titulado: Juan Pablo II y la 'Teología de la
liberación'
El 16 de Octubre de 1979 es elegido Papa Juan Pablo II. A la fecha son muchas
acciones en servicio a la Iglesia que sobresalen. Sus infatigables viajes
iniciados con el de México (1979) han removido hondamente al mundo entero. En
1985 convocó un Sínodo Extraordinario de los Obispos para reflexionar sobre el
Concilio Vaticano II, y urgir a los fieles en su conocimiento y aplicación.
Sobresale, sin lugar a dudas, su preocupación por desenmascarar una corriente
de pensamiento que se denomina Teología de la Liberación. En
agosto de 1984 el Santo Padre Juan Pablo II aprobó una Instrucción de la Sagrada Congregación
para la Doctrina de la Fe que pretende: 'atraer la atención de los pastores, de
los teólogos y de todos los fieles, sobre las desviaciones y los riesgos de
desviación, ruinosos para la fe y para la vida cristiana, que implican ciertas
formas de la teología de la liberación que recurre, de modo insuficientemente
crítico, a conceptos tomados de diversas corrientes del pensamiento marxista'.
Se trata, por tanto, de toda una 'corriente de pensamiento que, bajo el nombre
de `teología de la liberación' propone una interpretación innovadora del
contenido de la fe y de la existencia cristiana que se aparta gravemente de la
fe de la Iglesia, aún más, que constituye la negación práctica de la misma'.
La llamada 'teología de la liberación' asume el análisis
marxista de la realidad y sus principios: a) materialismo histórico: que señala
que las causas de los acontecimientos históricos son exclusivamente económicas
y la historia es la historia de la lucha de clases, y b) la praxis: la verdad
no es, sino se hace; lo que importa es la ortopraxis.
Estos principios de corte marxista los aplican a la interpretación del
Evangelio y la práctica pastoral con lo que logran desfigurar nuestra fe. Para la 'Teología de la
liberación'.
1. Jesucristo: es considerado no como verdadero Dios Encarnado que, con su
Muerte y Resurrección, nos ha redimido, sino como un símbolo de la humanidad
que lucha por la liberación de los 'opresores' y que muere en defensa de los
pobres;
2.
La Iglesia: debe tomar parte en la lucha pues la 'neutralidad' es imposible ya
que equivale a estar con los poderosos. De ahí que debe tener una 'opción
preferencial por los pobres' y constituirse en 'Iglesia del pueblo' que nace
del pueblo, y que reconoce la jerarquía sacramental que es 'clase dominante' y
por tanto debe ser combatida. (Puebla, nn. 262- 263).
3.
La fe es reducida a 'fidelidad a la historia'; la esperanza a 'confianza en el
futuro'; la caridad a la 'opción por los pobres'.
4.
Los sacramentos: son 'celebraciones del pueblo que lucha por la liberación': se
indoctrina en este sentido al pueblo por medio de homilías, cambios en la liturgia,
etc., para que 'tomen conciencia de clase' y se les anima a la lucha contra la
'clase dominante'. Curiosamente, así la Iglesia viene a ser - según estos
'teólogos' - respecto a los pobres, lo que el partido comunista pretende ser
respecto al proletariado.
5.
La escatología es sustituida por el 'futuro de una sociedad sin clases' como la
meta de la liberación en la que se habrá 'hecho verdad' el amor cristiano a
todos, la fraternidad universal. Evidentemente se trata de un peligroso cúmulo
de errores al ser una completa subversión del cristianismo.