PERO DURANTE DÉCADAS, VIETNAM FUE CASTIGADO CON EL FLAGELO
TERRIBLE DE LA GUERRA, QUE INCENDIÓ SUS ALDEAS Y CUBRIÓ DE LUTO Y SANGRE A SU
GENTE…
KIM, entonces de 9 años, corre desnuda por la carretera, con su
piel ardiendo a causa del napalm.
KIM
Phuc se crió en la aldea de Trang Bang, situada a 30 minutos al norte de
Saigón. El 8 de junio de 1972 un consejero militar estadounidense coordinó el
bombardeo de la aldea con napalm. Todos
estábamos escondidos en la Pagoda. Los soldados oyeron los motores de los
aviones que se acercaban y nos gritaron: corran, corran! Corri con mis dos
hermanitos y mis primos. Demasiado tarde. Cuando me di cuenta, mi ropa se había
consumido por el fuego y mi piel ardía…
Nick Ut,
el fotógrafo que
estaba cubriendo el ataque,
llevó a KIM a un hospital.
La niña pasó 14 meses recuperándose. Las quemaduras
eran gravísimas y necesitó 17
operaciones y 14 años posteriores de terapia…
“El
napalm es el peor dolor que puedan imaginar. Es quemarte con gasolina por
debajo de la piel. Me desmayaba cada vez que las enfermeras me metían en la
tina y cortaban la piel muerta”
“
Diez años más tarde, en 1982, tuve que sufrir otra prueba muy dura en mi vida.
Yo había ingresado en la facultad de medicina de Saigón, pero por desgracia los
agentes del gobierno se enteraron de que yo era la niñita de la foto y vinieron
a buscarme para hacerme trabajar con ellos y utilizarme como símbolo.
Yo
no quería y les supliqué: “¡Déjenme estudiar! Es lo único que deseo”. Entonces,
me prohibieron inmediatamente que siguiera estudiando. Fue atroz. No acertaba a
entender por qué el destino se encarnizaba conmigo y no podía seguir estudiando
como mis amigos. Tenía la impresión de haber sido siempre una víctima. A mis 19
años había perdido toda esperanza y sólo deseaba morir “
Cuatro
años más tarde, en 1986 Kim consiguió por fin que la dejaran estudiar, pero por
razones de propaganda la mandaron a Cuba. Pero allí también hubo de interrumpir
sus estudios. Tuvo varios problemas de salud, incluyendo diabetes, la cual
empañó su visión.
Durante
su estancia en Cuba conoció a Bui Huy Toan, otro estudiante vietnamita. Se
casaron en 1992 y pasaron la luna de miel en Moscú. En su vuelo de vuelta a
Cuba, la pareja desertó cuando su avión aterrizó en Gander (Terranova) para
repostar combustible
Si
me preguntan por lo más difícil que he tenido que hacer… sin duda alguna ha
sido perdonar. Perdonar a los que mataron a mi familia, a los que incendiaron
mi pais, perdonar a quienes se empeñaron en utilizarme sin importarles mi vida
personal…
La
primera vez que leí las palabras de Jesús “ama a tus enemigos”, ni lo entendí
ni sabía como hacerlo.
Soy
humana, tengo mucho dolor, muchas cicatrices y he sido víctima mucho tiempo.
¿Perdonar? Eso me resultaba imposible. Tuve que rezar mucho y no fue fácil…
pero con la ayuda de Dios, finalmente lo logré
En
1996, la Fundación para la Memoria de los Veteranos de Vietnam la invitó a
Washington y allí conoció al piloto que vació las bombas sobre su aldea.
KIM
manifestó públicamente su perdón al piloto y emocionados sellaron el acto con
un abrazo.
El
hombre dijo: “Es como si me hubieran quitado de encima el peso del
mundo entero”.
Kim
Phuc vive ahora en Canadá, cerca de Toronto, con su marido y sus dos hijos, Thomas
y Stephen.
KIM
habla perfectamente el español. Aunque no concluyó sus estudios médicos,
afirma que finalmente encontró el
propósito de su vida:
“La foto de la niñita corriendo desnuda mientras
su cuerpecito arde por el napalm es un símbolo de la guerra, pero mi vida es un
símbolo de amor, esperanza y perdón.
KIM
Fue nombrada Embajadora de buena voluntad de la UNESCO en 1997. Si no fuera por
las cicatrices de su cuerpo, al verla hoy con su sonrisa permanente y su buen
humor, nadie imaginaría su drama personal.
“La
gente debe saber que puede elegir algo mucho mejor que la guerra. Podemos
elegir entre el bien y el mal porque tenemos libre albedrío.
¿Cuando
entenderemos que es hora de detenernos, sanar heridas y enfocarnos en una mejor
vida para todos?”.
KIM