Opiniones personales. Opiniones ajenas. Mafalda. Otros
sábado, 18 de julio de 2015
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martes, 14 de julio de 2015
lunes, 13 de julio de 2015
Historias que hacen pensar
De actriz erótica a maestra de Sor Cristina (La Voz): «No sabía
amar y Dios vino a socorrerme»
La
actriz Claudia Koll se
hizo popular en Italia, hace algunos años, por su participación en películas de
alto contenido erótico.
Koll desempeñó su primer papel de cine como protagonista en 1992 en un filme erótico de Tinto Brass.
Actriz de teatro, cine y televisión destacó al lado de Antonio Banderas en
la cinta para televisión "El joven
Mussolini".
Una infancia religiosa
Su nacimiento fue de alto riesgo, por lo que su madre la consagró de inmediato a la Virgen del Rosario. A muy temprana edad fue confiada al cuidado de su abuelita ciega, quien se encargó de su educación. Claudia aprendió a percibir la cercanía de la Virgen y a rezarle. Pero los espejismos del mundo, el éxito, el dinero abundante y fácil la atraparon rápidamente, y la indujeron por vías que ella hoy lamenta. Hace unos años Claudia entró “por casualidad” en una iglesia de Roma, ciudad donde habita. Esta pequeña iglesia, Santa Anastasia, es la única que tiene exposición perpetua del Santísimo. Un grupo de la Renovación estaba rezando justo en ese momento. Ella decidió quedarse. Humanamente hablando daba la impresión de haber sido sacada de otro pozo, con su aspecto archi mundano, junto a ese grupo tan sencillo. De repente, Claudia comenzó a llorar copiosamente: Jesús estaba realmente allí; ella lo comprendía desde lo profundo de su corazón, describirá luego esta revelación como “fulgurante”, Jesús le señalaba todo su pecado y al mismo tiempo le manifestaba el amor que El le profesaba! Cuando Claudia salió de la iglesia era otra, no era por cierto la misma que cuando entró.
Misericordia de Dios
A la luz de la infinita misericordia de Cristo, que se convirtió en su gran Amigo, realizó una revisión de su vida punto por punto. Canceló de inmediato sus contratos de filmación de películas que antes no la inquietaban en absoluto, pero que ahora veía eran perversas y dañaban a los hijos de Dios. ¡Basta de pornografía! Claudia se impuso como regla filmar sólo obras que edifiquen los corazones y los acerquen a Dios. Su extremada belleza hizo que continuara filmando y su fama le sigue abriendo aún muchas puertas. Esto le permite dar testimonio. Lo que le interesa ahora es comunicar la belleza interior, la belleza del alma. Acaba de lanzar su última película: la vida de san Pedro.
Renunció a poseer millones y su dinero lo destina íntegramente a la familia Salesiana instalada en Africa, a favor de los enfermos de SIDA y de los niños abandonados a quienes apadrina.
Una infancia religiosa
Su nacimiento fue de alto riesgo, por lo que su madre la consagró de inmediato a la Virgen del Rosario. A muy temprana edad fue confiada al cuidado de su abuelita ciega, quien se encargó de su educación. Claudia aprendió a percibir la cercanía de la Virgen y a rezarle. Pero los espejismos del mundo, el éxito, el dinero abundante y fácil la atraparon rápidamente, y la indujeron por vías que ella hoy lamenta. Hace unos años Claudia entró “por casualidad” en una iglesia de Roma, ciudad donde habita. Esta pequeña iglesia, Santa Anastasia, es la única que tiene exposición perpetua del Santísimo. Un grupo de la Renovación estaba rezando justo en ese momento. Ella decidió quedarse. Humanamente hablando daba la impresión de haber sido sacada de otro pozo, con su aspecto archi mundano, junto a ese grupo tan sencillo. De repente, Claudia comenzó a llorar copiosamente: Jesús estaba realmente allí; ella lo comprendía desde lo profundo de su corazón, describirá luego esta revelación como “fulgurante”, Jesús le señalaba todo su pecado y al mismo tiempo le manifestaba el amor que El le profesaba! Cuando Claudia salió de la iglesia era otra, no era por cierto la misma que cuando entró.
Misericordia de Dios
A la luz de la infinita misericordia de Cristo, que se convirtió en su gran Amigo, realizó una revisión de su vida punto por punto. Canceló de inmediato sus contratos de filmación de películas que antes no la inquietaban en absoluto, pero que ahora veía eran perversas y dañaban a los hijos de Dios. ¡Basta de pornografía! Claudia se impuso como regla filmar sólo obras que edifiquen los corazones y los acerquen a Dios. Su extremada belleza hizo que continuara filmando y su fama le sigue abriendo aún muchas puertas. Esto le permite dar testimonio. Lo que le interesa ahora es comunicar la belleza interior, la belleza del alma. Acaba de lanzar su última película: la vida de san Pedro.
Renunció a poseer millones y su dinero lo destina íntegramente a la familia Salesiana instalada en Africa, a favor de los enfermos de SIDA y de los niños abandonados a quienes apadrina.
¿Qué pasa en su vida tras su conversión a Cristo?
domingo, 12 de julio de 2015
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