Opiniones personales. Opiniones ajenas. Mafalda. Otros
sábado, 9 de abril de 2016
viernes, 8 de abril de 2016
jueves, 7 de abril de 2016
Una historia
Este es un
artículo verídico impreso en un diario muy
importante hace menos
de un año;
Había una
pareja atea que tenía una hija.
La pareja, nunca le había dicho nada a su hija sobre Dios. Una noche, cuando la
niña tenía 5 años, sus padres pelearon...
Él le
disparó a su esposa, y luego se suicidó. La niña lo vio todo! Fue llevada
a un hogar adoptivo. Su madre adoptiva era cristiana y la llevaba a la
Iglesia.
El primer
día de clases dominical, la madre le dijo a la maestra que la niña nunca había oído
hablar de Jesús, que tuviera paciencia con ella. La maestra mostró una estampa
de Jesús y dijo:
¿Alguien
sabe quién es Él? Y la niña dijo: Yo sé, “Ese es el hombre que me estaba
abrazando la noche que mis padres murieron”.
Hay muchas
personas que dicen no creer en Dios y lo deja a un lado y después se pregunta
porque el mundo va mal.
Es
llamativo como creemos todo lo que dicen los diarios y revistas, pero se cuestiona lo que dice la
Biblia.
Es
llamativo, como algunos dicen "creo en Dios" pero viven en los vicios
más grandes sin hacer nada por salir de ellos..
Que absurdo
es estar más
preocupado por lo que otros piensen de mí, que por lo que Dios piense de
mí.
miércoles, 6 de abril de 2016
martes, 5 de abril de 2016
La Amistad
La amistad es la mayor necesidad de la vida: nadie aceptaría está sin amigos... Todos están de acuerdo en que los amigos son el único asilo donde podemos refugiarnos en la miseria y en los reveses de cualquier género. (Aristóteles. Etica a Nicómaco)
La verdadera amistad excluye por tanto su instrumentalización, el verdadero amigo se apartará cuando sea necesario, pero siempre estará cuando se le necesite. Estará sobre todo a las "duras" porque en las "maduras" siempre hay gente de más.
lunes, 4 de abril de 2016
La Anunciación de la Virgen
Esta fiesta se celebra el 25 de marzo, nueve meses antes del 25 de Diciembre, la Natividad del Señor; pero este año el 25 de marzo coincidió con el Viernes Santo, por eso la Iglesia la ha trasladado al 4 de Abril.
Esta gran
fiesta tomó su nombre de la buena nueva anunciada por el arcángel Gabriel a la
Santísima Virgen María, referente a la Encarnación del Hijo de Dios. Era el
propósito divino dar al mundo un Salvador, al pecador una víctima de
propiciación, al virtuoso un modelo, a esta doncella -que debía permanecer
virgen- un Hijo y al Hijo de Dios una nueva naturaleza humana capaz de sufrir
el dolor y la muerte, afín de que El pudiera satisfacer la justicia de Dios por
nuestras transgresiones.
El mundo no iba
a tener un Salvador hasta que Ella hubiese dado su consentimiento a la
propuesta del ángel. Lo dio y he aquí el poder y la eficacia de su Fíat. En ese
momento, el misterio de amor y misericordia prometido al género humano miles de
años atrás, predicho por tantos profetas, deseado por tantos santos, se realizó
sobre la tierra. En ese instante el alma de Jesucristo producida de la nada
empezó a gozar de Dios y a conocer todas las cosas, pasadas, presentes y
futuras; en ese momento Dios comenzó a tener un adorador infinito y el mundo un
mediador omnipotente y, para la realización de este gran misterio, solamente
María es acogida para cooperar con su libre consentimiento.
domingo, 3 de abril de 2016
Otra historia interesante
Enganchado al reiki y la
Nueva Era, se alejó de la fe: Juan Pablo II y Medjugorje lo rescataron
Rafael
Bersabe Delgado tiene cincuenta y ocho años y cuenta su historia en el programa
de testimonios Cambio de Agujas de la Fundación
EUK Mamie-HM Televisión. Rafa nació en Sevilla pero llegó a Madrid siendo
adolescente. Recibió una buena
formación católica en el ambiente del colegio y clubs del Opus Dei. Allí
estaba a gusto. Pero al pasar
a la Universidad tuvo un grave problema de adaptación: “No me
supe adaptar. De hecho, tuve una
especie de depresión aquel año”, recuerda.
Primero abandonó los estudios. Después, el Opus Dei. Y al final dejó toda práctica católica y el trato con la Iglesia.
Nueva Era para llenar un vacío personal
“Al abandonar la Obra, quedó un vacío espiritual en mi interior que yo intenté llenar con temas que en aquella época ya estaban de moda, como el yoga y la meditación trascendental. Estamos hablando de los años 70, a finales. Como yo era muy nervioso, buscaba relajación y equilibrio interior”.
El yoga y la meditación trascendental fueron un paso previo para adentrarse en las prácticas de la Nueva Era: parapsicología, astrología, consultas a videntes, tarot, numerología…
“Proliferaban en televisión y en radio programas de corte oriental ligados a la espiritualidad de la Nueva Era y la parapsicología. Esto me fue alejando cada vez más de la Iglesia, evidentemente".
Un intento de lograr "autoconocimiento"
Este vacío espiritual y emocional lo intentaba llenar con prácticas que pensaba que le ayudarían en su autoconocimiento. “En la Nueva Era proliferan mucho las consultas a astrólogos, a videntes, el tarot y demás, un poco como camino de autoconocimento y otro poco para buscar una respuesta de qué futuro me esperaba, porque estaba bastante angustiado por mi presente. Me fui metiendo cada vez más en el mundo de los videntes y buscando a ver si iba a tener un futuro mejor.”
Con todo, Rafa aclara: “Yo nunca renuncié a creer en Cristo como Dios, aún cuando en la Nueva Era a Cristo se le considera como un “maestro”, como Buda o como pueda ser cualquier otro. (…). Yo siempre tuve mi fe, aunque es verdad que la tuve en el cuarto trastero, porque no practicaba mi religión católica durante esos años, pero nunca apostaté de mi fe. (…) Mi fe estaba ahí, pero es verdad que coqueteando con las doctrinas un poco panteístas de la Nueva Era. Podía tener cierto coqueteo o ciertas dudas, pero nunca acepté los postulados de la Nueva Era a este nivel de que Jesucristo era un simple “avatar” o un simple maestro, eso jamás”.
Primero abandonó los estudios. Después, el Opus Dei. Y al final dejó toda práctica católica y el trato con la Iglesia.
Nueva Era para llenar un vacío personal
“Al abandonar la Obra, quedó un vacío espiritual en mi interior que yo intenté llenar con temas que en aquella época ya estaban de moda, como el yoga y la meditación trascendental. Estamos hablando de los años 70, a finales. Como yo era muy nervioso, buscaba relajación y equilibrio interior”.
El yoga y la meditación trascendental fueron un paso previo para adentrarse en las prácticas de la Nueva Era: parapsicología, astrología, consultas a videntes, tarot, numerología…
“Proliferaban en televisión y en radio programas de corte oriental ligados a la espiritualidad de la Nueva Era y la parapsicología. Esto me fue alejando cada vez más de la Iglesia, evidentemente".
Un intento de lograr "autoconocimiento"
Este vacío espiritual y emocional lo intentaba llenar con prácticas que pensaba que le ayudarían en su autoconocimiento. “En la Nueva Era proliferan mucho las consultas a astrólogos, a videntes, el tarot y demás, un poco como camino de autoconocimento y otro poco para buscar una respuesta de qué futuro me esperaba, porque estaba bastante angustiado por mi presente. Me fui metiendo cada vez más en el mundo de los videntes y buscando a ver si iba a tener un futuro mejor.”
Con todo, Rafa aclara: “Yo nunca renuncié a creer en Cristo como Dios, aún cuando en la Nueva Era a Cristo se le considera como un “maestro”, como Buda o como pueda ser cualquier otro. (…). Yo siempre tuve mi fe, aunque es verdad que la tuve en el cuarto trastero, porque no practicaba mi religión católica durante esos años, pero nunca apostaté de mi fe. (…) Mi fe estaba ahí, pero es verdad que coqueteando con las doctrinas un poco panteístas de la Nueva Era. Podía tener cierto coqueteo o ciertas dudas, pero nunca acepté los postulados de la Nueva Era a este nivel de que Jesucristo era un simple “avatar” o un simple maestro, eso jamás”.
Entrando en el reiki... que engancha
Dentro del supermercado de lo religioso de la Nueva Era, Rafa fue haciendo distintos cursos y convivencias. Y fue durante unas “vacaciones holísticas” cuando se inició en el reiki, una práctica que supuestamente canaliza una energía (indetectable e indemostrable) que se supone que puede curar. Incluye rituales de iniciación y tiene un elemento espiritual: no es una disciplina mecánica. Es incompatible con la ciencia (porque esa energía es indetectable) y es incompatible con la fe cristiana (porque requiere ritos iniciáticos y elementos espirituales que no están al servicio de Cristo ni discernidos en la Iglesia). “Me lo tomé con calma porque tuve cierta dificultad, dada mi forma de ser, demasiado analítica y cerebral. Tenía dificultad para abrirme a esto de las energías y dejarme un poco fluir como ellos dicen… Yo no acababa de creerme capaz de canalizar energía a través de mis manos. Tuve que repetir muchas veces los cursos, con el consiguiente dinero que me tuve que gastar, porque son bastante caros, son de fin de semana. Hay personas que se inician y llegan a la maestría en un par de años o menos. Yo tardé seis años, desde el 1998 hasta el 2006, que me hice maestro. Y siendo maestro tuve mis propios alumnos y los inicié en el reiki”.
“A mí el reiki me aportaba mucha relajación, mucha tranquilidad, lo mismo que la meditación o el yoga. Y te llegas a hacer adicto a ello. Cuando llegó mi conversión, gracias a la Virgen María, en Medjugorje, una de las cosas que más me costó romper y cortar con ello fue el reiki, porque estaba muy enganchado a ello”.
“También es importante resaltar que junto con la adicción que comenté antes de los videntes, terapeutas y el reiki, también tenía adicción al sexo a través de la pornografía, por esta insatisfacción que sentía de que necesitaba una persona a mi lado y esta persona no aparecía de ninguna forma”.
La muerte de Juan Pablo II, un despertar
Las cosas comienzan a cambiar con la muerte de San Juan Pablo II, en 2005: “Muchas personas tuvimos un vuelco en nuestro corazón, y yo fui una de ellas. (…) A raíz de esto, siento una nostalgia de volver como el hijo pródigo - otra vez - a la Iglesia. Entonces empiezo a ir algunos domingos a Misa, aunque no me confesaba ni nada, yo seguía en pecado, pero al menos iba algunos domingos a Misa”.
Medjugorje: rosario, paz y lágrimas
En septiembre de 2010, casi por casualidad, ve en televisión un programa sobre esta localidad de Bosnia donde se dice que se aparece la Virgen a unos videntes, un caso que la Iglesia aún está estudiando. Ese programa le impacta. Al verano siguiente, ya en 2011, Rafa acudió a Medjugorje. La experiencia fue intensa.
“Fue entrar allí, en el rosario, con todo el calor sofocante… No sé qué me pasó por dentro, que me sentí totalmente removido, y me puse a llorar desconsoladamente… Un llanto, totalmente… como que ¡vamos!, que yo sólo he llorado así cuando era pequeñito… Cuando era pequeño y tu padre te riñe o tu madre te pega, pues uno llora... y yo nunca había llorado así. Y todos los días nada más entrar allí era como pasar a otra dimensión, parecía mágico aquello. Estaba claro que me estaba moviendo a contrición, y me estaba limpiando de toda mi vida anterior”.
La imagen de la Reina de la Paz le atraía poderosamente: “Yo no sé qué me pasaba con esa imagen, que estaba atraído como por un imán. Me tiraba horas y horas rezando allí. Bueno, no puedo describir con palabras las sensaciones que allí me hacía pasar la Virgen. Sentía que la Virgen... no me lo decía con palabras... Era como si la Virgen me estuviese diciendo: No te preocupes que no vas a volver a las andadas como antes, porque Yo ya te he rescatado y de mi mano no te arrebata nadie”.
Renovación Carismática: sanación y liberación
De regreso de Medjugorje conoció los grupos de oración de la Renovación Carismática Católica, y a un sacerdote de la Renovación que le ayudó mucho. En la Renovación es frecuente orar pidiendo a Dios sanación y liberación, y rechazando cualquier cosa que esclaviza, incluyendo espiritualidades dañinas como la Nueva Era.
“Me siento muy feliz, me siento totalmente rescatado y sanado por el Señor. Ha sido un proceso desde el 2011 para acá. Sobre todo el primer año fue muy duro, porque romper con todo lo anterior no fue nada fácil. Pero la verdad es que la gracia ha estado ahí y he estado además muy ayudado por estos movimientos”, la Renovación Carismática y el Opus Dei. “El camino ha sido difícil, pero cada año he estado mejor”.
Rafa tiene palabras para los que puedan estar pasando por cualquier tipo de dificultad en la vida. “Que no intente buscar salidas ni alternativas fuera de la Iglesia o fuera de la fe. Que no se alejen de Dios. Con mi experiencia puedo reafirmar que son ciertas las palabras de Jesús de que Él es el único Camino. (…) Y es cierto, porque yo he visto que la verdadera sanación la he tenido en el seno de la Iglesia, en concreto, a través de la Renovación Carismática que tiene muchas herramientas en este terreno, y entonces vienen la sanación, la paz interior, y el salir adelante. No hay mejor compañero que Cristo y la Virgen María para que nos lleven de la mano para salir del pozo, por hondo que sea”.
Dentro del supermercado de lo religioso de la Nueva Era, Rafa fue haciendo distintos cursos y convivencias. Y fue durante unas “vacaciones holísticas” cuando se inició en el reiki, una práctica que supuestamente canaliza una energía (indetectable e indemostrable) que se supone que puede curar. Incluye rituales de iniciación y tiene un elemento espiritual: no es una disciplina mecánica. Es incompatible con la ciencia (porque esa energía es indetectable) y es incompatible con la fe cristiana (porque requiere ritos iniciáticos y elementos espirituales que no están al servicio de Cristo ni discernidos en la Iglesia). “Me lo tomé con calma porque tuve cierta dificultad, dada mi forma de ser, demasiado analítica y cerebral. Tenía dificultad para abrirme a esto de las energías y dejarme un poco fluir como ellos dicen… Yo no acababa de creerme capaz de canalizar energía a través de mis manos. Tuve que repetir muchas veces los cursos, con el consiguiente dinero que me tuve que gastar, porque son bastante caros, son de fin de semana. Hay personas que se inician y llegan a la maestría en un par de años o menos. Yo tardé seis años, desde el 1998 hasta el 2006, que me hice maestro. Y siendo maestro tuve mis propios alumnos y los inicié en el reiki”.
“A mí el reiki me aportaba mucha relajación, mucha tranquilidad, lo mismo que la meditación o el yoga. Y te llegas a hacer adicto a ello. Cuando llegó mi conversión, gracias a la Virgen María, en Medjugorje, una de las cosas que más me costó romper y cortar con ello fue el reiki, porque estaba muy enganchado a ello”.
“También es importante resaltar que junto con la adicción que comenté antes de los videntes, terapeutas y el reiki, también tenía adicción al sexo a través de la pornografía, por esta insatisfacción que sentía de que necesitaba una persona a mi lado y esta persona no aparecía de ninguna forma”.
La muerte de Juan Pablo II, un despertar
Las cosas comienzan a cambiar con la muerte de San Juan Pablo II, en 2005: “Muchas personas tuvimos un vuelco en nuestro corazón, y yo fui una de ellas. (…) A raíz de esto, siento una nostalgia de volver como el hijo pródigo - otra vez - a la Iglesia. Entonces empiezo a ir algunos domingos a Misa, aunque no me confesaba ni nada, yo seguía en pecado, pero al menos iba algunos domingos a Misa”.
Medjugorje: rosario, paz y lágrimas
En septiembre de 2010, casi por casualidad, ve en televisión un programa sobre esta localidad de Bosnia donde se dice que se aparece la Virgen a unos videntes, un caso que la Iglesia aún está estudiando. Ese programa le impacta. Al verano siguiente, ya en 2011, Rafa acudió a Medjugorje. La experiencia fue intensa.
“Fue entrar allí, en el rosario, con todo el calor sofocante… No sé qué me pasó por dentro, que me sentí totalmente removido, y me puse a llorar desconsoladamente… Un llanto, totalmente… como que ¡vamos!, que yo sólo he llorado así cuando era pequeñito… Cuando era pequeño y tu padre te riñe o tu madre te pega, pues uno llora... y yo nunca había llorado así. Y todos los días nada más entrar allí era como pasar a otra dimensión, parecía mágico aquello. Estaba claro que me estaba moviendo a contrición, y me estaba limpiando de toda mi vida anterior”.
La imagen de la Reina de la Paz le atraía poderosamente: “Yo no sé qué me pasaba con esa imagen, que estaba atraído como por un imán. Me tiraba horas y horas rezando allí. Bueno, no puedo describir con palabras las sensaciones que allí me hacía pasar la Virgen. Sentía que la Virgen... no me lo decía con palabras... Era como si la Virgen me estuviese diciendo: No te preocupes que no vas a volver a las andadas como antes, porque Yo ya te he rescatado y de mi mano no te arrebata nadie”.
Renovación Carismática: sanación y liberación
De regreso de Medjugorje conoció los grupos de oración de la Renovación Carismática Católica, y a un sacerdote de la Renovación que le ayudó mucho. En la Renovación es frecuente orar pidiendo a Dios sanación y liberación, y rechazando cualquier cosa que esclaviza, incluyendo espiritualidades dañinas como la Nueva Era.
“Me siento muy feliz, me siento totalmente rescatado y sanado por el Señor. Ha sido un proceso desde el 2011 para acá. Sobre todo el primer año fue muy duro, porque romper con todo lo anterior no fue nada fácil. Pero la verdad es que la gracia ha estado ahí y he estado además muy ayudado por estos movimientos”, la Renovación Carismática y el Opus Dei. “El camino ha sido difícil, pero cada año he estado mejor”.
Rafa tiene palabras para los que puedan estar pasando por cualquier tipo de dificultad en la vida. “Que no intente buscar salidas ni alternativas fuera de la Iglesia o fuera de la fe. Que no se alejen de Dios. Con mi experiencia puedo reafirmar que son ciertas las palabras de Jesús de que Él es el único Camino. (…) Y es cierto, porque yo he visto que la verdadera sanación la he tenido en el seno de la Iglesia, en concreto, a través de la Renovación Carismática que tiene muchas herramientas en este terreno, y entonces vienen la sanación, la paz interior, y el salir adelante. No hay mejor compañero que Cristo y la Virgen María para que nos lleven de la mano para salir del pozo, por hondo que sea”.
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