Opiniones personales. Opiniones ajenas. Mafalda. Otros

sábado, 20 de diciembre de 2014

Otro testimonio

Desde Colombia la top model Amada Rosa Pérez, que fue víctima de un aborto y del síndrome post aborto quiso compartir su testimonio a favor de la vida.

“En esos momentos que estuve embarazada ojalá hubiera encontrado la ayuda de alguien que me hubiera dicho algo positivo y bonito, como que ser mamá no es malo”.

El síndrome post aborto es una realidad por la que pasan todas las mujeres que han abortado, ya sea de forma deliberada o de manera espontánea.

Entre las manifestaciones de este síndrome están la sensación de culpa y tristeza, desesperación, pesimismo pesadillas, pérdida de concentración y motivación, llanto continuo sin motivo aparente, pérdida de fuerzas, náuseas.

Además puede desembocar en anorexia, alcoholismo, rechazo a todo lo que suponga compromiso o frialdad afectiva, entre otras muchas consecuencias.

La top model explica que abortó porque en su entorno solo encontraba mensajes que apuntaban a que lo primero eran sus metas y su desarrollo profesional.

Ella confiesa que le dio miedo, que no se lo dijo a sus padres y decidió deshacerse de su bebé. Hoy se arrepiente y anima a las mujeres y a la sociedad a apostar por la vida. 

Amada había triunfado en la pasarela y como actriz en telenovelas de los dos grandes canales de televisión colombianos. Protagonizó seriales como ‘Lorena’, ‘Vuelo 1503’, ‘Don Roque buena papa’, ´Buscando el cielo’...

Pero su vida cambió con su aborto, que se provocó tras una relación sentimental fallida, por el “qué dirán”... y porque no había nadie para acompañarla a favor de la vida. Tras el aborto incluso pensó en suicidarse, aunque no llegó a intentarlo. 

Hoy es una católica convencida en la Legión de María. “Ella (María) es mi mamá y no la niego”, dice Amada cuando la entrevistan. 


Para los organizadores de "Cada Vida Importa" su testimonio es un ejemplo que cómo la sociedad necesita defender y potenciar el derecho a la maternidad con medidas concretas de ayuda a la mujer embarazada para que no vea el aborto como una solución.


jueves, 18 de diciembre de 2014

Consejos de otro buen padre (II)

Pórtate bien con todo el mundo.

Hazte querer y respetar de todos (superiores, iguales e inferiores)

Si has de destacarte en algo, que sea por justo, bondadoso y serio en tus asuntos.

Procura cumplir siempre con tus deberes civiles y religiosos.

Cuando tengas que decidir sobre cualquier asunto, procura elegir un momento en que no intervenga el odio o el mal humor: espera la calma.

Sé comprensivo y bondadoso en todas las circunstancias y no olvides aquel refrán: “haz bien y no mires a quien”

Haz con los demás lo que quisieras hicieran contigo.

Huye de las situaciones rígidas, sé flexible, adaptándote a las circunstancias justas.

En las grandes decisiones que se te puedan presentar en la vida, elige siempre el camino que te marque el honor: Entre todas las satisfacciones, busca siempre la más hermosa de todas: “la del deber cumplido”.

Y haz del cumplimiento del deber un santuario donde se condensen las virtudes del hombre honrado.


                                                                 

miércoles, 17 de diciembre de 2014

Consejos de un padre a su hijo (I)

Hijo amadísimo, lo primero que quiero enseñarte es que ames al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con todas tus fuerzas; sin ello no hay salvación posible.

Hijo, debes guardarte de todo aquello que sabes que desagrada a Dios, esto es, de todo pecado mortal, de tal manera que has de estar dispuesto a sufrir toda clase de martirios antes que cometer un pecado mortal.

Además, si el Señor permite que te aflija alguna tribulación, debes soportarla generosamente y con acción de gracias, pensando que es para tu bien y que es posible que la hayas merecido. Y, si el Señor te concede prosperidad, debes darle gracias con humildad y vigilar que sea en detrimento tuyo, por vanagloria o por cualquier otro motivo, porque los dones de Dios no han de ser causa de que le ofendas.

Asiste, de buena gana y con devoción, al culto divino y, mientras estés en el templo, guarda recogida la mirada y no hables sin necesidad, sino ruega devotamente al Señor, con oración vocal o mental.

Ten piedad para con los pobres, desgraciados y afligidos, y ayúdalos y consuélalos según tus posibilidades. Da gracias a Dios por todos sus beneficios, y así te harás digno de recibir otros mayores. Para con tus súbditos, obra con toda rectitud y justicia, sin desviarte a la derecha ni a la izquierda; ponte siempre más del lado del pobre que del rico, hasta que averigües de qué lado está la razón. Pon la mayor diligencia en que todos tus súbditos vivan en paz y con justicia, sobre todo las personas eclesiásticas y religiosas.

Sé devoto y obediente a nuestra madre, la Iglesia romana, y al sumo pontífice, nuestro padre espiritual. Esfuérzate en alejar de tu territorio toda clase de pecado, principalmente la blasfemia y la herejía.

Hijo amadísimo, llegado al final, te doy toda la bendición que un padre amante puede dar a su hijo; que la santísima Trinidad y todos los santos te guarden de todo mal. Y que el Señor te dé la gracia de cumplir su voluntad, de tal manera que reciba de ti servicio y honor, y así, después de esta vida, los dos lleguemos a verlo, amarlo y alabarlo sin fin. Amén.


(Testamento espiritual dedicado a su hijo Felipe por el Rey de Francia Luis IX. San Luis,Rey)

martes, 16 de diciembre de 2014

Actitud ante la vida

Propongo a tu consideración la siguiente parábola de la vida: un autobús cargado de turistas atraviesa una hermosísima región llena de lagos, montañas, ríos y praderas. Pero las cortinas del autobús están echadas, y los turistas, que no tienen la menor idea de lo que hay al otro lado de las ventanillas, se pasan el viaje discutiendo sobre quién debe ocupar el mejor asiento del autobús, a quien hay que aplaudir, quién es el más digno de consideración... Y así siguen hasta el final del viaje. 

Anthony de Mello

        En mi opinión muy buen ejemplo de lo que a diario nos pasa, nos perdemos las mejores… y discutimos por tonterías que nos distraen de lo esencial e importante de la vida


lunes, 15 de diciembre de 2014

Asignatura pendiente

Aprender a valorar

Una persona baja en el Metro de Nueva York, vistiendo jeans y camiseta.  Se para cerca de la entrada... Saca el violín de la caja y comienza a tocar con entusiasmo para la multitud que pasa por ahí, en la ‘hora pico’ del día. Tocó durante 45 minutos, y fue prácticamente ignorado por todas las personas que pasaron.

Nadie sabía que el músico era JOSHUA BELL, uno de los mejores violinistas del mundo, ejecutando piezas musicales consagradas, con un instrumento rarísimo, un Stradivarius de 1713, estimado en más de 3 millones de dólares

Algunos días antes, Bell había tocado en el Symphony Hall de Boston, donde los lugares costaron más de mil dólares. La experiencia en el Metro, grabada en video, muestra hombres y mujeres de andar ligero, taza de café en la mano y celular al oído… INDIFERENTES AL SONIDO DEL VIOLÍN.

La iniciativa, realizada por The Washington Post, era la de lanzar un debate sobre valor, contexto y arte. La conclusión es que estamos acostunbrados a dar valor a las cosas, cuando están en un contexto. Bell en el Metro, era una obra de arte sin moldura. Un artefacto de lujo, sin etiqueta del diseñador.

Este es un ejemplo de tantas cosas que pasan en nuestras vidas, que son únicas, singulares y que no les damos importancia, porque no vienen con la ‘etiqueta de precio’. Al final, lo que tiene valor real para nosotros, es lo que el mercado dice que podemos tener, sentir, vestir o ser…

Nuestros sentimientos y nuestra apreciación de belleza, están siendo manipulados por el mercado, por los medios de comunicación y por las instituciones que tienen poder financiero.  Lamentablemente, estamos valorizando solamente aquello que está con etiqueta de precio.
Una empresa de tarjetas de crédito está invirtiendo hace algún tiempo, en propaganda donde, después de mostrar varios ítems, con sus respectivos precios, presenta una cena de afecto, de alegría e informa:  “NO TIENE PRECIO”.

Y es eso lo que precisamos aprender, a valorar aquello que no tiene precio, porque no se compra. No se compra la amistad, el amor, el afecto. No se compra cariño, dedicación, abrazos y besos.

No se compra el rayo de sol, ni las gotas de lluvia. La canción del viento que pasa silbando por el tronco hueco de un árbol, es gratis. El niño que corre, en forma espontánea a nuestro encuentro y se cuelga de nuestro cuello, no tiene precio

El aire que respiramos, la brisa que enreda nuestros cabellos, el verde de los árboles y el colorido de las flores, nos es dado por Dios, gratuitamente.
Pensemos en esto y aprovechemos más todo lo que está a nuestro alcance, sin precio, sin patente registrada, sin etiqueta del diseñador.

Desde hoy, seamos agradecidos a lo que nos es ofertado gratuitamente y seamos felices, mientras el día nos sonríe y el sol despliega luz en nuestro corazón apasionado por la vida.








domingo, 14 de diciembre de 2014

Llamada al sentido común

Hoy en día hay dos sueldos en la familia pero más divorcios, casas más lujosas pero hogares rotos.

Son tiempos de viajes rápidos, pañales desechables, moral descartable, acostones de una noche, cuerpos obesos y píldoras que hacen todo, desde alegrar y apaciguar, hasta matar.

Son tiempos en que hay mucho en el escaparate y muy poco en la bodega.

Tiempos en que la tecnología puede hacerte llegar estas reflexiones a las que no les hagas el menor caso porque no te pares a pensarlas y menos aún ver cómo rectificar o ponerlas en práctica.

Acuérdate, de pasar algún tiempo con tus seres queridos porque ellos no estarán aquí siempre.

Acuérdate, de ser amable con quien ahora te admira, porque esa personita crecerá muy pronto y se alejará de ti.

Acuérdate, de abrazar a quien tienes cerca porque ese es el único tesoro que puedes dar con el corazón, sin que te cueste ni un centavo.

Acuérdate, de decir te amo a tu pareja y a tus seres queridos, pero sobre todo, dilo sinceramente. Un beso y un abrazo pueden reparar una herida cuando se dan con toda el alma.

Acuérdate, de tomarte de la mano con tu ser querido y atesorar ese momento, porque un día esa persona ya no estará contigo.

Date tiempo para amar y para conversar, y comparte tus más preciadas ideas.

La vida no se mide por el número de veces que tomamos aliento, sino por los extraordinarios momentos que nos lo quitan.

(Georges Carlin)